Remus se sabía a sí mismo como el chico misterioso de Gryffindor. La gente solía decirle que era un enigma y a él le gustaba mantenerlo así para evitar demasiadas preguntas.
Tenía secretos como que era un hombre lobo queer y huérfano. Pero eso era lo suyo, esconder cosas, guardar sus secretos bajo la excusa de su timidez.Era algo muy suyo, por eso cuando descubrió que Sirius se traía algo entre manos, desapareciendo algunas noches a la semana (sin alardear de meterse en la falda de alguna chica) supo que este trataba de esconderles algo. Una de esas noches, antes de que Peter y James llegaran al dormitorio, lo descubrió recibiendo una nota por la ventana.
— ¿Padfoot? ¿qué tienes ahí? — Genial, lo había cachado infraganti y el moreno ni siquiera tuvo tiempo de tirar la nota. Se acercó a él, fingiendo una curiosidad inocente cuando por dentro estaba celebrando el saber que no era el único con secretos. Sirius se removió incómodo.
— Nada, Moony. Una tontería, ya sabes... las cartas de las chicas que no me dejan en paz. — Habló demasiado rápido y si no fuera porque en verdad tenía ganas de saber, se habría burlado de él.
— Claro, Pads. Porque las chicas que no te dejan en paz dicen "nos vemos donde siempre"... oh. — Dijo leyendo lo que se encontraba en la nota, sintiéndose estúpido de pronto. Claro, no se le había ocurrido pensar en que el contrario tuviera una novia secreta. Hizo una mueca y se cruzó de brazos, sabía que no le debía nada pero aún así dolía, porque le gustaba y eso sólo significa que quizás el contrario se había enamorado lo suficiente para no ser un idiota. Maldición.
— No necesitas meterte en mis asuntos, Lupin. — La voz enojada de Black le hizo volver a la realidad, se veía abochornado y furioso. Le dieron ganas de gritar de indignación.
— ¿Yo me meto en tus malditos asuntos? Creo que no fui yo el que se portó como un jodido acosador cuando pensó que había algo extraño conmigo, ¿verdad? Aunque sabías que por alguna razón no quería decirles que era un estúpido hombre lobo. — Okay, eso era caer algo bajo pero estaba molesto, ¿quien se creía? ¿Por qué sus secretos eran más importantes? El moreno hizo un puchero, agarrando la nota y otras cosas que no alcanzo a percibir porque salió rápido de la habitación.
Ah, no. Sirius no huiría de esto porque ahora era Remus quien quería descubrir aquello que traía al contrario tan sospechoso. Le tomó algunos segundos decidir qué quería hacer y para cuando se asomó por la puerta, su supuesto amigo ya no estaba. Maldijo y corrió hasta la sala común donde seguramente James molestaba a Lily. Dicho y hecho, su amigo estaba ahí.
— ¡Prongs! ¿Me prestas el mapa y la capa? — Dijo apurado y James siendo James, accedió sin hacer muchas preguntas porque estaba embobado con la pelirroja que le pedía que se fuera. Encantador.
Una vez con ambas cosas, buscó al moreno en el mapa como un loco. Caminó rápido hasta la torre de astronomía, que era donde lo había visto, pero se detuvo a casi nada de llegar porque en el mapa Sirius no estaba solo.
Se leía en el papel el nombre de Regulus Black. Joder, ¿qué diablos estaban haciendo? ¿Era él con quien se había estado reuniendo? ¿Lo tendría amenazado y por eso no les había contado nada? Espera, Sirius, ya voy.
Después de eso, corrió el resto del camino hasta que llegó a la cima de la torre, abriendo dramáticamente la puerta, tratando de tener de su parte el factor sorpresa y con varita en mano para apuntar al menor de los hermanos. Ambos le miraron con cierto shook y Regulus alzó las manos en el aire.
— ¡Sirius! ¿Estás bien? Lo siento tanto, no se me ocurrió que ellos te tuvieran amenazado. — Sin dejar de apuntarle al Slytherin, se acerco a su amigo que lo veía entre impactado y nervioso.
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~A married life~
FanfictionLas etapas en la vida de pareja que Sirius y Remus experimentaron conforme el tiempo pasaba. (Historia soft para gente que leyó fanfics tristes y necesita un lugar donde les den azúcar, flores y muchos colores. El fic nació gracias a mi amada @ba...