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 Aviso: esta parte incluye descripción gráfica de sangre, por lo que recomiendo discreción. ꒰°͈ ᵋ °͈ ꒱↝

〖 〄 〗

Los relámpagos parecían gruesas venas entre las oscuras nubes de tormenta, las cuales se aglomeraban alrededor de una alta montaña carente de vegetación. Itachi miraba la silueta violeta de su hermano menor, mientras sus uñas se incrustaban sacando sangre de sus manos, la preocupación y frío hacia temblar su cuerpo conforme los relámpagos empezaban a arremolinarse encima de Sasuke. 

—Parece que planea reducir el impacto de los rayos con la caja torácica de su Susanoo. Solo tiene 675 años y aunque no ha logrado construir el esqueleto completo, su habilidad es bastante sólida. Fugaku-sama realmente tiene dos hijos prodigios —comentó un anciano de la familia Uchiha, quien miraba como los huesos eran formados y reforzados. A su lado, Kakashi negó suavemente y apretó con más fuerza el agarre que tenía en el hombro de Itachi, temiendo que este perdiera el juicio y fuera a auxiliar a su hermano. Ganó una mirada de un par de desesperados ojos oscuros, decorados con una ansiedad profunda. Quiso abrir su boca para decirle que Sasuke estaría bien, que todo saldría bien, pero no estaba seguro; después de todo, casi el 25% de las deidades no sobrevivían al juicio de ascensión y Sasuke aún no había sanado completamente.  

—Itachi, todo- —el estruendoso rayo lo ensordeció por unos segundos y fue cegado completamente por el relámpago del tamaño de un puño que no logro destruir la defensa de Sasuke: se había salvado del primer rayo. Lo mismo ocurrió con el segundo rayo y el pecho de Itachi se llenó con orgullo sin poder evitarlo. 

La estructura torácica finalmente cedió ante el tercer relámpago, siendo reducido a nada más que cenizas blancas arrastradas furiosamente por los fuertes vientos que arremolinaban más nubes cargadas con tempestad. Sasuke maldijo sin daños mayores, tenía la esperanza de que por lo menos resistiría hasta el cuarto rayo. Respiro hondo, sus manos temblaron y apretó sus ojos y mandíbula con fuerza cuando sintió como el cuarto relámpago perforaba su piel, quemándola. Un quejido escapó de sus labios, su cuerpo casi cayendo hacia atrás por el impacto. Volvió a su posición de loto, empezando a sanar sus heridas con chakra y creando una barrera a su alrededor para protegerse del gélido frío que penetraba sus huesos. 

El quinto rayo logró lo que el cuatro no pudo; su piel fue calcinada casi hasta sus huesos, su grito fue opacado por la agresiva ventisca. Apretó su mandíbula con fuerza, tragando con fuerza varias pastillas medicinales y volviendo a sanar sus heridas como podía, preparándose para el sexto rayo. Este siguiente rayo trajo consigo una onda de dolor que sacudió por completo su esqueleto, pero era aún tolerable. Fue el séptimo rayo que lo hizo dudar de si iba a sobrevivir a la catástrofe; el dolor penetraba en lo más profundo de sus huesos, sentía como los volvía añicos y la cálida perdida de sangre no se detenía.

Cuanto el penúltimo rayo desciendo sobre la masa sangrante en la que se había tornado su cuerpo, Sasuke advirtió como su corazón se detuvo por un instante. Inhalo profundamente, movilizando su escasa energía espiritual alrededor de su cuerpo para formar una barrera y espero al último rayo. Si podía sobrevivir el juicio, entonces existía una posibilidad mayor de ver a Naruto nuevamente y eso era una motivación más que suficiente para aguantar la tempestad. 

—¡A la mierda Kakashi, suéltame! —Itachi forcejeo con el Hatake, quien lo había sometido a la fuerza. 

—¡Incluso si fueras allá, ¿de qué demonios serviría Itachi?, no es como si pudieras desaparecer el rayo y solo enojarías a los cielos y harías más fuerte el rayo! —Obito intentaba razonar con el menor en vano, pues Itachi estaba convencido de que su hermano no aguantaría el último rayo con su actual estado y la idea de perderlo para siempre lo enloquecía. 

Los cielos rugieron con furia excepcional, incluso para un juicio de ascensión, las nubes casi asemejaban un tornado en lo que parecía comprimirse todas las venas eléctricas en un último relámpago. El destello del noveno rayo acallo por completo los gritos y escándalo, sacudió la tierra debajo de los pies de Itachi quien miraba horrorizado como un rayo de tamaño anormal descendía sin piedad alguna sobre su hermano. De repente, un pequeño destello naranja se adentró en la blanca inmensidad del destello y el ruido del impacto eléctrico sacudió la montaña e incluso más allá de esta. 

Sasuke pensaba en el dolor de sus huesos, pero más en Naruto, pensaba en que por lo menos había intentado superar reencontrarse con él y que iba a entenderlo, pero dudaba si iba a perdonarlo. Cuando sintió la descarga acercarse, apretó sus dientes con fuerza y cerró sus ojos de igual manera, exhalando lentamente mientras esperaba el dolor. Escuchó la explosión, pero no sintió el rayo destrozar lo que le quedaba de cuerpo. 

—¿Huh? —su cerebro apenas logro procesar lo que pasaba cuando Sasuke sintió a su cuerpo ascender y ser envuelto con una calidez poco común del gélido invierno. Sus heridas sanaron con la luz de los cielos, sus huesos reforzaron y su carne regenerada. Hubiera reído como un desquiciado si no fuera porque su garganta ardía, probablemente por la sed. Su cuerpo descendió, pero no fue depositado en los suelos, sino sobre un par de brazos. Escuchó algo deformado en lo que sus ojos se acostumbraban para ver a lo que tenía al frente. 

Una esponjosa cola se movía de un lado a otro, casi hipnotizando a los aclarados ojos del Uchiha. Girando lentamente su cabeza hacia el dueño la calidez que lo abrazaba, casi atemorizado, Sasuke dejo escapar un gimoteo cuando vio el rostro de la persona que tanto extrañaba. La inicial sorpresa fue suplantada casi al instante con ira, seguido de un fuerte golpe directo a la frente de Naruto, quien se quejó y amenazó con dejar caer al Uchiha. 

—¡Usuratonkachi!, ¡dobe! —esas y cien maldiciones más escapaban de la boca del Uchiha con velocidad impresionante, cada maldición que conocía fue escupida, y abruptamente fue acallado por una tos fuerte que hizo arder su garganta. Naruto le extendió dócilmente un envase con agua que acepto sin reprochar. Sasuke se sentía más calmado ahora; avergonzado dejo que el rubio cobijará su desnudo cuerpo (pues los rayos habían destruido sus prendas) con el abrigo que llevaba. El Uchiha curioseó los bordados de la prenda color melocotón, notando el bordado dorado de espirales en los anchos bordes de la manga. Reconoció aquella prenda y antes de que pudiera indagar, Naruto ya había respondido. 

—No soy un humano, y pertenezco al reino de Xuanwo.

En esos momentos, el Uchiha no sabía si llorar de felicidad y abrazar a su pareja con fuerza para repetirle cuanto lo amaba o meterle un puñetazo al imbécil por no haberle aclarado eso antes. 

〖 〄 〗

 ¡Hey, acá la escritora! Les di un final más feliz de lo que planeaba, jaja... No quería que se pusieran tristes o me lincharan. En fin, espero hayan disfrutado esta parte del libro al que planeo darle una segunda temporada o algo así¿?. Aunque creo que no a muchos les agrado que unos simples chats se volvieran en una historia de dioses, aprecio el apoyo que le están dando a la historia. Gracias por sus votos, comentarios y paciencia con las actualizaciones. (*'꒳'*)♡

Teme's TextDonde viven las historias. Descúbrelo ahora