Dedicado a la chica que me dejó plantada para una cita ayer y mención honorífica para quien me ayudo a realizar la idea. Mi amado esposito baz_in_jeans.
Un aroma a chocolate caliente llegó hasta su estudio y sonriente decidió bajar a ver qué maravillas estaría haciendo Sirius en la cocina para que oliera de aquella manera.
Aparentemente no era el único de buen humor, pues Sirius Orion Black se movía por el lugar tarareando Good Old-Fashioned Lover Boy mientras aventaba chocolate a una cacerola. En cuanto noto su presencia, comenzó a lucirse, sonriendo aún más.
— I'd like for you and I to go romancing. Say the word, your wish is my commaaaand! — Cantó mientras se acercaba a él, tomándolo de la cintura, iniciando un baile en la cocina mientras seguía susurrando el coro justo en el oído del castaño.
— Eres ridículo. — Se burló Remus en cuanto Sirius dejó un besito en su mejilla y regresó a su actividad anterior. Luego hizo una de sus muecas dramáticas.
— Es san Valentín, por si no lo habías notado. Estoy siendo cursi, disfrútalo o piérdete. — Dijo tratando de parecer ofendido, pero Remus sabía que estaba sonriendo.
— Sé muy bien qué día es hoy, Padfoot. — Respondió, acercándose a él para después abrazarlo por la espalda, recargando su mentón en el hombro de este, espiando que diablos estaba cocinando. — Qué estás haciendo.
— Un postre... creo. Lily me dijo que cualquier tonto podría hacerlo- supongo que se refería a mí-. Ese es mi regalo, ¡tah dah! — exclamó en cuanto la extraña mezcla comenzó a tomar forma de pastel, cómo había pasado de ser completamente líquido a eso, Remus no tenía idea, pero sonrió agradecido.
— Oh, Sirius... gracias, lover boy. — Ahora fue su turno de darle un beso, porque era imposible pasar más de cinco minutos con él sin querer besarlo a la mínima oportunidad.
— Lo que sea por mi moonshine. — Guiñó y luego se giró para abrazarle por los hombros. — Aún le falta un poco, pero pronto podremos descubrir si al menos esta receta no nos intoxica.
Ambos rieron y volvieron a besarse. Cuando se mudaron juntos jamás pensó que todo sería tan... así. Tan romántico y cursi. Eso pasaba en los libros, pero no esperaba que su vida terminaría convirtiéndose en eso, aunque no se estaba quejando en lo más mínimo.
— ¿Recuerdas nuestro primer beso? — Preguntó de pronto Sirius, cuando se separaron. Una leve sonrisa escapó de Remus, recordando cómo, cuando tenían 15 años, sucedió ese caótico y necesario beso.
— Por supuesto que lo recuerdo, tú no dejabas de hacer ese horrible sonido. — Eso le sacó una risa al moreno, por supuesto que para él había sido lo más divertido del mundo.
— En mi defensa, era lo único que podía hacer para llamar tu atención.
Era cierto, ese sábado Remus había estado malhumorado como el infierno, teniendo detención temprano por alguna idiotez de James o Sirius y como siempre lo habían arrastrado a eso. Luego el imbecil de Snevillus y él se habían encontrado, siendo blanco de una maldición. Para cuando por fin logró irse a leer tranquilamente a la biblioteca, una nueva molestia llegó. Sirius hiperactivo.
— Hey, Moony, ¡llegó más goma de mascar de Zonko's! — Dijo enérgico, haciendo en el proceso una ruidosa y molesta bomba que al explotar casi ocasionó un tic en el ojo del castaño. — Se supone que dura más que la normal, aunque eso ya lo veremos. ¿Qué estás haciendo?
— Estudiando, necesito concentrarme. — Respondió de manera cortando, tratando de dejar claro que no quería compañía en ese momento.
— Genial, entonces me sentare aquí hasta que termines. — Y con eso, tomo una silla a su lado. Justo como los perros que se tumbaban al lado de sus dueños. Leal. Fiel. Molesto. ¿Por qué demonios Sirius tenía que ser molestamente encantador?
Remus intentó ignorarlo y seguir estudiando, pero era imposible, porque cuando Black se proponía ser el centro de atención de alguien, lo conseguía. Y cuando un nuevo "pop" se escuchó, el licántropo no dudo ni un momento en hechizarlo para que escupiera la porquería esa.
— ¡Oye! Todavía no se- — No lo dejo continuar quejándose, porque lo tomo por las mejillas, plantando sus labios en los contrarios.
Estaba seguro de que él se encontraba aún más sorprendido por su actuar que Sirius, pero ninguno se separó y por el contrario empezaron a mover sus labios con algo de nerviosismo, lo cual era extraño viniendo de Sirius -sin vergüenza- Black.
Sirius sabía a goma de mascar y no le sorprendió en lo más mínimo. Sabía a bombas de chicle echas a conciencia. Dulce. Explosivo.
Y si alguien le hubiera preguntado a Sirius, él habría dicho que Remus sabía a chocolate. Sabía a tablillas de cacao amargo. Fuerte. Derretido. Sabía a magia pura y aunque nunca se lo dijo a nadie, ese había sido el mejor beso de su vida.
— Fue un gran beso. — Concluyó Remus, siendo contestado por un asentimiento por parte de su pareja.
— Tuve que sacarte de tus cabales para poder besarte, eso no es muy romántico. — Bromeó el contrario, sacando el postre del fuego, usando magia para servirlo en platos.
— Eres un idiota... — Dijo antes de besarlo una vez más. — Yo moría por besarte desde mucho antes, ese día sólo fue como una explosión. Feliz día del amor, amado esposo.
Sirius sonrió radiante por la mención de lo que eran ahora, iniciando así la primera vez pasarían san Valentín como casados.
— - —
Hellooo.
Algo dulce después de San Valentín siempre cae bien. No sé porque pero tengo el head canon de que eran una pareja súper empalagosa (lo que yo aspiro a tener en la vida but, a nadie le importa eso) JSJSJSJS
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~A married life~
FanfictionLas etapas en la vida de pareja que Sirius y Remus experimentaron conforme el tiempo pasaba. (Historia soft para gente que leyó fanfics tristes y necesita un lugar donde les den azúcar, flores y muchos colores. El fic nació gracias a mi amada @ba...