Capítulo 3: Confusión.

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Alexander.

Me levanto de la cama y ella se sienta en la orilla. Sé lo que ambos hacemos, jugar el uno con el otro y, aun sabiendo  nuestras intenciones ninguno de los dos quiere detenerse.

Phoebe me mira seria, sé que intenta esconder una sonrisa, sus ojos la delatan. Desvía la mirada hacia la cabecera de la cama y cuando me vuelve a ver su rostro tiene una sonrisa maliciosa. Sé lo que esta a punto de hacer.

—Te odio —dice divertida. Su mano toma la almohada y antes de encestar un golpe en mi cara sujeto su muñeca.

—¿Me odias lo suficiente para pegarme con una almohada? —le pregunto.

Mi voz es apenas un susurro. Su sonrisa maliciosa se borra y muerde su labio. Humedezco mis labios con la lengua y la miro lujurioso. Deseo besarla, me acerco a ella lentamente, decidido a realizar mi acometido.

Una almohada golpea mi cara de imprevisto y ella se empieza a reír. No puedo evitarlo y hago lo mismo. ¿Es lo que quieres? Bien, lo tendrás. Recojo la almohada del piso y miro a Phoebe.

—Aún puedes rendirte —bromeo y ella sonríe.

—No lo creo Lexington —me asegura.

—Bien. —Lanza otra almohada y la esquivo, dejando que caiga al suelo.

Me acerco a ella, acunó su cara entre mis manos y acaricio su mejilla. Me inclino para verla directamente a los ojos. Coloco mis manos a los costados de sus piernas y humedezco mis labios. Sus ojos me miran, descubriendo mis intenciones.

—Me gusta como se ve tu camisa. —Un cumplido que suena más a una intención. Me acerco a su oreja. —Eres hermosa —susurro.

—Lo sé. —Responde egocéntrica pero sé que bromea.

Se recuesta en la cama, invitándome  a hacer lo mismo pero no es el momento. Dispuesto a salir de la habitación me aparto de ella y en un rápido movimiento sujeta mi brazo, deteniéndome.

—¿A donde vas?

—No te dejaré si es lo que piensas.

Después de soltar mi mano me aparto de ella  y recojo las almohadas. Eso ha ido un poco mal, y estoy seguro que ella lo sabe. Aunque es bueno detenerse a veces, nunca nos hemos besado y es la primera vez que siento tener una oportunidad. No lo quiero echar a perder.

—¿Por qué no te has puesto la playera? —pregunta curiosa.

—Así ya no tendré que quitármela —sonrío, divertido de mi comentario.

—Ah. —Musita. Sus mejillas se tornan de un color rojizo y baja la mirada. Encantador.

—Bromeo. Tranqulizate —me empiezo a reír.

Me arroja una de las almohadas y me pega en el pecho. La levanto del suelo y miro a Phoebe.

—Eres un tonto —dice sonriente.

—¿De nuevo con las almohadas? —La cuestiono, retándola.

Le arrojó la almohada a la cara Phoebe la golpea con su brazo y ésta cae al piso. Me acerco a ella, está con las piernas sobre la cama, de rodillas. Rodea mi cuello y me besa. Mi cuerpo se tensa al sentir sus labios en los míos, sorprendido. Se aparta y la miro confundido.

—Phoebe —apenas puedo hablar. Era lo que quería,  sin embargo estoy confundido, ni siquiera lo vi venir.

La tomo de la cintura y la acerco a mi cuerpo. Su respiración se acelera, esta sorprendida pero no disgustada. Esta vez yo la beso. Un beso cálido que recorre cada parte de mi cuerpo. La acuesto en la cama y mi beso es más intenso. Acaricia mi cabello y envuelve sus piernas desnudas en mi cintura.

Mi respiración se acelera mientras más excitante se vuelve el beso. Phoebe Grey me estas volviendo loco. Reacciono, me aparto de ella. No puedo hacerlo Grey me mataría. La hija de mi jefe mierda.

—¿Qué pasa?

—Tú padre Phoebe —la miro desilusionado.

—¿Te arrepientes? —pregunta.

—No —respondo en automático. —No me arrepiento.

—Entonces vuelve aquí —me invita. Aparto la vista y bajo la cabeza.

—No puedo. No es correcto. —A veces pensar demasiado las cosas termina arruinándome.

Se queda callada, mirándome. No sé lo que debo hacer, pero tengo muy claro lo que no debo hacer.

—Me besas y me dejas. —Susurra. Seguro está molesta conmigo.

—Voy a salir, un momento. A tomar un poco de aire.

Me levanto de la cama dispuesto a salir de la habitación. No me detiene y cierro la puerta tras de mi. En estos momentos sé que no odio a Grey, me odio a mi mismo por no ser lo suficientemente valiente para estar con Phoebe sin preocuparme de su padre. Pero, estoy seguro de una cosa, no será así para siempre.

Phoebe.

Aclarar las ideas, lo sé. Los hombres no se acercan a mi por mi padre y no los culpo es un hombre de temer. Estoy segura de que papá lo amenazo desde que llego, pero Alex parece distinto a los demás. Suspiro. No me arrepiento de lo sucedido pero dudo que él no lo haga. Mi teléfono vibra y me saca de mis pensamientos.

Veo la pantalla de mi celular y tengo varias llamadas de papá y mamá. No quiero preocuparme ahora, solo quiero ir con Alex. Me levanto de la cama y salgo de la cabaña. Alex esta parado frente al lago sin camisa. Hace un poco de frío y seguro que él no lo ha notado.

Nos leemos.
::Yessi::

La hija de Grey© [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora