- ¡Al fin! -. Exclamé soltando un suspiro con alivio mientras estiraba mis brazos y espalda.
Había sido un día bastante ajetreado en el trabajo, con bastantes clientes y uno que otro coraje -el estúpido viejo cascarrabias no había parado de intentarme ver los pechos bajo el maldito mandil-. Pero luego de todo
eso y de haber hecho una limpieza general al restaurante, al fin había llegado la hora de salir.- Fue un buen día de trabajo -. Dijo Rosa acercándose a mi y mirándome con una gran sonrisa en el rostro.
- La verdad es que si -. Le respondí con una sonrisa mientras me sacaba el mandil y tomaba mis cosas de detrás de la barra.
- Aquí tienes tu paga, señorita -. La mujer me tendió con su mano regordeta el fajo de billetes tan jugosos.
Yo los tomé sin rechitar mirándolos como si de unos deliciosos tamales se trataran. Esto, más las propinas, habían sido una muy buena ganancia del día. En serio valía la pena soportar el olor corrosivo del aceite y a clientes pervertidos por esta belleza.
- Muchas gracias, Rosa -. Le agradecí metiendo mi dinero en la mochila y preparándome para irme - nos vemos el lu...
- ¡Espera! -. Me detuvo la mujer de repente provocando que la mirara extrañada. Esta miró de forma discreta hacia la cocina y se sercioró de que su marido no estaba cerca - ¿Me puedes regalar un cigarro? -. Pregunto en un susurro.
Giré los ojos con diversión al ver la actitud tan infantil que tenía mi jefa. Siendo una señora de 40 años todavía tenía que esconderse de su esposo para poder fumar en paz.
- Claro -. Asentí sacando la cajetilla de la mochila y tendiendosela.
La mujer agarro el cigarro y se lo metió rápidamente con discreción dentro de su escote.
- Gracias -. Me susurro guiñandome un ojo - adiós Luz -. Se despidió subiendo por fin la voz.
- Adiós Rosa -. Le respondí agitando la mano en despedida - ¡Adiós, Joe! -. Alcé la voz para despedirme del señor.
Este asomó su cabeza por la ventana y agitó su mano también en despedida.
- Adiós, Luz. Ten cuidado de regreso a tu casa.
Asentí ante el gesto y sin más salí por la puerta.
Al salir ya era demasiado noche y no se encontraba ni un alma caminando por la calle. La verdad es que no me gustaba andar por esos rumbos tan tarde pero ya estaba acostumbrada a hacerlo todos los días de la semana.
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¿Cómo Me Llegaste A Gustar?
FanfictionBoiling Islands Village es un pequeño pueblo rodeado de un inmenso bosque, con pocos habitantes y en donde nunca sucede nada interesante. Entre esos habitantes se encuentran Luz Noceda y Amity Blight, dos chicas que no se llevan bien y que hacen to...