El viaje a Seattle (III)

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- ¡Muy bien, chicas! ¡más nos vale patearles el culo de nuevo a las de Glandus si no queremos que la profesora Lourdes nos haga dormir en el bosque! ¡ASÍ QUE VAMOS A GANAR! ¿¡ME OYERON!? -

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- ¡Muy bien, chicas! ¡más nos vale patearles el culo de nuevo a las de Glandus si no queremos que la profesora Lourdes nos haga dormir en el bosque! ¡ASÍ QUE VAMOS A GANAR! ¿¡ME OYERON!? -. Terminó Boscha su discurso motivacional.

Todas soltamos un estruendoso "¡Si!" con entusiasmo y determinación ante las palabras de nuestra querida capitana.

Al fin había llegado nuestro segundo encuentro con el equipo de Glandus. El ambiente que se respiraba en los vestidores era similar al de nuestro primer partido, con la gran diferencia de que ahora no me estaba cagando de los nervios y la preocupación por haber olvidado tomar el elixir -de nuevo me aseguré de que eso no pasara- y que tampoco estaba encerrada en uno de los baños escondiendome... Realmente no había sido un día muy divertido. Estaba nerviosa, eso no se podía negar, pero ahora sí me sentía muy emocionada por competir de nuevo con el equipo de Glandus.

Afuera se podían escuchar el inconfundible sonido de los aplausos, ovaciones y trompetas de los espectadores. Tal como había sido en nuestro primer partido, de nuevo con la diferencia de que todos esos festejos no eran para nosotros sino para los de Glandus. Ahora podía imaginarme como es que se habían sentido ellos cuando estuvieron en nuestra escuela siendo rodeados de puros Hexianos -jeje, se me acaba de ocurrir ese nombre-. Un poco de presión social, pero aun así eso no me desanimaba.

- Dime por favor que sí te tomaste esa cosa con sabor a mierda -. Susurró Boscha acercándose a mi - no quiero tenerte encerrada en un baño con dos cuernos gigantes y tener que ir corriendo por esa pócima.

- Relajate, no lo olvidé -. La tranquilice posando una mano en su hombro.

- Más te vale -. Me advirtió entrecerrando los ojos pero, con una ligera sonrisa en los labios.

- Oye, por cierto -. Llamé su atención recordando algo de repente - ¿por qué rayos querías rapar a Kelsie?

La pelirosa gruñó por lo bajo y rodó los ojos.

- Ni me la recuerdes -. Mascullo - la estúpida zorra barata se le ocurrió insultar a Willow ¡en mi cara! ¿Puedes creelo?

- ¿Enserio? -. Respondí sintiendome molesta con la pelirroja - ¿que estaba diciendo?

- Puras idioteces -. Escupió con coraje mientras sacaba una botella de agua y una toalla de su mochila - y también estaba criticando nuestra relación insinuando que yo solo quería estar con ella por la droga y Willow solo por la posición social -. Soltó un bufido - fue ahí donde no me pude contener y de no haber sido por Amity quien me estaba deteniendo y la profesora Lourdes que llegó poco después la hubiera dejado toda trasquilada a la perra.

Solté un bufido divertido al ver a Boscha así de sobreprotectora con Willow. Enserio se veía que se preocupaba mucho por ella.

- Carajo, enserio que quieres mucho a Willow -. Solté con una sonrisa - te tiene rendida a sus pies -. Me burle y en respuesta recibí un fuerte golpe en las costillas.

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