Haechan | Nohyuck

Capítulo 15

Después de almorzar en medio de risitas y miraditas, regresaron a explorar el museo con las manos unidas, Donghyuck estaba emocionado por jugar en la cama de clavos.

—Vamos, novio.

Jeno sentía cosquillas en el estómago cada vez que el menor lo llamaba "novio", y había estado diciéndolo mucho. La palabra se sentía extraña, nueva, pero a la vez parecía que era correcto. Le daban ganas de abrazar y llenar de besitos el rostro de Donghyuck, pero se detenía porque era demasiado vergonzoso que sintiera que iba a vomitar mariposas por una palabra.

A mitad de la tarde, decidieron que estaban demasiado cansados como para seguir explorando, por lo que caminaron conversando sobre un videojuego que pensaban en comprar hasta la estación de metro.

—Novio, vayamos a mi casa —dijo el menor de repente.

Jeno pensó que bromeaba al principio, se dio cuenta de que no cuando Donghyuck insistió, explicando que su madre no estaría así que no debería ser incómodo y como podrían pedir pollo o pizza. Así que unos minutos más tarde estaban sentados muy juntos, con el moreno mostrándole las fotos que había tomado de ellos durante el día camino a la casa del chico.

La madre de Donghyuck parecía estar celebrando algo con su pareja así que el departamento estaba vacío, el lugar era muy similar a su propio hogar, solo ligeramente más grande, aunque no pudo mirar mucho porque su novio lo arrastró hasta la habitación de inmediato.

—Pedí pizza mientras veníamos, debería llegar pronto, ¿qué dices, novio? —Comentó mientras rápidamente movía la ropa tirada alrededor hacia el armario y movía con los pies algunos papeles para meterlos bajo la cama.

Jeno olfateó el olor al perfume que Donghyuck solía usar combinado con el que había usado ese día. Con curiosidad caminó por el lugar, viendo los libros, los juguetes y las fotos, cada vez que tocaba algo Donghyuck le contaba por qué estaba ahí, por qué lo había conservado, quién se lo había regalado. Le gustaba la intimidad de la situación. le gustaba la sensación de tener acceso a su zona segura.

No pudo evitar reír con nerviosismo cuando vio una lámpara y espejo apuntando a una pared cubierta con una sábana, reconociendo de inmediato el improvisado escenario.

—Ahí tomo la mayoría de las fotos y videos —Donghyuck se le acercó por detrás, abrazándolo, poniendo sus cuerpos lo más cerca que podía—. El resto lo hago en la cama.

—En la foto que me enviaste la última vez —Jeno puso sus manos sobre las de su novio que estaban fuertemente unidas a la altura de su estómago— tenías puesta una de mis camisetas. No recuerdo habértela regalado.

—Eso ya no es tuyo —replicó.

Jeno rio, intentando soltar las manos del moreno para poder voltearse, pero el chico no lo dejaba.

—Quiero besarte, deja que me gire.

Apenas el agarre se hizo más débil, se giró rápidamente para acunar el rostro del castaño, sonreírle y besarlo. Deseaba poder estar pegado a esos labios el resto de su vida, Donghyuck tenía un sabor adictivo y sabía un par de trucos con la lengua.

Se separaron un segundo para respirar. Jeno no pudo evitar sonreír al verlo con los labios levemente separados y brillosos por la saliva, se acercó para volver a sentirlo, siendo recibido por una ansiosa boca abierta.

Donghyuck tenía sus manos aferradas a la camiseta del más alto, halándolo en un intento de tenerlo más cerca, provocando que Jeno avanzara con torpeza y que las piernas del moreno chocaran con la cama, soltó una pequeña exclamación que el más alto atrapó en su boca.