Infiltra2 [KaiSoo] [HunHan]

10. El pacto

Habían pasado dos días desde el último encuentro de Zhang YiXing con su peor pesadilla Wu YiFan. Con la ayuda de su primo LuHan quien se encargaba de curar sus heridas y cubrir sus golpes con alguna crema que al parecer disminuía el dolor, el victimizado se sentía mucho mejor.

Era tarde en la noche y se encontraba en la habitación del más pequeño mientras este terminaba de frotar la crema en la parte derecha de sus costillas.

—No sé por qué dejas que te haga esto. —habló LuHan sin perder la concentración de lo que estaba haciendo.

—Sabes que no puedo hacer mucho; o me dejo hacer o el señor Wu se encargará de matarme de una buena vez y luego tú serás su próxima víctima.

—Me haces sentir culpable... —el pequeño intentó hablar, pero su discurso fue detenido por el mayor.

—No fue mi intención LuHan. ¡Discúlpame! —YiXing llevo la punta de su dedo índice hasta la mejilla de su primo e hizo que sus miradas se cruzaran. A pesar de no haber confesado nunca sus sentimientos por el pequeño una sola mirada era suficiente para que LuHan entendiera todo—. Sólo lo hago para protegerte. No soportaría que pasaras por todo este sufrimiento. Conmigo ya es suficiente.

—Ya no soy un niño Xing. —LuHan se separó de él y se levantó de la cama mostrando un poco de indignación en su rostro—. Ya soy un hombre. Me puedo cuidar sólo.

—Eres ingenuo. —habló sin pensar—. El mundo real es cruel Lulu. Hay muchas personas allá afuera que son malas y no se lo pensarían dos veces antes de dañarte. —se acercó a él y acuñó el perfecto rostro de porcelana entre sus manos—. No soportaría saber que algo malo te sucede y que yo pude haberlo evitado.

—Hablas de las personas de allá afuera como si todas fueran demonios. ¿No te acabas de dar cuenta que estamos rodeados de los peores de todos? — su voz era suave, pero clara—. El señor Wu no es precisamente un santo. Mira cómo te tiene.

LuHan tomó la mano del mayor y lo llevó hasta el espejo que tenía en la cómoda de su habitación. El mayor no pudo evitar soltar un gemido de horror al ver su reflejo. Ambos labios estaban rotos y las cicatrices parecían que no se curarían muy pronto. En su mejilla izquierda se podía apreciar la acumulación de la sangre debido a un golpe el cual ya estaba cambiando de su usual tono negro a uno verdoso. A todo esto, se le podían sumar algunas cicatrices antiguas que eran claramente visibles como esa que claramente se veía encima de la ceja izquierda, al parecer era una de las más recientes de las últimas visitas de YiFan; o una cicatriz en la quijada donde se podían apreciar las puntadas de la piel cosida.

Una lágrima traicionera se deslizó a lo largo de su ojo derecho hasta perderse en la comisura de sus labios. YiXing sintió el sabor salado y entonces se dio cuenta que estaba llorando. Estaba tan roto que hasta ese momento no se había detenido a pensar cuán jodida tenía la vida.

LuHan lo abrazo por detrás. Esa era su manera de reconfortarlo ya que sabía los sentimientos de su primo hacia él y aun así no podía retribuirle. ¡Maldito corazón insensible!

Un rato después, yacían en la cama mientras LuHan le hacía mimos a su primo en el pelo. Poco a poco y con el silencio de la noche ambos fueron cayendo en un tranquilo sueño.

Un ligero toque en su hombro llamó la atención de Zhang YiXing sacándole del delicioso sueño que estaba teniendo mientras abrazaba sobreprotectoramente a su primo pequeño. Intentó ahogar un grito lo mejor que pudo al ver delante de él a la persona que menos se esperaba.

Wu YiFan le llamaba en silencio haciéndole señas con el dedo índice para que le siguiera fuera de la habitación. Sin moverse mucho en la cama para no despertar a LuHan, YiXing se levantó con el miedo tatuado en su rostro. Usualmente YiFan lo dejaba descansar tres o cuatro días después de cada sesión, pero ya habían pasado dos, así que YiXing era un iluso si pensaba que le daría más días para su completa recuperación. Él sabía lo que estaba a punto de suceder.