Little White Lies ✧ SeBaek/BaekHun

Capítulo 6

La boda de su hermano era tan lujosa que prácticamente apestaba a dinero.

Lo cierto era que BaekHyun había esperado algo muy distinto, un lugar humilde, acorde a la idea que tenía de BaekBeom en su cabeza. Lo había investigado en internet: BaekBeom era un pintor, pero no era para nada exitoso. No debería poder permitirse cosas tan... caras. Entonces ¿por qué todo se veía tan lujoso? ¿Y por qué las personas a su alrededor parecían personas que podrían encajar perfectamente en las exclusivas reuniones sociales a la que asistían sus padres?

Pronto entendió que BaekBeom podía no ser un pintor exitoso, por ende no era una persona adinerada... pero su esposo sí que lo era. Una sola mirada apresurada en Naver le dijo que Cha SeHyoon venía de una familia adinerada y había logrado un gran éxito con un negocio textil en el que vendía sábanas y fundas de hilos importados, una marca cara y conocida para aquellos con dinero suficiente como para permitirse un lujo así. Porque ¿quién no adoraba dormir entre sábanas hechas con hilos de otras partes del mundo?

BaekHyun odiaba saber que el marido de su hermano tenía éxito y que en realidad BaekBeom no se estaba arrastrando por ahí. Simplemente aborrecía al esposo sin siquiera conocerlo. Pronto se llenó la cabeza de odiosos prejuicios contra el tipo que estaba con su hermano, pero probablemente la relación entre ellos dos era menos desbalanceada de lo que él deseaba imaginar. Solo... no podía pensar cosas buenas en ese momento. Estaba demasiado enojado, porque a pesar de sus decisiones de mierda y haberse alejado de la familia, a BaekBeom le iba bien y tenía una vida tranquila. Incluso había escogido a una persona con quien quería vivir hasta la vejez. Era injusto.

No había vuelto a hablar con BaekBeom desde esa vez en la casa de sus padres, donde le dijo que ojalá lo plantaran en el altar. Quiso desaparecer de la vergüenza cuando, a pesar de todo, le había llegado la invitación por medio de su madre. ¿Por qué BaekBeom tenía que invitarlo a pesar de las cosas malas que él le había dicho? Solo se sintió infantil y estúpido. Después, había estado debatiendo muy duro sobre si asistir o no, después de todo era consciente de que no lo iba a pasar bien. Todavía no sabía por qué rayos había venido a la fiesta, o bueno, quería hacer como que no lo sabía.

En el fondo, la razón era demasiado obvia.

Bastaba con verlo unos segundos para notar cómo sus ojos se perdían en la marea de invitados, como si estuvieran tratando de encontrar un rostro en especial. Uno que realmente no debería estar ni siquiera deseando que se hallara alrededor, ya que era el mismo del que se había alejado por voluntad propia. Lo había hecho por el bien de los dos.

El problema era que su corazón no parecía estar de acuerdo con las razones de su cerebro, y ahora él estaba ahí, buscando, anhelando.

—¿SeHun no va a venir, cariño? —La voz de su madre cuestionó suavemente a su lado.

Muchas personas habían venido a felicitarla por el casamiento de su hijo, y ella cordialmente había aceptado las felicitaciones, como si no hubiera echado a BaekBeom hace años de la casa por su sexualidad. Se le hacía tan hipócrita que había tratado lo mejor posible de mantenerse alejado de ella porque temía a explotar y ser grosero delante de todo el mundo, pero parecía que nunca iba a lograr escapar por completo de su radar.

—No lo sé, madre —respondió, cansado—. No creo que lo haga.

Le dolía el corazón tener que admitirlo, pero era cierto. ¿Por qué razón SeHun vendría? Después de todo, BaekHyun se había alejado de él después de haberlo invitado, por lo que ya no había ningún tipo de compromiso entre ellos. Llevaban sin hablar desde ese día en la casa de los Oh. BaekHyun se había marchado sin siquiera quedarse a cenar, y mucho menos despedirse. Estuvo sin atender por dos días enteros las llamadas de sus padres preguntando qué rayos le había sucedido. Lo cierto es que se la había pasado echado en la cama comiendo y llorando hasta que se desmayó por la falta de energía.