Capítulo 10

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—¡BaekHyun! —La voz de SeHun sonaba tan alterada que BaekHyun se detuvo, atrapado con las manos en la masa—. ¿Se puede saber qué haces?

—Suenas como un viejo quejoso... —murmuró para sí, apoyándose contra la pared del pasillo de las habitaciones de la escuela—. Solo quería ir a buscar un bocadillo a la máquina expendedora del patio.

Hubo una larga pausa. BaekHyun no se atrevió a mirarlo, esperando.

—Eso está perfecto, pero ¿dónde están tus muletas?

BaekHyun observó a su mejor amigo cruzado de brazos, su ceño fruncido, su rostro lleno de preocupación.

—No las necesito, SeHun. No deberías preocuparte tanto.

Su amigo aspiró una bocanada de aire y luego se acercó a él, tomándolo de los hombros para que lo mirara correctamente a los ojos.

—Tuviste un accidente. Te fracturaste la rodilla en varias partes. Puede que no puedas volver a recuperar por completo las funciones de tu pierna, mucho menos si la pierna no sana correctamente. —BaekHyun quiso abrir la boca para protestar, pero SeHun no le dejó meter bocado—. Sin embargo, ahora estás aquí, caminando por tu cuenta con un yeso al que le queda una semana o más para que te lo quiten, luego de que me he estado asegurando todos estos días de que no camines sin muletas e incluso te he llevado en silla de ruedas los primeros días. ¿Y me estás diciendo a mí que no necesitas muletas y que no debería preocuparme?

BaekHyun sintió un fuerte sonrojo subir por su rostro, pero se negó a dar el brazo a torcer por el momento. Ver a SeHun así preocupado encendía algunas llamas retorcidas en él que no deberían ni existir, pero que allí estaban. SeHun lo amaba, se preocupaba por él, quería su bienestar, y a BaekHyun le gustaba en secreto recibir su atención constantemente: la había tenido de a montones desde el accidente, pues su amigo apenas se había despegado de él para ir al baño desde que fue reincorporado en la escuela.

Y quizás había salido sin muletas a propósito, sabiendo que justo regresaba de su práctica de fútbol, para ver hasta qué punto podía poner a prueba a SeHun. ¿Era cruel? Un poco, porque lo estaba haciendo sufrir. ¿Le satisfacía recibir esas reacciones sumamente preocupadas de parte de su amigo? Sí, también. Quizá los dieciséis años le habían venido con un trozo de personalidad de mierda incluida, pero no podía evitar sentir curiosidad por conocer los límites hacia los que podía empujar a SeHun. Nunca nadie se había preocupado por él más de lo que ameritaba, ni siquiera DanOh, su nana. Y SeHun lo hacía a montones.

—Tal vez —respondió sin comprometerse—. Tómatelo como quieras.

Las cejas de SeHun formaron un pronunciado ceño, y se acercó a él hasta que casi no quedó distancia entre ellos. Lo miró desde arriba con ojos oscuros, y le dio un poco de miedo, pero también se sentía emocionante. ¿Por qué lo molestaba tanto? Esto iba más allá que una preocupación de amigos, y muchísimo más allá de sus bromas y juegos. Era diferente. BaekHyun sentía tirones de adrenalina de solo pensar en obtener este tipo de reacciones inauditas del chico.

—Sé más claro —dijo SeHun en voz baja, tomándolo suavemente del cuello y presionando los dedos en su nuca, enredándose entre sus cabellos.

BaekHyun se estremeció, con el corazón latiendo en sus oídos. Quería empujarlo más, así que batió las pestañas con inocencia.

—Que quizás eso es justo lo que estoy queriendo decir.

—¿Lo estás haciendo a propósito? —Los dedos de SeHun tiraron apenas del cabello de su nuca, y BaekHyun entreabrió los labios sorprendido—. ¿Es esto algún plan para sacarme de mis casillas, sabiendo que me preocupo por ti?

Little White Lies ✧ SeBaek/BaekHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora