ANTES

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El celular de Benja había quedado sobre la mesa. Sabía que no estaba bien lo que tenía pensado hacer, pero la duda era más fuerte que yo. Él volvería pronto del mercado, así que debía hacerlo rápido si no quería ser descubierta. Todo mi cuerpo estaba invadido por los nervios, sentía un sudor frío en la nuca. Me sabía su clave de bloqueo de memoria, era su fecha de cumpleaños. Las cosas entre él y Ester se estaban poniendo extrañas y tenía que asegurarme de que fueran solo imaginaciones mías. Dejé de lado mis miedos y lo tomé.

Al revisar sus mensajes, encontré una conversación con Ester, como esperaba. Los últimos eran mensajes normales, ella le decía que estaba llegando, él le respondía que la esperaba con café caliente. Cosas normales un rato antes de que yo saliera del trabajo. Pero, al subir un poco, revisando los más antiguos, me topé con una conversación extraña. Benja le decía que no estaba bien, qué era mejor dejarlo. Ella le respondió que no tenía porqué terminar así, que ella (imaginé que lo decía por mí) no se enteraría. Él le aseguró que, tarde o temprano, todo se iría al carajo y no quería estar metido en problemas.

Cuando terminé de leer, una ira irracional se apoderó de mí, haciéndome desear prender fuego todo el departamento. Me estaba engañando, era más que notorio que Benjamín me estaba engañando. Y con quien se suponía que era mi mejor amiga. No quería ver a ninguno nunca más. ¿Cómo se atrevían a hacerme algo así? Encima, en mis propias narices. Dejé el celular sobre la mesa antes de estamparlo contra la pared y me senté en el sillón a esperarlo.

-¿Me puedes explicar qué son todos esos mensajes con Ester? -le dije apenas entró por la puerta-. Y no quiero inventos ni pretextos ridículos.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando? -Se dirigió a la cocina y dejó las bolsas sobre la mesa.

-Los mensajes que tienes en tu celular con ella. Sé que siempre viene mucho antes de que yo llegue de trabajar, pero no que era para que me metieras los cuernos. ¿Cómo te atreviste? ¡¡Y con mi mejor amiga!!

-¿Me estás diciendo que revisaste mi celular? Y estás muy confundida, no sé qué... -No podía permitir que siguiera hablando, aparte, estaba intentando evadir el asunto y regañarme por haber visto su celular sin su permiso.

-No te hagas el inteligente queriendo dar vuelta las cosas -le dije, poniéndome de pie-. Sí, revisé tu celular porque hace un tiempo que vengo sospechando, pero no lo quería creer. No te creía así, aún no lo creo.

-¿Me dejas explicarte cómo fueron las cosas? No es lo que parece, o lo que crees haber leído.

-Yo sé lo que leí. No soy ninguna estúpida.

-Aylu, por favor. Deja que te explique -se sentó en el sillón y me hizo señas para que lo imitara, pero me quedé parada cruzada de brazos-. Está bien, quédate ahí, pero escúchame.

Estaba muy irritada y sacada de mis casillas. No era posible que fuera a inventar una excusa para salir ileso del asunto cuando mis cuernos seguro que no pasaban por la puerta. Pero se notaba tan sereno que me daba a desconfiar.

-No te engañé, lo juro. No podría hacerlo porque te amo demasiado. No soy tan idiota como para hacerlo y menos con Ester.

-¿Y los mensajes? -Intenté frenarlo, pero me calló con una seña con el dedo y continuó hablando.

-Esos mensajes que viste... No sé bien qué decían, pero, últimamente, Ester estaba un poco intensa. Yo no quise decirte nada para que no pasara esto de que interpretaras mal las cosas, se ve que me confundí al no hacerlo antes. La amistad que estábamos creando con ella al venir a esperarte aquí se ve que la hizo pensar que era algo más, o no sé, porque empezó a pedirme de ir a tomar algo, solos, sin que tú lo supieras. También, cuando venía, me tiraba indirectas o intentaba abrazarme. Yo no quería pelearme porque es tu amiga, y hace que sigas activa con las fotografías, y sé que eso es algo muy bueno para ti -Hizo una pausa mientras observaba sus propias manos; yo tenía el momento para hablar, pero no sabía que decir, mi cerebro estaba intentando comprender lo que él había dicho-. Lo siento, sé que me equivoqué al no decírtelo antes, pero no quiero que tu relación con ella se estropee por esto. Yo hablaré con Ester así se corta todo de una vez por todas.

MIS DÍAS SIN TI ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora