Cuando llegó a la academia pudo escuchar la risa de Donghyuck desde el pasillo junto a los gritos de sus compañeros, al entrar a la sala los vio en medio de una batalla improvisada de baile, Hendery y Hyuck contra Yangyang y Shotaro mientras Lucas se ahogaba tratando de mantener el ritmo con su boca y los demás vitoreaban.
Mientras preparaba sus músculos en una esquina, se unió gritando en apoyo de los cuatro participantes, trató de animar a Lucas también quien parecía ponerse morado. Donghyuck llegó a él para ayudarlo en poco tiempo, cambiando su lugar en la competencia por el pequeño Jisung.
—¿Por qué me bloqueaste por tanto tiempo? —Se quejó Jeno.
—Uh, Jeno-Jen no puede vivir sin mí —se burló, abrazándolo.
—Íbamos a salir cuando terminaras tu último examen —puchereó.
—Está bien —le sonrió—. ¿No podemos tener una cita nocturna? Aún quiero algo dulce y mucho cariño.
Jeno enrojeció, no sabiendo muy bien por qué, tal vez por la mención de una cita, quizá porque Donghyuck estaba demasiado cerca, solo sabía que su corazón latía rápidamente en su pecho y su rostro se sentía caliente.
Siendo el último ensayo antes de la competencia que sería el sábado temprano, ensayaron con diligencia hasta que sus cuerpos se movieron por inercia al escuchar la música. Terminaron con sudor corriendo como agua por sus cuerpos y los músculos dormidos del dolor.
Jeno no se dio cuenta de lo cansado que estaba Donghyuck hasta que escuchó a Yangyang burlarse de él por tener que haberlo cargado hasta la ducha y devuelta a los camerinos.
—No tenemos que hacer nada hoy —le dijo con voz suave mientras le ayudaba silenciosamente atando sus zapatillas—. Podemos salir después de la competencia.
Donghyuck negó con los ojos cerrados, dejando que Jeno le terminara de acomodar la sudadera y le guardara la ropa y toalla en la mochila.
—Quiero pastel de chocolate o moriré —le dijo con determinación.
Se rio, pero cumplió con su capricho. Se dirigieron con pasos lentos hasta una cafetería cercana, hubiese preferido llevarlo hasta la cafetería de Taeyong, pero quedaría muy lejos de la casa de Donghyuck.
Jeno le había arrebatado la mochila apenas salieron de la academia y sostuvo su mano todo el camino hasta su destino, de vez en cuando apretándosela o acariciándola con su pulgar porque le gustaba como se sentía.
Ya en la cafetería se sentaron uno junto al otro, el moreno se había acomodado en el costado del más alto con la cabeza apoyada en el hombro y las manos aferradas al bolsillo izquierdo en la sudadera del mayor quien le iba dando el pastel en la boca.
—Voy a tener que dar un recuperativo —le contó—. Di todo, pero no fue suficiente. Estoy muy frustrado.
Jeno pasó su brazo libre por detrás de la cabeza del chico, acariciándole el cabello sin decir nada, dejando que el menor sacara todo el estrés de los últimos días.
—Si fallo el recuperativo tendré que dar el curso otra vez y lo odié —suspiró—. Quería hacer ambas cosas al mismo tiempo, pero no supe priorizar.
Después de hablarle y terminar su pastel, cayó dormido. Jeno le cuidó el sueño, le acarició el cabello, las mejillas rellenas y sonrió como tonto cada vez que intentaba alejar la vista de su rostro y se daba cuenta de que realmente no quería porque el chico era una obra de arte que merecía ser adoraba cada segundo, incluso con la boquita abierta y los pequeños espasmos que lo hacían saltar y luego esconderse más cerca del mayor.
Lo despertó cerca de las nueve y media, porque estaba oscuro y no estaba seguro de que Hyuck les hubiese avisado a su familia de su paradero.
Donghyuck pestañeó suavemente, sus labios se fruncieron antes de que abriera por completo los ojos y se quejó con un sonido muy parecido al ronroneo de un gatito. Jeno se derritió ahí mismo, con la mano libre le apretó las mejillas provocando un nuevo ronroneo.
—Sueño —murmuró.
—Te cargaré hasta tu casa si quieres —respondió, lo acarició durante unos segundos más antes de que Donghyuck se diera cuenta de la situación en la que se encontraba e intentara alejarse.
Tenía las mejillas rojas y evitó abrir mucho los ojos, se rio nerviosamente, soltándose del brazo ajeno y buscando con las manos su mochila. Jeno rio, confundiendo la actitud avergonzada por un torpe despertar.
Caminaron de vuelta a la estación de metro con las manos unidas. Donghyuck estaba en completo silencio y Jeno respetó eso, sabiendo lo cansados que ambos estaban, aunque él sentía una corriente de adrenalina al tener al menor cerca, la sonrisa no se le había borrado de la boca.
Apoyados en un pilar que los ocultaba de la mayoría de las miradas, Jeno tomó a Donghyuck entre sus brazos para rodearle el cuerpo, como su boca quedó sobre el cabello castaño sin pensarlo lo besó una vez y luego una segunda vez, porque el menor merecía mucho, mucho amor.
—¿Me estás dando besitos?
Donghyuck puso sus manos sobre el pecho del mayor, intentando distanciar sus cuerpos, había dicho las palabras en medio de risitas nerviosas. Jeno unió sus manos al final de la espalda del chico, dejando que se alejara un poco, pero no demasiado.
—Dijiste que querías besitos —respondió juguetón, besándole la frente y luego la mejilla cuando Donghyuck intentó esconder el rostro con las manos.
Siguió dejando besitos así que el moreno le puso la palma sobre su boca para frenarlo, él solo rio apretando el cuerpo más cerca del suyo mientras le picaba las costillas con los pulgares y lo balanceaba hacia los lados.
—Hyuck, ¡eres tan bonito! —Exclamó aun con la mano sobre su boca, sus ojos eran medialunas.
Las manos del menor temblaron al alejarse y apretarse en la sudadera de Jeno, había una sonrisa en sus labios también, trataba de no mirarlo a la cara, pero entonces dijo algo extraño.
—Hyuckie —susurró, sus labios se mantenían curvados y sus ojos le sonrieron antes de continuar—, ¿te enojarías si te besara ahora?
No respondió, no se movió, ni siquiera parecía que respirara mientras Jeno se acercaba lentamente.
Pasó su lengua por sus labios, sentía que picaban por la necesidad de presionarlos sobre los rosados labios ajenos. Cuando estaba a solo centímetros, solo segundos de que por fin se unieran, Donghyuck lo empujó.
—No —exclamó con el aliento atascado y los ojos muy abiertos, mirando a todos lados excepto al más alto—. Mierda, Jeno.
El cuerpo se le congeló mientras veía al chico correr arrastrando su mochila y perdiéndose entre la multitud que se preparaba para abordar.
—Mierda, Jeno —se repitió, dándose cuenta de lo que había pasado.
Estaba confundido y dolido. Se sintió un idiota. No había arruinado su amistad siendo seguidor de Haechan, no la había arruinado con el intercambio de mensajes, pero bastó un intento de beso, una acción que Jeno ni siquiera se había dado cuenta de cuanto deseaba hasta que fue muy tarde, para joder todo.
Donghyuck le gustaba, no había forma de explicar el dolor molesto en su pecho y el nudo en su garganta. Podía decir que de verdad le gustaba ahora, que quería cuidarlo y besarlo y sostener su mano. Pero lo había arruinado.
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Ahora que releí esto no sé si se entendió que Jeno estaba ayudando a Hyuckie a vestirse después de la práctica...
Pero bueno, alguna teoría sobre por qué el solecito salió corriendo?
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Haechan | Nohyuck
Fanfic"Haechan" es el usuario de una cuenta de contenido explícito. Jeno sigue a Haechan. Haechan es Donghyuck. Donghyuck es amigo de Jeno. ⚠Advertencias: 📌Contenido sexual explícito. 📌Pareja mencionada: Renmin.