—No se supone que estemos aquí.
La voz de BaekHyun retumbó en los pasillos del colegio. Por un momento, pensó que los latidos de su corazón también harían eco y que SeHun los escucharía, pero su amigo no dio indicaciones de haberlo oído.
—Es la idea. —Los pasos de SeHun se oían demasiado fuerte, y justo en esa situación donde no deberían ser atrapados merodeando, era todo un incordio—. Hacer lo que no deberíamos.
—Me doy cuenta —susurró BaekHyun—, pero no es divertido.
—Sí que lo es. La adrenalina es divertida.
—¡No cuando nos pueden atrapar! O peor, castigar.
Su amigo se encogió de hombros dentro del uniforme. La linterna que tenía en las manos le iluminó la cara a BaekHyun, y tuvo que cubrirse con el brazo para evitar quedarse ciego.
—Es más divertido cuando hay riesgos, Baekkie.
—Eres lo peor. De verdad. Lo peor de lo peor.
—Sí, ya entendí, soy lo peor. Sin embargo, no consigues despegarte de mí.
BaekHyun tuvo que morderse la mejilla para no soltar un improperio, porque de cualquier forma le estaría dando la razón. No importaba si acababan de escaparse de la habitación cuando el toque de queda había sido dos horas atrás, esquivado al celador de los cuartos, y también robado una linterna de la habitación del conserje. Ni siquiera el hecho de que si los atrapaban, podían castigarlos, y BaekHyun en especial podía llegar a tener grandes problemas con sus padres. Todo eso daba igual cuando se trataba de SeHun, porque BaekHyun lo seguiría hasta el jodido fin del mundo.
Y sí, probablemente debería enojarse porque SeHun era consciente de aquello —y quizás hasta se aprovechara un poco para convertirlo en su dupla para causar problemas—, sin embargo, no podía hacerlo. Le gustaba seguirlo, sin importar en qué clase de pozo se estuvieran metiendo, y no había forma de enojarse con él, porque por alguna razón no podía pasar más de dos minutos molesto con SeHun.
—No es mi culpa que seas un idiota que no pueden dejarte solo —soltó a la defensiva.
Se ganó una carcajada de SeHun, quien parecía muy interesado en iluminar con la única linterna que tenían su rostro, impidiéndole verlo.
—Tengo dieciséis años —bufó SeHun—. No necesito niñera.
—Claro que la necesitas.
—¿No será al revés? Hasta donde yo sé, la señora Yoo es tu nana desde que tienes como seis.
BaekHyun se sonrojó hasta las orejas.
—¡Es diferente!
Probablemente SeHun le iba a responder algo burlón, pero el ruido fuerte de pasos y la luz delatora de una linterna al final del pasillo los alertó. Antes de darse cuenta, BaekHyun estaba siendo arrastrado sigilosamente hacia una puerta en el pasillo, la de algún aula probablemente. No pudo ver debido a que SeHun había apagado la linterna, y solo tenía la luz de la luna que entraba por la ventana, pero realmente no veía nada porque sus ojos aún no se habían ajustado a la oscuridad.
BaekHyun quería reír histéricamente, porque toda la situación era realmente absurda, pero también le daba un poco de miedo. No deseaba bajo ningún punto de vista que los atraparan. Temía que sus padres le pusieran un castigo demasiado duro... como no poder ver a SeHun. Siempre lo amenazaban con eso y hacían que el cuello de BaekHyun se sintiera como si estuviera siendo estrangulado, y le dolieran las tripas. Realmente no quería eso.
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Little White Lies ✧ SeBaek/BaekHun
Jugendliteratur¿Estarías dispuesto a mentir para mantener una amistad? Por el bien de ambos, ocultar tus sentimientos y anhelos es a veces la mejor forma de evitar un desastre. Sin embargo, las amistades tienen un límite, y cuando están formadas por personas del m...