🛸ꦿꯧCompleta🛸ꦿꯧ
-No me gustan los juegos Weeler. No hagas que mi paciencia estalle una vez más. - dio un paso hacia atrás para luego acercarse a mi.
Dobló el cuello de mi camisa y se paró en frente de la silla en la que me encontraba. Me dirigió un...
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26 de agosto de 2020
Prince Sten
Ella baja las escaleras, despacio. Su rostro grita que tiene hambre y que, al mismo tiempo está agotada por la falta de sueño que sus ojeras delatan que lleva encima. Se sienta delante de mi, mira su desayuno al igual que el mío pero no dice una sola palabra.
<<Ya no se siento su amor matutino a las fresas.>>
Deja de lado todo. Parece que no tiene apetito y no le hago preguntas, solo doy un sorbo de café a la taza para dejar que se marche en el mismo acto.
<<Las palabras son demasiado en este momento.>>
Dejo todo de lado para subir unos veite minutos después que Weeler. Respiro profundo antes de dar dos toques en su puerta y esperar paciente a que me abra.
—Weeler. — comento dando dos toques más.
—¿Qué quieres? — grita de mala gana abriendo la puerta. Su mano se encuentra apoyada sobre el fino encaje de la puerta mientras de arriba a abajo me mira con enojo.
—Solo quiero que bajes a desayunar.
—No tengo hambre. ¿¡Me dejas en paz!? — pide uniendo su entrecejo y haciendome enojar. Entrecerré mi puño para darme la vuelta para que ésta inmediatamente diese un tirón a la puerta en mis espaldas.
Entré desesperado en el baño y miro mi reflejo a través del espejo. Tomo una liga de pelo y hago un pequeño moño para que mis mechones no caigan sobre mis ojos. Cubro mi camisa con una enguatada por encima y coloco un pantalón junto a unas zapatillas, para guardar un mp3 en el bolsillo y ponerme los auticulares para correr alrededor de la casa.
Hace mucho tiempo no hacía este tipo de ejercicios, y extraño la sensación de relajación que me brinda esa experiencia. Más que nada lo necesitaba ahora mismo.
~
Miro con detenimiento como el sol se está ocultando tras las nubes, observo sus últimos rayos a través de los arbustos y es cuando se que he corrido lo suficiente por hoy. Por mi frente corren las gotas de sudor, con el codo lo limpio y mi vista gira en dirección al balcón de la habitación de Weeler.
Ella claramente me estaba observando, cambiando su vista repentinamente pensando en que no lo notaría, pero su pelo se movía por el rápido gesto efectuado puesto que no había brisa en ese momento.
<<¿Se sentiría sola?>>
Negué, troté hasta la puerta de entrada y pude sentir una molesta vista perseguirme hasta que desaparecí. Parecía una historia interminable ya que mientras subía las escaleras ella hacía todo lo contrario. Traté de no mirarla. Ella tomó mi brazo e hizo que me detuviera.