Capítulo 13: Noche.

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Alexander.

"No te acerques a Phoebe y no tendremos problemas". Ruedo los ojos. Pero que idiota.

Me levanto de la cama y camino hacia el baño, me quito la camiseta y en el enorme espejo veo el moretón junto a mis costillas izquierdas, miro el par de ojos marrón en la puerta a través del espejo. Me giro y veo a Phoebe, esta preocupada, la expresión en su rostro la delata. Vuelvo a ponerme la camiseta, no quiero que ella lo vea, para cuando termino ya se ha ido.

—¿Phoebe? —estoy confundido, la puerta esta cerrada y no esta en la habitación —¿Phoebe? —incluso me aseguro de revisar el pasillo.

No hay respuesta. Frunzo el ceño de inmediato. ¿Qué ha pasado?¿Como se ha ido tan rápido?¿Por qué ni siquiera la escuche entrar? Me siento en la cama, con la mirada en el suelo.

—Alex —es Phoebe.

Me levanto de inmediato y cuando ella abre la puerta estoy a pocos centímetros de su cuerpo.

—¿Por qué te has ido?

Mi tono es acusador y la hace fruncir el ceño.

—¿De qué hablas?

—Hace rato, en el baño.

Cierro la puerta y la aprisiono contra la pared. Sus ojos me observan inquietos.

—Alex, yo... es la primera... no he venido a verte antes.

—¿Qué?

Bajo la mirada, la idea de haber alucinado con ella me resulta vagamente familiar.

—¿Estas bien?

—No lo sé.

Me alejo de ella y dejo que mi cuerpo se recueste en la cama. La ansiedad vuelve, el sentimiento de soledad, tarde o temprano tendría que volver a enfrentarlo. Ya no la escucho y tampoco la veo. ¿Qué esta pasando? Me siento encerrado y solo, estoy perdido.

El ambiente cambia, estoy tres años atrás, en mi pasado; el bosque, los rayos de sol, el suave césped verde y el olor a humedad. Nada ha cambiado, ni siquiera ella.

—Cariño, levantate.

La vuelvo a ver, frente a mi y sus preciosos ojos grises me miran dulces.  Su vestido blanco la hace parecer un ángel, su cabello rubio y largo brilla con la luz del sol, jamás pensé volver a verla. Incluso con el calor del lugar siento que mis labios están congelados y mi lengua se niega a moverse, pero aún así logro sollozar su nombre.

—Elizabeth.

Sus labios rosas se curvan hacia arriba, mi respiración se acelera y las lágrimas amenazan con salir. No es real, no es real, me obligo a despertar.

—Quedate conmigo —susurra con dulzura, antes de que todo desaparezca.

Mi respiración es agitada. Es un sueño, solo fue un sueño; aún así ha logrado que se me cayera el alma a  los pies. Las luces están apagadas, estoy recostado en la cama ¿me quede dormido?¿dónde esta Phoebe? Salgo de la habitación, todo el lugar esta en una completa oscuridad. Avanzó por el pasillo hasta llegar a la habitación de Phoebe, giro la perilla y la puerta se abre, la cama esta vacia. Intento abrir la otra puerta pero tiene seguro, bajo las escaleras y empiezo a abrir y cerrar puertas.

La hija de Grey© [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora