Maratón 1/6
Karantra, estaba tirada en el piso con un disparo en el abdomen mientras gritaba y se retorcía de dolor en el piso.
La mujer que era como una madre para mi había sido herida y eso hizo que el miedo de perderla y la ira hagan estragos conmigo.
Solo podía pensar en deshacerme de todos estos malditos y que ninguno vuelva a respirar más en este mundo.
Me prepararon para esto. Destruir y matar fueron as cosas con las que crecí.
Ellos cavaron su propia tumba al dañar lo que yo amo y me asegurare que no vivan para contarlo.
Volví al muro en el que me encontraba hace un momento y comencé a disparar dándole a los cuatro hombres que quedaban sin fallar ningún tiro.
Tiré el arma en el césped y corrí a donde se encontraba Karantra, su respiración era demasiado lenta al igual que su pulso, estaba perdiendo color en su rostro y sus ojos se estaban cerrando y yo no iba a permitir perderla.
- LLAMEN A UNA MALDITA AMBULANCIA YA MISMO - uno de nuestros hombres obedeció mi orden mientras todos me miraban tomar el cuerpo y abrazarlo.
- Nana no me dejes, por favor tu no - sentía mis lágrimas caer y cada vez sentía menos su respiración.
- Mi niña, creo que mi momento ha llegado - empezó a toser sangre empeorando mi estado.
- No nana tu momento no es ahora, aun tienes que regañarme y secar mis lágrimas, tienes que estar para ayudarme con mis hijos, porque sin ti sé que no podré hacerlo - no detuve el mar de lágrimas que salían de mis ojos.
- Podrás sin mí, yo lo sé. Eres una chica muy valiente, decidida y sobretodo valiosa.
Sabía que la perdería y no quería aceptarlo, no podía aceptarlo
- Te quiero nana, siempre fuiste, eres y serás una madre para mí, aquí y en todas las vidas posibles.
- Te quiero mi pequeña guerrera en esta y en todas las vidas posibles.
Sus ojos se cerraron y deje de sentir su pulso y su calor.
Se había ido, la había perdido para siempre y no la pude proteger.
La abrace mientras lloraba, no quería separarme de ella, los recuerdos llenaron mi mente.
_Recuerdo_
Yo corría por la casa mientras mi nana venia detrás de mi para atraparme, era mi cumpleaños número ocho y mis padres no llegaron y ella paso el día conmigo como si de una madre se tratara.
- Mi pequeña guerrera ven aquí o no tendrás pastel.
Me detuve al escuchar pastel y corrí hacia ella, me cargo y me aferre a su cuello cuando empezó a girar.
Nuestras risas era lo único que se escuchaba en toda la casa.
Hay estamos nosotras con un pastel, las velas encendidas y ella cantando.
Supe que la quería tanto cuando mi deseo fue tenerla siempre a mi lado, sople las velas y aferre mis pequeños bracitos a su abdomen.
- Gracias nana eres la mejor.
Se agacho a mi altura y beso mi frente.
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Más Que Mafias (REESCRIBIENDO)
Teen FictionCada mentira es una pequeña granada dentro de mí, nadie sabrá lo que ocurrirá cuando todas detonen, no creo que quieran averiguarlo tampoco.