Alex
La sonrisa crece en mis labios sin previo aviso y en la piel desnuda de mi espalda sé que Phoebe también está sonriendo. Nuestros cuerpos aún están un poco mojados por culpa del lago. Phoebe se aparta y puedo sentir un frío recorrer mi espalda.
—¡Hey! —me quejo.
Ella sonríe y va a la cocina, sin pensarlo dos veces me levanto del sillón y la sigo. Al llegar me recargo en el marco de la entrada con los brazos cruzados.
—Tengo hambre.—Se excusa con una sonrisa tan brillante que me hace sonreír a mi también.
—De acuerdo. —Me acercó a ella. —¿En qué te ayudo?
Mi madre me enseño a cocinar cuando tenía 15 años, algunas veces, cuando ella llegaba tarde del trabajo yo preparaba la comida y ella solía elogiarme por el buen sabor que ésta tenía.
Phoebe me mira interrogante.
—¿Sabes cocinar? —pregunta burlona y levanta ambas cejas, se ve tan linda. Su cabello le cae por la espalda y un color rosado esta en sus mejillas.
—Claro —le respondo ofendido —. Tal vez se queme algo, pero no digas que no lo intente —bromeo y ambos reímos.
Al reír, su toalla se desliza un poco y cuando ella se da vuelta tengo una perfecta vista de su espalda, al instante una sonrisa estúpidamente inmensa se forma en mis labios. Mi mente comienza a divagar al verla de esta forma, un pensamiento me invade pero lo ahuyento de inmediato. Es inapropiado para este momento. Dormir aquí, junto a ella será imposible, la advertencia de Grey aún esta firme en mi cabeza
Flash Back.
—Escuchame bien Lexington —dice Grey en tono frío —. No te acerques a mi hija, no sabes el lío en el que te meterás si lo haces. No seas idiota.
Jamás me había sentido tan avergonzado y ofendido de lo que ahora estoy. La verdad su hija no es como el mayor premio, me saca de quicio sinceramente.
—¿Me has entendido? —cuestiona, amenazante.
—Por supuesto señor Grey — respondo en automático.
Camina hacia mi de forma imponente y su aire de superioridad envuelve todo mi cuerpo. Sin embargo me niego a retroceder. Una penumbra invade sus ojos grises, y esa es la alerta que temía, mi cuerpo se tensa de inmediato y soy incapaz de mover el más insignificante músculo.
—Si en cualquier momento se te ocurre tan sólo pensar en mi hija te cortaré las bolas Lexington. —Palidezco.
¿Cómo puede hablarme así? Phoebe y yo jamás hemos salido, a veces nos llegamos a encontrar y esas pocas veces a penas cruzamos palabra.
—Te puedes retirar —dice sin más, alejándose de mi —. Nos vemos mañana Lexington.
Fin del Flash Black.
—Muy bien, Lexington —la voz de Phoebe me saca de mis pensamientos. —Puedes freír la carne.—Me dice sonriente.
Me dirijo a la estufa que es 6x6, tomó un sartén y enciendo la flama, esto se ve fácil. Coloco sobre el sartén muy poco aceite, mientras ella me mira con una sonrisa, luego dejo el filete en el aceite y comienza a freír, cuando termino levantó una ceja hacia Phoebe quién me mira sorprendida.
¿Qué esperabas nena? No me ibas a ver la cara de tonto— pienso. Le sonrió egocéntrico y ella sólo ríe.
—Quita esa sonrisa de tu cara Lexington— se acerca a mi oreja y susurra: —O te la quitaré yo. —su voz es sensual y provoca un escalofrío en mi espalda. Después se aleja dándome la espalda.
Voy hacía ella y la tomo de la cintura. Su cuerpo queda aprisionado y utiliza ambas manos para sujetar su toalla.
Recorro su cuello con los labios, desde su brazo hasta su cuello y su respiración se acelera. Muerdo levemente el lóbulo de su oreja y ella suelta un gemido.—Dime ¿qué harás para quitarme la sonrisa ahora? —susurro en su oreja. Y rápidamente me retiro. Ella abre los ojos de par en par y su respiración comienza a normalizarse, al igual que la mía. Salgo de la cabaña para tomar un poco de aire. Sé lo que he hecho. También sé lo que Grey me haría justo ahora por estar con su hija y, siendo mi jefe, no debería dudar de sus palabras. He escuchado rumores de varios chicos que intentaron acercarse a Phoebe, debían ser más astutos que Grey si querían lograrlo.
Aunque tal vez Grey no se detuvo a pensar cuán inconveniente le sería yo con respecto a Phoebe. Porque no me acerque a ella la primera vez que la vi en su oficina. En teoría esa habría sido la segunda vez, pero de cualquier forma no mostré interés por ella, ya me había rechazado antes y yo a Phoebe la rechacé el mismo día.
Sonrío al recordar. Me acerco a el lago y observo lo tranquilo que el paisaje se muestra. El sol comienza a ocultarse y una leve brisa recorre mi espalda. Me siento tranquilo, en armonía con el ambiente que me rodea. Por un momento vivo en el presente y todo parece desvanecerse, excepto ella.
—¡Alex! —la voz de Phoebe me saca de mis pensamientos. Me doy la vuelta para mirarla. —Ya esta la comida.
Camino hacía ella y ambos entramos a la cabaña.
|∆|∆|∆|
Cuando terminamos de comer nos sentamos en los sillones frente a la chimenea, Phoebe esta a un lado de mi, ya se ha puesto una camisa y ropa interior.
La observo, ambas piernas las tiene sobre el sillón lo que la hace parecer niña. Sus ojos cafés, el pelo alborotado y brillante que le cae por el hombro derecho me tienen cautivado. Le sonrió y ella hace lo mismo. Al fin rompe el silencio.
—¿A qué ha venido lo de hace rato?—. Me pregunta observándome detenidamente, creo que analizando mis rasgos para anticipar mi repuesta.
—¿Te ha molestado? —la cuestiono.
—Eso no fue lo que dije Lexington. Estas evitando mi pregunta.
—Tu has sido quien comenzó. Yo sólo "subí al mismo bote". —Una sonrisa crece en mis labios al recordar lo que pasó. Sus mejilla se tornan rosas.
—¿Qué has hecho recientemente?— Cambia de tema drásticamente.
—Nada en especial, ya sabes... negocios, ventas, inver...—Mi oración queda al aire porque Phoebe me interrumpe.
—Me refiero a fuera del trabajo.
—Sinceramente he estado muy ocupado estos días...—Le respondo en forma de disculpa. Y desvío la mirada.
—Oh, ya veo. Bueno Alexander. —Al escuchar mi nombre en sus labios un escalofrío recorre todo mi cuerpo y rápidamente mis ojos vuelven a sus labios. Se levanta del sillón y yo la sigo con la mirada.
—Quiero ir a dormir. —Dice. Me ofrece su mano y la tomo sin dudar. Dejando que ella me guíe a la habitación.
Lo primero que veo es un cama matrimonial. Sin duda esta será una noche muy larga.
Nos leemos.
::Yessi::
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La hija de Grey© [EDITANDO]
RandomA veces para saber bien como termina todo. Primero debemos ver como comenzo. Phoebe Grey. Un nombre muy conocido entre muchos. Con un padre de carácter fuerte y frío. Nadie lo toca. Nadie lo cuestiona. Nadie lo enfrenta. Bueno... eso era antes de Al...