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Sus músculos se relajaron contra la suave bata de algodón blanco que abrigó su cuerpo del gélido viento. Cabellos azabaches mojados se pegaban con su cuello expuesto, sus dedos arrugados por el tiempo en el baño caliente e inhaló por un largo tiempo el cómodo viento frío. Decidió que se había relajado lo suficiente, y que tenía un tiempo para meditar antes de irse a la cama.

El pánico golpeó su corazón cuando llegó a su habitación vacía. Sus ojos oscuros buscaron desesperados a su pareja, detrás de los muebles y en cada esquina del techo. Encendió las luces con un movimiento rápido, esperando que con la iluminación encontraría lo que buscaba, pero no. No había rastro de Naruto. Hasta que fue a revisar la cama.

Iré a ayudar a Kakashi y luego a robar unos dulces de la cocina. Espérame en la cama. :)

Este idiota iba a matarlo uno de estos días con sus pendejadas.

Dejando que el temor inicial se drenará de sus tensos músculos, suspiró al ver el montón de plumas que perdió en su momento de estrés. Mandaría a Naruto a limpiarlas, sería su castigo por irse sin decirle nada. Si, eso haría.

〖 〄 〗

No fue una buena noche para el líder Yamanaka. Aún tenía que reparar los daños causados por el incendio, compensar las heridas causadas en la persecución y descubrir la verdad del robo. Decidió que lo mejor sería invitar a los líderes presentes para discutirlo de manera diplomática en una sala de reuniones.

—Precisamente, ¿qué artículos fueron robados? —la suave voz de una mujer preguntó, ella parecía estar relajada a pesar de la tensa atmósfera a su alrededor.

—Un fragmento de un sello —Inoichi frunció el ceño al decirlo, agregando su opinión—, no es nada importante y ni siquiera es un sello completo, así que no entiendo porqué fue lo único que se llevaron.

—Posiblemente, ellos intentan conseguir el sello entero —la mujer de antes infirió, sus largas uñas golpeando suavemente la mesa mientras pensaba con todas las miradas sobre ella—. No son débiles y parecen saber lo que hacen, por lo que no son personalidades simples. Lo mejor será advertir a los demás, si están recogiendo los sellos en secreto, es posible que algo oscuro se está tejiendo con ellos.

—La familia Uzumaki siempre han sido excelentes con el arte del sellado —intervinó otro hombre quien acercó un vaso de agua a la dama—, tal vez podríamos consultarles sobre este. Si es que aún recuerda el patrón, claro.

—Creo que todos estamos de acuerdo de que es sospechoso que el robo se haya cometido en el mismo día que los príncipes herederos llegaron —comentó uno de los señores aún con sangre seca en su boca—. No sería inteligente pedirle ayuda a la familia Uzumaki si es que Naruto Uzumaki también está involucrado en esto. Podríamos interrogarlo.

—Patrañas —espetó la dama, dándole una mirada feroz al hombre al bajar su vaso de agua a medio tomar—, eso no tiene sentido.

—¿Porqué sospechas solo del Uzumaki y no del Uchiha? Parece que tienes una preferencia —intervinó nuevamente el hombre, parándose entre el campo de visión de la mujer y el otro hombre—. Mi hermana tiene razón, son príncipes y no estúpidos, no se ensuciarían las manos robando.

—Hubo un incidente interno aparte del incendio —Inoichi retomó la palabra tras un tenso silencio, recibiendo numerosas miradas curiosas que dirigió hacia la mujer a su lado con un gesto.

—Hay un mentiroso entre ustedes y voy a averiguar quién es —Ino sentenció sin previa charla, sus ojos azul pálidos amenazantes al escanear a cada uno de los presentes.

—Princesa Yamanaka, entiendo que esté alterada pero necesito que nos expliqué bien lo que ocurre.

—Alguien de entre ustedes intentó reclamar la vida de esta princesa y nadie se irá de aquí hasta que descubra quién fue.

Teme's TextDonde viven las historias. Descúbrelo ahora