El "gemelo" de Sirius Black

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Primavera del 2008.

La casa estaba tranquila como rara vez se encontraba, para Remus eso era alegría pura pues significaba que se sentaría en su sillón a leer en santa paz.

Ya tenía el plan listo; haría té, agarraría un poco de chocolate de su mejor reserva, se tumbaría a lo largo del sofá y se dejaría envolver por las bellas palabras de Oscar Wilde. Si le preguntaban, ese era el perfecto plan. Pero como ya se lo habían demostrado antes, el destino rara vez hacía caso a lo que él consideraba perfecto y Sirius llegó antes a casa, justo cuando ya iba con té y chocolate en mano, listo para iniciar la verdadera diversión.

— Harry llamó, me dijo que lo están pasando a lo grande y que Teddy no ha dejado de gritar junto con James cada que ven a algún famoso. Parece que el cachorro lo pasa mejor con ellos que con nosotros. — Soltó tan pronto como ingreso a la sala y en ese instante el castaño supo que había cambio de planes. Su esposo no parecía feliz en lo más mínimo, se atrevería a decir que incluso parecía celoso. Suspiró antes de hablar y mordió su chocolate para entretenerse.

— Te invitaron, nos invitaron. — se corrigió, porque Harry también lo había invitado — No deberías estar celoso sólo porque Teddy está disfrutando del viaje. — Dijo con calma, tomando un sorbo de su té, mirando como su amado idiota fruncía el ceño y formaba un puchero con los labios, sentándose en el sillón con desgano. Rodó los ojos y dejó ambas cosas sobre la mesita de noche antes de tumbarse deliberadamente sobre el regazo del contrario, sorprendiéndolo en el acto.

— Si te hace sentir mejor, es de las pocas veces a lo largo de 20 años en que hemos estado solos en la casa. ¿Quieres dejar de hacer pucheros para que podamos aprovechar el tiempo? — Lo miró, sabiendo perfectamente cómo podría contentarlo y distraerlo. Ya estaban viejos, pero Sirius siempre sería el sujeto más exquisito para él.

De pronto parecía que el mal humor se había ido y el moreno rápido se encontró besándole como cuando eran un par de adolescentes. Eso estaba bien, muy bien.

Sin embargo, en lo que Remus consideraba "la mejor parte del juego previo", las protecciones de la chimenea zumbaron para avisar la llegada de alguien, lo que hizo que los besos frenaran, pero no se movieron de sus lugares y tampoco se tomaron las molestias de arreglar sus ropas -que ya se encontraban arrugadas por el manoseo mutuo-.

De entre las llamas apareció su hijo, seguido de mini James, Albus, mini Lily y Harry, quien tan pronto los vio, cubrió los ojos de sus dos hijos menores.

— Oh, Merlin. ¿No podían estar en su habitación? — Preguntó Harry causando que Teddy soltara una carcajada.

— Me fui un día, ¡uno! No puedo creer que lo primero que hagan sea besuquearse. — Dijo con diversión y su cabello brillando en azul eléctrico. Por supuesto que la vergüenza que tenía le parecía la cosa más graciosa del mundo.

— Teníamos tiempo libre y usualmente a Moony, aquí presente, se le ocurren ideas interesantes para pasar el rato, si no me crees pregúntale a tu padre que es igual de inoportuno que ustedes. — Respondió Sirius a Harry, quien se había puesto rojo. Remus decidió que era suficiente y se levantó, tratando de acomodarse un poco la camiseta. ¿Es que a caso habían vuelto a ser críos atrapados por James en el armario de escobas?

— Bueno, ignorando esto, ¿se puede saber qué hacen aquí tan pronto? — Dijo Sirius mirando con curiosidad a su hijo y a su ahijado. Tenía razón en preguntar, pues se suponía que pasarían dos días en Nueva York, disfrutando de la ciudad y sobre todo estarían curioseando porque ese día se estrenaba una película de "Las Crónicas de Narnia", cosa de la que Teddy era fan. Con la pregunta, el rostro de su hijo se iluminó.

— ¡Lo olvidé! Tengo algo que mostrarte. — Respondió rápido el menor, sacando de su pantalón lo que parecía fotografía. Se las tendió y ambos quedaron igual de confundidos.

— ¿Cuando te vestiste así, Sirius? Realmente no recuerdo eso. — Preguntó con confusión, mirando una fotografía de Padfoot en su juventud, pero vistiendo un traje medieval. No podía recordarlo, pero debía admitir que se veía endemoniadamente bien.

— Yo nunca me he vestido así... creo. — Respondió el aludido, igual de confuso que él, mirando la foto de todos los ángulos posibles.

— ¡Es el príncipe Caspian! — Respondió Lily risueña como siempre, haciendo que Sirius y Remus fruncieran sus ceños al mismo tiempo, sin tener idea de quién se trataba.

— Es un personaje muy importante de la saga, pero el actor es idéntico a Padfoot. — Dijo Harry buscando iluminarlos y ambos, de nuevo, quedaron sorprendidos ante la información de que Sirius Black tenía un doble famoso.

— Papá... ¿estás babeando? — Preguntó malicioso Teddy de pronto, luego de que el Lupin mayor mirara en silencio la foto del gemelo perdido, haciendo que todos los demás en la sala lo miraran con gestos divertidos, a excepción de Sirius que parecía indignado.

— Tienes aquí una versión mucho más atractiva, ¡y estás viendo ese trozo de papel que ni siquiera se mueve! — Exclamó indignado el moreno, notoriamente celoso.

— Sin embargo, esta versión es mucho más joven. — Dijo James para bromear, haciendo que el mayor tuviera aún peor su rabieta.

Los demás rieron, acordando que no tenía sentido volver a New York si ya estaban ahí, así que se quedaron con ellos con la idea de ordenar comida muggle a domicilio y Remus tuvo que pasar el resto de la tarde tratando de contentar a un celoso Sirius. Fin.

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Yyyyyy, renacida de las cenizas, he vuelto al viejo mundo de escribir mini relatos de parejas que me gustan. Si alguien decidió guardar esta historia a ver si me dignaba a aparecer, pues no espere más, que he regresado. ✨

~A married life~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora