Capitulo 11: Casa.

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Alexander.

Estoy empacando mis cosas, mañana iré con Phoebe, mi vuelo sale a las ocho de la mañana y espero estar allá a las diez o las once. He intentado, en vano, no sentirme culpable por lo que paso en el club. Por eso no he llamado a Phoebe y obviamente Grey no me dice nada.

No saber como esta ella me preocupa. No espero más y comienzo a buscar su contacto en el celular. Hay una foto de ella haciendo una cara graciosa. Recuerdo ese día. La invite por una apuesta que habíamos hecho, gane y esa era mi intención. El perdedor debía acatar lo que el otro le dijera durante un día completo.

Flash Back

-¿Y bien?¿Qué sera?¿Me vas a obligar a comer tierra? ¿O beber agua sucia? O peor aún ¿a besarte? -su cara de asco lo decía todo.

-No. No. Y no. En primera no somos niños chiquitos y en segunda tu vas a desear besarme -le aseguro sonriendo -quiero un helado de vainilla y tu también.

-Bien, cumpliré mi palabra.

Después de unos minutos caminamos por el parque con nuestro cono de helado en la mano.

-Quiero sentarme.

-Allá hay una banca -le digo señalándola.

-En el pasto.

Se acomoda su vestido azul y se sienta, me siento junto a ella. Esta relajada y mira a las otras personas que caminan a nuestro alrededor. La brisa toca los mechones sueltos de su cabello y acaricia su piel. Pienso en decirle un cumplido pero no me gustaría que este momento de tranquilidad terminara.

-Me gusta la tranquilidad de este sitio -comenta.

-A mi también, te ves tan relajada.

Se ruboriza al instante pero no se aparta, en vez de eso me mira y sonríe.

-Dame tu celular -frunzo el ceño de inmediato -vamos Lexington.

Le entrego mi celular y deja de mirarme. Toma una fotografía y me lo devuelve.

-No lo veas, o jamás volveré a salir contigo -me amenaza.

Guardo el celular y el de ella suena.

-Hola papá -Grey arruina el momento nuevamente -voy para allá -cuelga y me mira, esta vez su mirada no es indiferente -Tengo que irme.

Se acerca y me besa la mejilla.

-La volveré a ver, señorita Grey -le aseguro y ella sonríe.

-Eso espero.

Se levanta y se va. Me quedo ahí sentado, mirando absolutamente todo y nada a la vez. Por favor Phoebe Grey haz que sienta algo. No importa si duele, incluso eso haría que mis nervios despierten.

Fin del Flash Back.

No lo dudo más y marco. El tono suena dos veces hasta que contesta.

-¿Hola? -pregunta desconcertada.

-Hola preciosa.

-¿Alex? -sonrío de inmediato.

-Sí ¿cómo has estado?

-Pues justo ahora estoy trabajando.

-Que impresionante ¿en qué trabajas?

-Mi padre quiere a una empresaria.

-Ya veo.

-Te extraño Alex.

La idea de mencionar que iré a verla mañana cruza por mi cabeza pero la deshecho de inmediato. Me gustaría que fuera una sorpresa.

-Tambien te extraño Phoebe.

-¿Vas a venir, cierto?

-Cumpliré mi palabra. Hasta entonces no te metas en problemas ¿esta bien? -ella se ríe.

-No lo haré, hasta que estés aquí.

-Muy bien, debo terminar algunas cosas, adiós Phoebe.

-Adiós Alex.

Cuelgo y voy a la ducha. Mi cuerpo se relaja al contacto con el agua y esa noche consigo dormir en paz. Iré contigo Phoebe Grey y eso me hace sentir el hombre más feliz del mundo.

«---»♣«---»

El despertador suena e inmediatamente me levanto. Son las siete de la mañana. Marco a Jake.

-Buenos días señor.

-Hola Jake.

-Estaré en su casa a las siete con veinte.

-Muy bien, te espero.

Me da tiempo para desayunar. Una vez he terminado con la carne me levanto de la silla y voy por mis maletas para llevarlas a la entrada. Veo el Audi de Jake y salgo de la casa, cerrando con llave la puerta. Miro mi Corvette "Lo siento, pero no puedo llevarte" pienso con cierta tristeza.

-¿Su equipaje esta listo señor? -yo asiento y el me abre la puerta del pasajero -yo me encargo de la maleta.

Subo al auto y segundos después Jake entra, sentándose en el asiento del piloto. Avanzamos por las oscuras calles de Seatle hasta llegar al aeropuerto. Jake me entrega mi boleto y antes de bajar del auto le pido que vigile mi casa hasta que vuelva. No tengo que esperar demasiado para abordar el avión.

Sé que Phoebe no esta sola, pero eso no significa que esté segura. Grey jamás permitiría que algo le pasará, y yo tampoco. Es por eso que debo ir. Tengo que verla. Durante el vuelo el sol comienza a iluminar de una manera espectacular las nubes, después de darle varias vueltas al asunto, decido contarle sobre la noche del club; quiero que ella confíe en mi.

«---»♣«---»

Estoy en elevador del edificio. Por lo que entendí del recepcionista el piso de Phoebe es el número siete, le pedí que no anunciara mi llegada, de lo contrario mi sorpresa se arruinaría; luego de dudarlo unos segundos el chico me dejo pasar.

Las paredes del pasillo son color beige, el piso es de azulejos cafés, lo que permite que la maleta se deslice fácilmente, llego a la puerta color caoba y me detengo. La idea de haber traído flores pasa por mi cabeza. De cualquier manera ya es muy tarde para ir a la floreria. Controlo mi respiración y llamo a la puerta. Espero un par de segundos y esta se abre. Un hombre de mi estatura esta parado frente a mi, su piel es blanca y su cabello es totalmente negro, un poco largo; su mirada es profunda e intímidante. Lleva puesto un pants gris y una camiseta negra. Me mira de arriba a abajo.

-¿Qué quieres? -el tono de su voz es desconfiado. Sabe que no trabajo en el edificio por mi vestimenta. Trago saliva y el nudo de mi garganta desaparece.

-Estoy buscando a Phoebe Grey.

-Tu nombre -me ordena.

-Alexander Lexington.

Cierra la puerta y puedo escuchar el seguro. Mierda. Creo que ese era Jason, me quedo tieso, sé que no debo irme, sé que no me he equivocado y ese idiota acaba de tratarme como basura. Se escuchan voces en la habitación y la puerta se abre de golpe; sus ojos avellana me miran.

-Alex -sonrie y me abraza -estás aquí.

La envuelvo en mis brazos y la estrecho contra mi pecho. Estoy aquí Phoebe, estoy en casa.

Nos leemos.
::Yessi::

La hija de Grey© [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora