Capitulo 8

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Pasé el miércoles todo el día con Dash, la pasé increíble a su lado, dimos un paseo por carretera.

Dash me contó que no había hecho un paseo así, con ninguna de sus anteriores novias y que no ha tenido una desde que se graduó de la escuela secundaria.

Se concentró mucho en hacer crecer sus empresas, que se le olvidó concentrase en alguien más y algo más que sus preocupaciones, me encontró y quiere tener más tiempo libre para pasarla conmigo.

En esa parte fue bastante romántico y Dash cada vez me hace sentir especial.

Yo quiero pasar cada minuto con él, pero lástima que no se pueda porque gracias al universo tenemos un trabajo que nos gusta.

Pero cada minuto que pasamos juntos, lo disfrutamos.

Tuvimos nuestra primera pelea tonta, pero lo hablamos y después de eso, nos besamos.

***

Mañana es el baile de la recaudación de fondos, al que nos invitó Sara, la madre de mi precioso Dash.

Valeria y yo vinimos a comprar accesorios, para que combinarán con mi vestido, que está en mi vestidor, en el apto de Dash.

Valeria ofreció a maquillarme, ambas iremos al apto de Dash, creó que debería llamarlo de Dash y mío, porque paso más tiempo haya que en mi casa, pero prefiero decir que es de Dash, porque no me he mudado allí.

Después de una hora, tenemos los accesorios listos.

-Lucy, acompáñame a comprar unas cosas de maquillaje.

-Enseguida te alcanzó, iré al baño.

-De acuerdo, si algo me llamas.

Siento que me siguen, pero lo ignoró.

Entro al baño y todos los baños están ocupados, estoy haciendo fila pero menos mal solo hay tres mujeres.

Después de unos minutos, es mi turno.

Salgo, voy a buscar a Sephora a Valeria.

Siento que me están mirando, observó a la chica.

Luce elegante, es morena, ojos color miel y un hermoso cabello rizado.

Me acercó a ella.

Estoy a unos pasos de estar al frente de ella, pero llega un hombre alto, con barba, luce como un empresario, tiene ojos grises, cabello negro, largo.

Cuando él me observa, me voy caminando rápido hasta el ascensor.

Apretó el número 4 y subo.

No sé porque no les dije nada, sino que impulsivamente hui de ellos.

Entró a Sephora y Valeria ya está pagando.

-Lucy, me tenías preocupada, ¿ocurrió algo?

Valeria coge su bolsa y entramos a un Starbucks.

Pedimos malteadas de fresa.

Le cuento todo lo que me pasó hace unos minutos.

-Puedes ser que tu cuerpo haya reconocido a esas personas, de tu pasado y no lo recuerdas.

-Puede ser Vale, tienes un buen punto y tal vez haya ocurrido cuando sufrí ese trauma.

Las malteadas llegan y charlamos más acerca del tema, mientras las bebemos.

Paso toda la tarde con Valeria, aprovechando que es su día libre.

Llega la noche y ya estamos en casa.

Enamorada de un millonario [EDM #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora