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Echo una mirada a la parte de abajo del edificio, desde ahí se veía pequeño todo. Se dirigió a una esquina oscura en la que habían contenedores de basura y unos cuantos gatos. Había llegado el día en el que lo tenia que decir, no iba a decepcionar a su maestro. Se tiro de aquel edificio manteniendo su vista en uno de los gatos de ahí. Cayo, y antes de irse acaricio por momentos a aquel gato con una sonrisa. 


Salió calmadamente de ese lugar, en busca de aquel peliverde. Lo tenia que convencer. 






Se encontraba en su escritorio leyendo las noticias, algo de lo que se arrepentía. Estaba todo lleno de noticias con respecto a la U. A. y Katsuki en especial, algo que odiaba. Lanzo el periódico al piso y en vez de perder tiempo decidió estudiar, no podía perder el tiempo con estupideces.




Apenas después de terminar de cenar y lavar sus platos se cambio rápidamente su ropa y salió por la ventana de su habitación para reunirse con su amigo, le había dicho que tenia algo importante para decirle.


El peliblanco lo estaba esperando debajo de ese conjunto de departamentos, era algo de noche, y su madre no se daría cuenta, así que decidió que podrían caminar un rato por los edificios. El no sabia como hablarle sobre el tema, tenia miedo de que algo malo pueda pasar, ¿Pero que tal si no? No sabia que decir, el esperaría a que según el, se haga un buen momento.



Había pasado un tiempo, la conversación de alguna manera se había mantenido. Ambos decidieron sentarse en el techo de un edificio para sentarse y relajarse. Tenia que decírselo ahora, no podía alargar mas las cosas, no podía decepcionar a su maestro. Suspiro, intentando evitar los pensamientos de que podría pasar al responderle. 

Se armo de valor, e hizo que el peliverde lo volteara a ver, se acomodo tomando una mejor postura, e intentando disimular su nerviosismo decidió por fin decirle aquello que haría que todo funcionara.




"Sabes, conozco a unas personas...  La verdad me gustaría que las conocieras"



Se cubrió la cara con sus piernas para evitar la mirada del pecoso. Soltó una risita al ver a aquel estar tan nervioso, con sus manos separo sus piernas para poder ver su cara mientras le daba un abrazo que el mayor no tardo en corresponder.















*Revive a Maradona*

*Revive a Maradona*

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