꧁CAPÍTULO 32꧂

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Camila había estado saliendo mucho comprando cosas para los niños de la fundación y uno que otro regalo, su esposo estaba de viaje y aunque no era la primera vez que se iba, lo extrañaba al llegar pudo notar que tenía llamadas perdidas de Dan, le devolvió la llamada y este le contesto diciendo que debía decirle algo urgentemente- habían pasado más de dos meses y su hermano aun no le decía nada a ella- y no iba aguantar más, no iba a hacerle eso a Camila porque ella era buena y no lo merecía.

Llego a su casa, saco las cosas y se bañó, últimamente le gustaba tanto ir a esos lugares a matar el tiempo, ayudaba a personas, estaba atenta a la empresa y quería decirle todo lo que tenía planeado a Sebastián cuando volviera, especialmente ante la idea de que deberían adoptar, su cabeza pensaba en eso y no podía evitar formar una escena con aquel bebe y ellos dos.

Dan llego por eso de las 4 de la tarde, se presentó tan serio y una mirada lastimera que Camila pensó que había pasado algo con su esposa.

-Esto que voy a decirte es algo muy delicado.- Camila no imaginaba que es lo que trataba de decirle, sintió que el sacar una galletas y servirlas eran mala idea, su amigo no iba tener una plática muy animada que se dijera.

-Es algo sobre tu esposa, le paso algo a tu bebe.- el negó, no era fácil porque ella fue su amor platónico, se prometió protegerla y aunque ya no era su deber aun lo hacía porque desde el fondo de su corazón ella estaba muy presente, era su amiga y como su esposa en esta ciudad tan grande solo tenían a su esposos.

-Es sobre Sebastián, el...- no pudo continuar porque el nombrado había llagado como si fuera una maldición para Dan, este se sorprendió al ver a su hermano en su casa y supo enseguida que había ido para contarle todo a Camila.

Miro a su esposa para saber si ella ya lo sabía pero en cambio de eso solo vio una hermosa sonrisa como recibimiento, supo que el no llego a contarle aunque estuvo a punto, pues pudo escuchar la mención de su nombre.

-Llegaste, pensé que te tomaría más días.- se acercó a él para darle un abrazo, su aroma era tan rico.

-¿Que hace el aquí?- Camila sintió raro el ambiente puesto que no dijo su nombre y es como si el no notara que su hermano estaba allí.

-Dan estaba a punto de decirme algo, era sobre ti, que ibas a decirme.- dijo Camila abrazada a Sebastián esperando que su cuñado hablara pero este no lo hizo.

Será mejor que nos veamos después, acaba de llamarme Zoe diciendo que Mateo llora por su padre, será mejor que vaya y este solo con ello.- se dirigió a la puerta y antes de salir dijo.- No quiero ser un padre irresponsable, quiero ser uno verdadero.

-Qué raro se veía que estaba demasiado ansioso por decirme.- se dijo asi misma Camila pues su esposo solo le beso la coronilla de la frente, diciéndole que no se preocupara, que otro dia será.

Estaba en el fundación Camila cuando de repente choco con un hombre, los papeles se cayeron regándose por todas partes, pensaba Camila que solo eso pasaba en libro que leía lastimosamente esa era la realidad.

-Lo siento, lo siento, venia distraída.- dijo mientras levanta las hojas, todo una de ella y vio que eran dibujos iguales a los que hacían los niños, alzo la mirada encontrándose con un hombre, Camila pensó en que si Sebastián no fuera tan bello justo el que estaba enfrente de ella sería el primero en tomar ese lugar, aparto la mirada pues lo ojos de aquel individuo eran tan atrayentes, tan únicos.- disculpe.

-No discúlpeme a mí, si usted venía distraído yo debí al menos apartarme de su camino, tal vez mi intención fue hacerlo.- sonrió al igual que ella, Camila le entrego aquella hoja.- Gracias.

De nada, usted es...- no pudo escuchar que él le contestara porque enseguida una de las muchachas le hablo, por ese momento ella olvido que hace tan solo unos segundo había chocado con aquel que cuando quiso continuar el ya no estaba, se había quedado con las ganas de saber quién era el.

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