¿Alguna vez sentiste que lo tuviste todo y que de repente todo eso ya no está? Se esfumo como el humo que desprenden las velas al apagarse, bueno de pronto así me siento con una sensación a sabor a lejanía.
Días atrás habían viajado a una playa no muy lejana, fueron Camila, Sebastián y la madre de él alegando que querían tomarse un tiempo de vacaciones y aunque al principio ella sintió que no era lo adecuado al final acepto, todo iba bien hasta que al día siguiente luego de haberse instalado en el recinto y acomodar sus cosas bajando para ir a dar una vuelta se encontraron a Rosetta. Camila ya la había visto incluso jurado haberla visto ayer justo antes de subir de nuevo a ver a Sebastián – creyendo que eran imaginaciones suyas al verla esa noche ya tarde- sin embargo allí estaba de frente con un bata que solo dejaba a la vista pocas partes cubiertas y de pronto sintió que un incómodo sentimiento que la albergaba.
Ella tan solo pensaba en como Rosetta podía venir así de la nada, pensando en que era aceptada, -no le gusto- y más cuando en todo el trayecto no dejaba de ver como ella le mandaba miradas a Sebastián de vez en cuando. Llegaron a la pequeña casita que daba de frente al mar y no pudo evitar admirar aquel lugar, el viento que revolvía sus cabellos y el que aunque no tocaba su piel podía sentir le temperatura elevada, se desanimó al ver como Rosetta llevaba un traje que no dejaba mucho a la imaginación mientras ella se conformó con algo más cubierto puesto que después del embarazo ya no estaba a gusto con mostrar su cuerpo al menos no frente a mas persona que su esposo además de que no pensaba en meterse al agua.
Sebastián vio cómo su esposa trataba de ponerse protector solar así que intento acercarse para poder ayudarla sin embargo el llamado de ayuda de Rosetta desvió lo que iba hacer debatiéndose a quien debía ir a ayudar, acudió a Rosetta quien fue ella quien le pidió su ayuda mientras que su esposa no, y al menos él pensó que era solo un ayuda mientras que Camila no se daba cuenta de aquel acto o eso creía porque Camila si lo vio.
Mientras ellos se quedaban dentro de ese lugar la mujer de cabellos dorados fue la única se salió en dirección al mar, después de casi media hora en el agua a lo lejos le grito a la pareja si no iban a entrar a lo cual Camila negó.
-Enserio no quieres disfrutar del mar, yo puedo llevarte.- le dijo dándole un beso en su pierna.
-No sé, tal vez en otro momento.- el beso le erizo la piernas y los brazos- y es que aunque no se lo dijera ella amaba esos detalles de parte de el.- además tenemos casi una semana para disfrutarla, pero si tú quieres entrar hazlo.
-Mejor disfrutare en la alberca en donde iremos después, quiero meterme contigo.- Camila se rio y eso a Sebastián le encanto porque después de hace mucho la sonrisa era genuina, salió de ella sin pensarlo hasta que poco a poco se le apago.
-Crees que si yo no lo hubiera perdido estuviéramos aquí, hubiera sido muy bonito.- aun dolía pero lo que más dañaba era que no habría otra posibilidad. Su esposo quería verla ver sonreír siempre; como el alguna vez le dijo será tu guardia porque de ángel y demonio puede ser los dos.
Cerca de ellos se encontraba la señora Vanessa quien tenía que aguantar el cariño que le tiene a su hijo porque solo eso la detenía para no hacer nada que sea en contra de Camila, pero tampoco pudo evitar que el nieto que se había perdido no le lastimara como podría no quererlo si iba a ser abuela después de todo ella siempre quiso la felicidad de su hijo. Y a pesar de que siempre era muy sofocante con él desde niño – una de las cosas por la cual él se fue- no podía negar que verlo reír junto a la muchachita era reconfortante. Solo quería lo que ella no tuvo con el que era su esposo, no quería que viviera en la sombra de lo que era y se decía amar.
Para en la noche, ya todos estaban disfrutando de una cena en un restaurante del mismo edificio donde se hospedaban, Camila pensaba en mucho y a la vez en nada la sorpresa que le dio Sebastián cuando iban a ir a la playa, fue como un alivio pues así ella podía al menos pensar en unos días, su esposo estaba más que distraído en todo y ella no quería decirle nada porque lo veía muy agotado desde hace mucho, pensaba que si ella le decía sus cosas él no podía al menos descansar esos días.
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❝En La Piel Del Engaño❞
Romansa❇ Tuvimos historia, pintaste mi vida de todos los colores, la hiciste tuya y te adueñaste de todo aquello que me pertenecía. Luego sin mas, lo despedazaste y lo olvidaste cuando tus manos tocaron a otra que no era yo. ❇ ▫▫▫ Trilogía Amores que d...