Boiling Islands Village es un pequeño pueblo rodeado de un inmenso bosque, con pocos habitantes y en donde nunca sucede nada interesante.
Entre esos habitantes se encuentran Luz Noceda y Amity Blight, dos chicas que no se llevan bien y que hacen to...
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Espero estén preparados para leer un cap de más de 10 000 palabras jeje.
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¿Esta es la casa de la bruja de Boiling Islands Village?
Dentro de la casa todo parecía viejo y descuidado: desde los sillones de color rojo de la sala algo rasgados y descoloridos hasta la pequeña mesa del comedor que parecía que en cualquier momento se iba a desmoronar. Había zonas en las paredes que necesitaba urgentemente una pasada de pintura y donde la humedad ya la había invadido por completo. Y si la casa no se podía ver mucho peor también se le tenía que agregar el hecho de que estaba llena de cajas y envoltorios de FedEx y Mercado Libre por todas partes.
Lo único que parecía bastante nuevo y que desentonaba en toda la casa era una computadora Apple último modelo que estaba sobre un escritorio cerca de la sala.
Oh, claro. También olvidé mencionar los objetos extraños que había también por todas partes, desde enormes cuernos de algún tipo de animal -o eso fue lo que creí- hasta frascos con contenidos extraños y con nombres aún más extraños -Dios, estaba segura que en uno de ellos habia leído que decía "Polvo de Duende Tibetano"-.
Ahora no estaba segura si de enserio estábamos dentro de la casa de una bruja o de una mujer con obsesión con las compras por Internet y amante de las cosas extrañas.
Lo que llamó más mi atención fue un largo bastón recargado en la pared el cual tenía tallado la forma de un pequeño búho en la punta.
- Quiten alguna de las cajas si quieren sentarse en los sillones o... Pónganse donde sea -. Ofreció la mujer de una forma para nada amable y solo apuntando con su dedo a donde decía - No toques nada, mocoso. Es un producto caro y lo tendrás que pagar si lo rompes.
Gus dio un brinco asustado y se alejó rápidamente de lo que parecía ser una enorme piedra verde que desprendía una luz algo espectral, aunque parecía ser que su miedo a la bruja no era tan grande como para tener el descaro de tomarle una foto con su celular de forma discreta.
Los cinco nos acercamos con algo de inseguridad hasta los viejos sillones llenos de cajas y cada quien intentó hacerse un espacio ahí, yo por mi parte opté por sentarme en una silla de madera acolchonada, como una tipo mecedora -la cual esperaba que no se rompiera en el momento en que me sentara-. Los demás se acomodaron en los dos sillones que había ahí.
- ¡Wow, wow, chica! -. Exclamó la mujer tomando con sumo cuidado la caja que Boscha tenía en sus manos - este paquete contiene material explosivo y tiene que llegar intacto hasta Texas... ¿Era este? -. Se quedó unos momentos analizando la caja para luego encogerse de hombros - como sea, no lo recuerdo.
La chica abrió sus ojos con miedo y, en vez de sentarse donde lo iba a hacer, se mantuvo de pie intentando alejarse de cualquier paquete que estuviera cerca. Los demás también hicimos los mismo con el temor en nuestros ojos.
