A mí me gustaba ir casi todos los días a la playa, pero algo o alguien, no recuerdo bien, lo intento pero por ahora seguiré con mi vida normal, normal no sería la palabra, sería mejor la palabra rutina, ya no sé qué es normal.
Aprendí que la vida no gira alrededor de una persona en especial, porque la suerte o el amor o lo que sea no gira a tu alrededor solamente, tienes que abrirte y compartir tus opiniones, sentimientos. – había dicho mi psicóloga. Y la verdad tiene razón porque yo ya no era la misma que comentaba todo, solo lo que era necesario.
Yo con 20 años había aprendido aquello a la fuerza, recuerdo una vez que le dije a mi madre que me quería salir de la universidad, ella tenía razón que tal vez estuviera equivocada al tomar esa decisión pero después le explique lo que quería y anhelaba, después ella comprendió.
Luego de unos días de aquella conversación, me mude a Nueva York, ya se que suena como es increíble que lo haya hecho, del sol y la playa de California a la ciudad que nunca duerme y al frio invierno.
***
Me levante y me arregle para ir al gimnasio, Caleb mi mejor amigo y Valeria seguían dormidos, a veces se me unían a ir al gimnasio a las 8 de la mañana, mi turno de trabajo empezaba a las 10 de la mañana, una hora gym, después organizaba el apartamento un poco, con mis roomies y me organizaba para ir al trabajo.
Las 10 de la mañana llego rápido y ya estaba en mi escritorio en la Editorial Flower, soy asistente de la señorita Kavanagh, su nombre Chloe, una mujer muy independiente, joven, no le gusta dejar nada pendiente y productiva, por ese lado me tenía a mí, que organizaba su agenda.
- Lucy querida, cancela todas las cosas que tenga en la agenda está tarde y aplázalas. – dijo Kavanagh.
-Ya mismo.-dije.
Reacomode su agenda en mi computador y el teléfono sonó y me asusto pero conteste.
-Buenos días, habla con la asistente de la señorita Kavanagh, ¿En qué le puedo ayudar?
-Buenos días, le puede informar por favor a la señorita Kavanagh, que su querido esposo la vino a recoger.
-Por supuesto señor.
- Gracias Lucy.
- No hay de qué, hasta luego señor Kavanagh.
Colgué y me dirigí a la oficina de Chloe.
Toque la puerta.
-Siga.
- Él señor Kavanagh la espera y su agenda está libre, la reacomode tal y como usted pidió.
-Gracias, Lucy no sé qué haría sin ti y toma la tarde libre, te lo mereces.
Chloe, se levantó de la silla y se acercó y me dio un abrazo.
-Muchas gracias señorita.
-Tú tienes que salir a disfrutar tu vida también.
Chloe salió y como todavía me faltaba una hora para salir, me dedique a contestar correos.
Media hora después entre a mi correo personal, conteste dos correos y lo seguí mirando por un rato pero no había nada interesante, luego fui a imprimir dos contratos para los escritores que iban a contratar.
Los organice, los deje en la oficina de la señorita Kavanagh y la cerré.
Revise unas últimas cosas en mi computador y lo apague. Y salí del editorial y empezó mi tiempo libre.
Llamé a Grace:
-Hola, tanto tiempo sin vernos -dije.
-Es tan cierto, a las 4 de la tarde salgo del trabajo por si quieres ir a tomar un café conmigo.
-Para eso te llamaba y ¿a la cafetería de siempre?
-Por supuesto Lucy, nos vemos.
-Adiós.
Me fui directo al apartamento y preparé mi almuerzo.
A la media hora, me di una siesta.
Me desperté, vi la hora y me levanté justo a tiempo para organizarme.
Me di una ducha rápida, me maquille, me deje mi cabello rubio suelto pero me hice unas ondas.
Tome el subterráneo, me senté y puse música con mis audífonos.
Al rato llegue a la estación cercana a la cafetería y subí las escaleras, desde la entrada ubique a Grace sentada con un chico.
Me acerque a ella.
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Enamorada de un millonario [EDM #1]
RomanceLucy cuando tenía 16 años le ocurrió algo, un día en la playa, no recuerda bien lo que pasó. Un día ella conoce a Dash y se enamora de él, tal vez él le ayude a enfrentar esa parte de su pasado. Actualmente trabaja de asistente en una editorial en N...