La Fiesta de Halloween

1.2K 97 153
                                    

Antes que nada les recomiendo que se consigan una meriendita, un refresquito o agüita para estarse hidratando porque este cap sí que es largo (aprox 14 000 y pico palabras)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antes que nada les recomiendo que se consigan una meriendita, un refresquito o agüita para estarse hidratando porque este cap sí que es largo (aprox 14 000 y pico palabras). Terquedad de la escritora por no hacer dos partes.

Pero les prometo que va a valer la pena ;)

.

Estaba dándole unos últimos retoques a mi maquillaje, sentada en la cama de Boscha y esperando a que esta saliera del baño -y a juzgar por el tiempo, iba para rato-. Después de aplicar el labial rojo sobre mis labios y asegurar que los colmillos estaban bien pegados comencé a inspeccionarme en mi espejo para darme un último vistazo. Conforme con el resultado cerré el espejo y me puse a guardar mis cosas dentro de mi mochila.

Al terminar de ordenar mis cosas y la cama de Boscha me quedé sentada en la esquina de esta, con las manos a mis espaldas siendo mi soporte para recargarme. Ya conocía cada rincón de la habitación de Boscha de las incontables veces que había venido desde que era niña, pero aun así me quedé observandolo con la intención de matar el tiempo. Su habitación no era tan diferente de la mía, con respecto a que era amplia, la cama estaba situada en el mismo lugar que la mía y tenía una ventana grande con un pequeño balcón de donde podía verse el paisaje -solo que la de ella daba directo a la calle-.

¿Las diferencias? Ella tenía una televisión de pantalla plana justo frente a su cama, en la cual, realizábamos incontables maratones de series y películas cuando no había nada mejor que hacer. A un costado de su cama y a la vista de quien entrara a la habitación había un estante con varios tipos de premios, reconocimientos y trofeos. Muchos eran de cuando Boscha era más pequeña, de concursos que había ganado en la escuela y hasta tenía un trofeo de un torneo de Karate de cuando estaba en la primaria. La chica siempre había sido extremadamente competitiva, hasta podía decir que mucho más que yo. Y a diferencia de mi closet, el de ella era un mundo desastroso, con ropa por ahí y por allá. Me daba tanta ansiedad verlo que evitaba por todos los medios posibles abrirlo.

Mi vista dio a parar hacia la puerta del baño, donde se podía escuchar movimiento así como el ligero sonido de alguna canción seguido de los tarareos de Boscha.

Sip, va a tardar mucho.

Me levanté de la cama y caminé hasta la ventana, escuchando en el proceso el sonido de mis tacones contra el suelo. Abrí la ventana y me senté en el pequeño balcón, dejando que gran parte del aire otoñal me diera directo en la cara y me causara un pequeño escalofrío. La sensación, en vez de hacer que me alejara, me relajó bastante.

Hoy era la tan ansiada Noche de Brujas, o también conocida como Halloween. La noche se sentía en cierto modo mítica, como si fuera consciente de la fecha, y la Luna Llena brillaba con todo su esplendor en lo alto del cielo. No pude evitar admirar el decorado de algunas casas, unas más sencillas y otras que enserio se metían demasiado en el papel -unas bien podrían tratarse de una escena del crimen sin problema-. Había niños disfrazados de distintas cosas: hadas, momias, super héroes, monstruos feroces, entre otras cosas -estoy casi segura de que vi a un niño disfrazado de cartón de leche-. Estaban caminando en grupo de amigos o con sus padres llendo de casa en casa para conseguir dulces.

¿Cómo Me Llegaste A Gustar? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora