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—¿Realmente regresarás? —pronunció para el aire mientras sus delgados dedos acariciaban con cuidado los rubios cabellos de su perro, el cual había dejado de ser un cachorro hace años, específicamente diez años.

Goldie soltó un lastimero sollozo al sentir la mano detenerse y temblar un poco, a pesar de que su mente canina no era tan inteligente como la humana, entendía la profunda tristeza que sentía su rubio dueño, especialmente al oírlo llorar durante las noches.

Realmente deseó poder hacer algo, pero era un perro después de todo y estaba viejo, muy cerca del final de su vida. Tan solo deslizó su cabeza con las orejas agachadas sobre el pecho de Naruto, dejando que este se aferrará a él con fuerza y soltó un sollozo acompañando el de su dueño, a pesar de que no entendía su tristeza.

Teme's TextDonde viven las historias. Descúbrelo ahora