~A married life~

Flufftober -3-

Under the rain/Bajo la lluvia

Ambos estaban corriendo. La culpa era de Sirius, naturalmente, pero Remus trataba de no parecer demasiado molesto ante el hecho de que su mejor (o sea, menos roto) suéter se estuviera arruinando por la lluvia, sin mencionar que ambos podrían pescar un resfriado.

— Creo que ya estamos a salvo por ahora... James se quedó dentro gracias al hechizo que pusiste en la puerta. — Habló jadeante el moreno cuando por fin se detuvieron en la entrada de un invernadero en desuso.

Ambos estaban empapados y para colmo no podrían volver por el mismo lugar porque seguramente James estaría esperando por ellos para cobrar venganza luego de que Sirius cambiara su shampoo normal por pintura verde. Había sido gracioso hasta que el de lentes amenazó con hacerles hechizos de tinte permanente azul eléctrico a ambos. Y así fue como los dos escaparon a duras penas de las crueles garras de su amigo, pero ahora estaban atrapados y mojados afuera de un invernadero en ruinas. No había sido su mejor idea, si era honesto, pero ahí estaban.

— Oi, Moony... estás temblando, espera. — Se acercó y le pasó la varita por los hombros y posteriormente lo apuntó. No logró escuchar qué hechizo hizo, Sirius era realmente bueno con la magia no hablada, pero sintió como todo el frío lo abandonaba y en cambio volvía a sentirse seco y calientito como si estuviera en la sala común frente a las chimenea. Sin embargo, a simple vista parecía que sus prendas seguían igual de empapadas que al inicio, lo que le hizo fruncir el ceño con confusión.

— ¿Qué hiciste? — Preguntó con duda, pero aún maravillado por el estuché de monerías que era su novio, siempre lleno de sorpresas agradables (y a veces no tan agradables).

— Es un hechizo no muy conocido de magia silvestre... ventajas de pasar mucho tiempo castigado en la Ancestral Biblioteca de los Black cuando era niño. —Parecía algo incómodo al decirlo, pero a Remus le pareció encantador saber que él manejaba tan bien la magia silvestre, porque pocos magos seguían utilizándola hoy en día.

— ¿Y por qué no hacer un hechizo de secado y ya? — Cuestionó con una sonrisa ladina, le gustaba tomarle el pelo de vez en cuando, sobre todo cuando la oportunidad se le presentaba en charola de plata. Se ganó una mirada sarcástica del moreno que lo hizo reír.

— Trataba de hacer el ambiente mejor, pero sí lo prefieres... — De nuevo levantó la varita y volvió a apuntarlo, pero Remus fue más rápido y se acercó para besarlo.

— Me gusta como te ves con el cabello mojado. — Dijo contra sus labios, sonriendo casi de forma imperceptible. Podía notar perfectamente el sonrojo del moreno y eso sólo lo alentó más. Besó su cara por completo, sintiendo como su boca probaba la piel superficialmente húmeda.

— Eso parece muy kinky de tu parte, Remus— Bromeó el más bajo, aún sin que el sonrojo se fuera. Ambos se quedaron así, cara a cara, escuchando el golpeteo de la lluvia al fondo.

Si Remus no conociera a Sirius, habría pensado qué tal vez lo había planeado todo. Era un momento ideal, digno de los mejores libros románticos que había leído, digno de las mejores canciones de amor... ellos estaban haciendo un momento así y era mágico.

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Cortito, pero tenía mucha tarea jsjsjsjs espero que les haya gustado tanto como a mí porque todo lo que sucede bajo la lluvia me parece muy íntimo y cursi jsjsjssj no sé, no me hagan caso.

En fin, nos leemos mañana. Byeee