Nia:
La imagen de Nathan era muy bonita y tranquila para que fuese real y ahora yo lo había traído a mi propia muerte porque es casi imposible que alguien fuera de la organización supiera o que es el 647.
- No te debo ninguna explicación de nada Nathan, así como sé que tu no me las darás a mí si yo te pregunto lo mismo, solo te diré que tengas mucho más cuidado ahora y no trates de meterte conmigo porque no me dará lastima joderte. Recuerda que guerra avisada, no mata gente – actuar como una perra sin sentimientos era algo que me salía más que natural y justo ahora agradecía aquello, porque él debe entender que conmigo no se juega.
- No te preocupes Nia, que tarde o temprano sabré quien eres y que es eso que escondes y una cosita más, tus amenazas no me causan absolutamente nada porque, así como tu escondes cosas yo escondo las mías también, quédate tranquila que mientras no te metas en mi camino yo no me meteré en el tuyo - prendió el coche y acelerando se marchó.
Camine hacia el almacén pensando en cómo hare para investigarlo sin que mi padre se entere, porque lo último que necesito es que este encima de mi recordándome mis errores.
- Señorita Nia, que bueno que llego - el hombre nos dirige hacia mi oficina, afuera de esta se encuentran mis escoltas.
- ¿Por qué tanto problema para entregar una carga? - es lo primero que digo una vez que ingreso a la oficina.
-Lo siento mucho señorita Garsia, pero son nuevas órdenes de mi superior, la mercancía debe entregarse únicamente a los jefes de las mafias para evitar problemas a futuro y bueno usted es la única excepción que estamos haciendo ya que fue un pedido de parte de su padre - no me quedaba de otra que empezar a venir para recibirla yo, porque papá no viene por estos lados.
-Bien espero y estén los 6 mil gramos faltantes de la entrega pasada, para que así te evites realmente un problema y más les vale no querer jodernos.
-Eso sería todo si desea puede pesarla para evitar algún inconveniente - camine hacia la balanza para proceder a pesar y poder pagarle de una vez por todas e irme a casa.
Terminamos de pesar la mercancía y saque un sobre con el pago de esta y se la entregue al hombre.
Tenía que volver a casa antes que mi padre se vuelva loco y dramatice todo lo que hago. El camino me tomo solo treinta minutos en llegar y cuando llegué solo se encontraba mi nana en la cocina. Camine en silencio hasta rodear su cuerpo con mis abrazos por la espalda logrando que ella pegue un brinco de la sorpresa.
-Mi niña, que bueno que llegas. ¿Quieres algo de comer? – el cariño en su voz siempre era notorio cada vez que me hablaba y eso era de las cosas que más me gustaban escuchar, porque sentía como me daba paz entre tanta tormenta.
- No nana, estoy bien así ya desayune así que esperare el almuerzo – dándole un beso en la frente me despedí de ella para dirigirme a mi habitación a dormir.
Los gritos de mi padre llamándome desde su despacho me despertaron, miré la hora en mi teléfono y eran las 7:00 de la noche, me había dormido 8 horas, me paré de prisa para no hacerlo esperar más.
Toco la puerta del despacho hasta que escucho el pase de mi padre, él se encontraba frente a mí en su escritorio hablando con alguien por video llamada. Me hace una seña con la mano para que lo espere y me siento en el sofá frente a él.
- Nia, siéntate aquí – señaló la silla frente a él y yo me senté ahí-, tengo que hablar contigo de un asunto importante - alce la cabeza y lo mire directamente.
- Bien, ¿dime qué paso? - las veces que decía asunto importante siempre terminaba exagerando las cosas, aunque eso era siempre.
- La fecha de la reunión a la que te pedí que fueras ha sido cambiada para mañana, será a las 8:00 de la noche - lo sabía siempre exageraba las cosas, ni que un cambio de fechas fuera para tanto.
- Esta bien padre iré de todas maneras no tienes que preocuparte por eso, ¿ya me puedo retirar? - tenia demasiada hambre y eso me ponía de mal humor.
- No Nia, no te puedes ir aún, lo que te diré ya lo hable con tu madre y aunque no esté de acuerdo apoyará la decisión que tomes, solo piensa bien las cosas, ¿está bien? - estaba comenzando a preocuparme.
- Papá, puedes ser más claro por favor.
- La reunión de mañana será para presentar a la persona que tomará mi lugar cuando yo decida entregarlo o si me pasa algo - imagino que mi cara en estos momentos debe estar pálida.
- Pero ¿por qué ahora?, ¿además quien tomará tu lugar? y ¿por qué no sabía esto antes y tienes que decírmelo un día antes de la reunión? - estaba furiosa porque se supone que tiene que ser el primogénito, pero mi padre solo me tuvo a mí, una mujer y eso en la organización no era bien visto.
- Nia escúchame primero. He logrado llegar a un acuerdo con los demás socios para que tú puedas tomar mi lugar y pusieron una condición, tendrás que compartir el puesto con el jefe de la mafia Links - no sabía quién diablos era, pero yo no quería compartir un puesto que me había ganado y que merecía.
Pero si así podría demostrar que una mujer puede liderar mucho mejor de lo que esos machistas lo harían, porque Nia Garsia no es una maldita perra débil y lo iba a demostrar.
- Bien padre, lo haré. ¿Cuándo podré conocer al jefe de esta mafia?
- Se conocerán mañana en la reunión y recuerda que será la primera vez que todos te verán. Eres mi mayor secreto, pero al mismo tiempo mi mayor orgullo, no lo olvides.
Hice un asentimiento con la cabeza y me retiré del despacho para ir a comer algo.
Día de la reunión
Hoy era el día de mi gran presentación ante la sociedad de las Mafias Unidas de Europa y debería estar nerviosa, pero eso no era algo que me representara, los nervios no fueron hechos para mi estilo de vida y los aprendí a controlar tanto que ya no los siento.
Estaba de camino al lugar. Mi padre se encontraba a mi lado viendo su laptop y venía porque tenía por obligación el presentarme, así que tuvo que dejar de lado lo que debía hacer para presentarse en la reunión.
Una vez que llegamos le avisaron a mi padre que mi compañero de puesto estaba esperando en la sala de reuniones, habíamos llegado una hora antes para poder conocernos y que no hubiera interrupciones por parte de las demás personas.
Deje que mi padre entrara antes que yo para poder respirar y mostrarme lo más calmada y segura posible.
Cuando puse un pie en esa sala, mi corazón comenzó a latir mucho más rápido de lo normal, mis manos empezaron a sudar y sentía un hormigueo que me recorría todo el cuerpo.
- Nia, él es Nathan, jefe de la mafia Links y ahora tu nuevo compañero como jefes de las Mafias Unidas de Europa.
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Más Que Mafias (REESCRIBIENDO)
Teen FictionCada mentira es una pequeña granada dentro de mí, nadie sabrá lo que ocurrirá cuando todas detonen, no creo que quieran averiguarlo tampoco.