🌠Permite que sea tu héroe🌠 BNHA

Capítulo 21. Entre Sueños Y Esperanzas.

Izuku sabía lo que debía de hacer, se acercó a su amigo, de cabello cenizo, no pudo mantener sus lágrimas, quería evitar llorar pero no podía.

Izuku - Kacchan, y-yo necesito pedirte un favor, por favor cuida de mi hermano Keigo - tomo las manos del cenizo, deposito un beso en su frente -

Bakugou - ¡¿Pero que tonterías dices Deku?! - estaba tratando de procesar aquello, se estaba imaginando lo peor, el no poder respirar correctamente no le permitía moverse a como quería -

Él pecoso soltó las manos del cenizo, miró a su hermano unos pequeños segundos, veía como este sufría, sabía que no tenía más tiempo, ya no.

Izuku - Te amo Keigo, te amo Kacchan, adiós - sonrió tristemente -

Se alejo un poco de ellos, él sabía lo que debía de hacer, simplemente lo sabía, de una manera casi divina el cuerpo del pecoso se iluminó, sus alas rojas habían pasado a tener un color blanco tan puro, sonrió una última vez.

Miró a Bakugou y a Keigo una última vez dedicándole a ellos aquella radiante sonrisa, sus lágrimas habían parado, pero no quería decir que no estuviera triste, su cuerpo se iluminó por completo y desapareció, pero así como el pecoso había desaparecido la tierra estaba volviendo a la normalidad, repentinamente aquella fauna muerta cobraba vida, a la par que el aire se volvía respirable de nuevo, el agua volvía, el suelo regresaba a la normalidad, el chico de bellos ojos esmeralda había muerto, había dado su vida a cambio de la vida de la tierra, y sobre todo ser vivo que la habitaba, pero algo curioso había pasado, todos aquellos que habían sido heridos por aquel chico de cabello negro, se habían curado casi como por arte de magia, al igual que las heridas de Keigo sanaban.

En cuanto pudieron moverse de nuevo, Bakugou busco desesperado a Izuku, lo mismo hizo Keigo, hasta que una persona se acercó a Keigo tomándolo del hombro, era la persona que le había ayudado a conseguir el expediente de Izuku, este miró a Keigo su expresión denotaba tristeza, este negó con la cabeza, extendió un documento en las manos del joven alado, Keigo lo supo, era inútil seguir buscando, leyó aquel documento, y no pudo contener más sus lágrimas, Bakugou le miró, en cuanto lo vio llorar sabía que algo estaba mal, se acercó de manera brusca arrebato aquel documento de las manos de Keigo, poso su vista en todas aquellas palabras escritas, y fue ahí cuando supo del por qué aquel joven adulto lloraba, sabía que Izuku ya no estaba entre ellos.

Aquel amigo de Keigo, llamó la atención de ambos, les explicó que debían de ir a un lugar lo más rápido posible, que no perdieran el tiempo, les dio un portafolio, y prácticamente los corrió del lugar, este se quedó, se adentro en lo poco que quedaba de la base, entró a una habitación y presiono aquel botón que destruiría todo lo que estaba ahí, ya estando algo lejos Bakugou y Keigo oyeron aquel estallido, no había tiempo que perder, se dirigieron a una base secreta oculta, al entrar solo había una pequeña habitación.

Encendieron la luz, les extraño que no hubiera nadie ahí, pero fue cuando notaron un pequeño contenedor, adentro había algo que los dejó más que sorprendidos, era un bebé, pero no cualquier bebé, era uno pequeño con mechones verdes, y unas adorables pecas, Keigo registro el lugar, entró papales que explicaban lo que estaban haciendo en ese lugar, el bebé que estaba en el contenedor no era nada más ni nada menos que un clon de Izuku, pero a diferencia del pecoso a este pequeño ser solo le habían colocado dos quirks que desarrollaría a futuro, pues su crecimiento sería como el de una persona normal, Bakugou dreno todo aquel líquido del pequeño estanque, tomó al pequeño en brazos, miró a Keigo.

Bakugou - Idiota, tenemos que llevarnos a este bebé lejos de aquí, no importa abandonar mi sueño de ser un héroe - estaba decidido -

Keigo - Tienes razón - sonrió ligeramente, todo estaba pasando tan rápido -

Salieron de aquella pequeña base, Keigo llevaba al pequeño bebé en brazos este estaba dormido, Bakugo usando su quirk destruyó aquel lugar junto con el maletín que les habían dado, ya sabían todo lo que tenían que saber, por lo que ya no era necesario, se fueron de ahí lo más rápido posible, las cosas estaban regresando a la normalidad, esperaron unos cuantos días, empacaron solo lo necesario, Bakugou se despidió de sus padres, abandono la academia.

La razón podía no ser lógica, pero Bakugou quería darle una vida tranquila a aquel bebé, quería que este fuese feliz, que pudiera vivir lo que Izuku no pudo, por ello dejaba todo atrás, tenían que irse, había salido a la luz todo lo que la organización de héroes había hecho, más que nada sobre lo ocurrido con el sujeto experimental 0, ya que Bakugou y Keigo se habían encargado de destruir todo lo referente a Izuku, es así como Keigo y Bakugou estaban ahora abordando un avión que los llevaría al extranjero, pues necesitaban un nuevo comienzo, y un hogar para él pequeño que prometieron que harían feliz.

6 años después...

Habían pasado seis años desde todo aquello, algo que parecía tan lejano, como si nunca hubiera pasado, un joven adulto de cabellera ceniza, se encontraba a las afueras de una escuela primaria, varios niños salían de esta, un pequeño pecoso de mejillas algo regordetas y cabello esponjoso salió corriendo, sus pequeñas alas rojas eran llamativas.

?? - ¡Mamá viniste por mi! - él pequeño niño corrió a los brazos del cenizo -

Katsuki - ¿Cuantas veces te he dicho que no me digas mamá en público Izuku? - miro al pequeño que tenía en brazos -

Izuku - Lo siento... Es que me hace feliz cuando vienes por mi mamá - sus ojitos estaban húmedos, quería evitar llorar -

Katsuki - Tsk... Ya no importa, de todas formas ya todos te oyeron así que da igual - beso la mejilla del menor -

Izuku - Mamá, ¿por qué papá no vino contigo? - jugo con sus manitas siempre le ponía nervioso hacer preguntas así -

Katsuki - Pues él muy tarado de tú padre, esta trabajando - iba caminando con el pequeño en brazos, no lo podía negar era un niño consentido -

Mientras caminaba rumbo a su hogar, fue sorprendido por Keigo quien se llevó una explosión en la cara por asustar al pequeño Izuku, quien fue consolado por el peli cenizo, Keigo se disculpo, parecían una pareja normal, estaban casados si, pero no había amor, al menos no de pareja, ambos se habían propuesto a hacer feliz al pequeño Izuku, actuaban como si fueran una pareja, por que querían darle una familia al pequeño de ojos verdes, querían hacerle feliz, querían verle crecer, querían hacer todo lo que no pudieron por el verdadero Izuku.

Ante los ojos inocentes del pequeño ellos eran sus padres, Katsuki era su mamá y Keigo su papá, vivían en una casa grande de tres pisos y un gran jardín, Katsuki no amaba a Keigo, pero eso no evitaba que de ves en cuando tuviera cierto tipo de intimidad, que se besaran a veces en frente del menor, besos sin amor, pero que parecían que de verdad se amaban, por que ellos simplemente querían que su pequeño fuera feliz.

Ante los ojos de Izuku, Katsuki su mamá era él mejor, siempre le cocinaba lo que más le gustaba, le llevaba a jugar, y nunca dejaba que otros niños lo molestarán, su mamá era su mayor ídolo, su padre estaba a la altura de su mamá, su papá era su héroe, estaba orgulloso de que su padre fuera un héroe pero para él, era el mejor héroe de todo el mundo, desarrollo una  gran admiración hacia su padre, una tan similar como la que el verdadero Izuku había desarrollado hacia All Might.

Katsuki a veces veía reflejado en aquel pequeño que era su hijo, a Izuku Midoriya, al igual que él su pequeño empezó a hacer cuadernos donde anotaba los quirks de los héroes, hacia intento de dibujos sobre los mismos, aunque en realidad recibía mucha ayuda departe del cenizo, quien le apoyaba en todo, mantenía aquel carácter explosivo, pero con Izuku procuraba o evitaba tenerlo, pues no quería cometer los mismos errores del pasado, esta vez quería enmendar todo aquello que había hecho, por eso buscaba la felicidad de su amado hijo.

Por qué Izuku Takami era él amado hijo de Katsuki y Keigo, él tendría todo lo que Izuku Midoriya no pudo tener en vida, tendría todo el amor que merecía, y la vida que debía de tener, por eso ambos se habían prometido cuidar, a ese pequeño de ojos esmeralda, su mayor orgullo de ambos.