Antes
El bosque estaba en tanta calma que SeHun se sentía inquieto.
El fuego de la fogata que BaekHyun y él habían encendido, ya estaba reducido a simples brasas que chasqueaban con largos períodos de separación. Algunos grillos interrumpían la calma de la noche, armonizando con la brisa nocturna rascando las hojas de los árboles. Pero eso era todo. Por lo demás, solo había quietud, tanta que lo ponía nervioso, pero lo que aún más lo estaba poniendo de los nervios, era que BaekHyun no paraba de moverse en el lugar. Lo hacía sentirse demasiado consciente de la soledad en que se hallaban, solo ellos, en medio de la nada, juntos.
Lo observó por debajo de sus pestañas y su corazón se aceleró. Ahí estaba otra vez, el sentimiento con el que siempre trataba de luchar, pero que no podía evitar sentir.
Se había dado cuenta que estaba enamorado de BaekHyun a los quince años. Tiempo antes, había estado dudando de su propia sexualidad, pero llegó un punto en que simplemente lo supo: era gay, y en especial, le gustaba su mejor amigo, Byun BaekHyun. Se volvió sumamente consciente de sí mismo en ese momento, tratando lo mejor posible de actuar de forma que sus sentimientos jamás salieran a la luz. Un año después, le dijo a BaekHyun que era gay, pero lo que no dijo fue y estoy enamorado de ti. Una sola vez confesó sus sentimientos en voz alta, sentimientos que no discutió ni con su yo del espejo, y fue cuando BaekHyun tuvo un accidente corriendo detrás de su hermano. SeHun no quería saber si esa persona realmente había sido BaekBeom, porque lo odiaría aún más de lo que ya lo hacía.
SeHun trataba casi todos los días de ignorar que estaba enamorado de BaekHyun: se juntaba con su familia, amigos, entrenaba con el equipo de fútbol, miraba anime y leía manga para mantenerse distraído. Lo lograba la mayoría del tiempo. El problema era que, algunas veces, le era imposible negar sus propios sentimientos o mantenerlos ocultos, más que nada cuando estaban completamente solos, o en mitad de la noche, cuando giraba en su cama en la habitación del colegio y veía a BaekHyun durmiendo plácidamente a dos metros de él, tan cerca pero tan jodidamente lejos.
Ya tenía dieciocho años, y doce de su vida los había pasado en el bolsillo de su mejor amigo; lo conocía como la palma de su mano. Enamorado o no, era más que consciente de los defectos de BaekHyun; a veces era posesivo y celoso, lo que lo confundía bastante, ya que estaba seguro de que su amigo no tenía sentimientos románticos por él. También sabía lo desesperado que BaekHyun estaba por la aprobación de sus padres, y de su obsesión de realizar al pie de la letra todo lo que sus padres le decían, para no decepcionarlos, y "no parecerse a BaekBeom". SeHun jamás tendría una oportunidad de estar con él como más que amigos, porque estaba más que seguro que una de las cosas que BaekHyun más asociaba con ser como su hermano, era la homosexualidad. Sin embargo, no podía pensar en alejarse de él, ni siquiera por el bien de su corazón.
Ya llevaba tres años enamorado, y había tratado mil formas distintas para superar sus sentimientos, pero ninguna funcionó. Se había resignado a solo ser su amigo y estar junto a él a pesar de que era consciente de que cada vez le iba a pesar y a doler más, pero trataba de esconder ese sentimiento en el fondo de su mente.
En ese momento, sin embargo, se le estaba haciendo bastante difícil ocultar su nerviosismo. Se suponía que debía estar leyendo un libro, pero en realidad había estado mirando la misma página por diez minutos, demasiado consciente de su alrededor. Había tanto silencio que su mente se había vuelto como un colador por el que solo pasaban pensamientos de BaekHyun, quien estaba sentado al otro lado del fuego y moviéndose como loco, probablemente igual o más inquieto que él pero... por razones sumamente diferentes.
Pronto BaekHyun comenzó a mover su pierna una y otra vez, creando un pequeño crujido en su silla de camping. SeHun levantó la vista del libro que fingía leer ante el molesto sonido y carraspeó antes de hablar.
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Little White Lies ✧ SeBaek/BaekHun
Teen Fiction¿Estarías dispuesto a mentir para mantener una amistad? Por el bien de ambos, ocultar tus sentimientos y anhelos es a veces la mejor forma de evitar un desastre. Sin embargo, las amistades tienen un límite, y cuando están formadas por personas del m...