Capítulo 16

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Jeno jamás había conocido con formalidad a los padres de sus parejas. La verdad, no había durado más de un mes con las únicas dos chicas con las que salió durante la escuela, así que cosas como presentarse nunca sucedieron.

Donghyuck había querido presentarlo a su madre la primera semana que se hicieron novios, desde entonces Jeno había estado inventando excusas para que no pasara y ahora hacía dos meses de eso.

Sabía que Hyuck estaba enojadísimo con él. Habían tenido su primera pelea por esa razón, también sabía que la única forma de solucionarlo era aceptando una comida con la familia de su novio, pero estaba convencido de que lo iba a odiar, le aterraba no cumplir con expectativas que estaba asumiendo que existían.

—Tú siempre haces un tsunami en un vaso de agua, ¿no? —Yuta se rio de él—. ¿Por qué te asusta tanto? La mujer no puede ser tan malvada. ¿Qué va a pasar si no le agradas, uh?

Jeno gruñó como un cachorrito lastimado. Por supuesto que Yuta no lo entendería. La situación era muy obvia: si no le agradaba no los dejaría casarse.

De todos modos, acabó haciéndole caso a Yuta y aceptó almorzar con la madre de su novio. Trató de verse seguro y decente, pero sus nervios eran palpables, el lugar tenía una linda vista y comida deliciosa que no podía apreciar porque sentía que se estaba ahogando.

—¿Por qué estás siendo un bebé llorón hoy? —Lo regañó Donghyuck, aunque le tenía las manos tomadas, dándole apaciguadores con los pulgares.

—No lo sé. No quiero que tu familia me odie —puchereó.

Donghyuck no pudo resistirse y unió rápidamente sus labios en un besito que tranquilizó mucho al pelinegro.

La señora Lee era bastante similar a su hijo, su sonrisa tenía la misma forma que la del menor y su personalidad entusiasta rápidamente aligeró el ambiente en los primeros minutos de conversación.

—¿Nunca pensaste en ser modelo, Jeno? —Comentó la mujer—. No puedo creer que te guste mi hijo, con lo insoportable que es, ¿no quieres pensarlo más? Aun puedes correr.

—¡No, mamá! ¿Por qué quieres que me deje? —Chilló el chico, apuntándola con sus palillos.

—No te dejaría —interrumpió Jeno, de repente sintiendo la necesidad de besarle las mejillas, aunque no se atrevió a hacer más que apretarle la mano por debajo de la mesa—. Hay muchas cosas que quiero vivir a tu lado.

Las mejillas de Donghyuck enrojecieron y le pinchó las costillas murmurando que lo estaba avergonzando. Jeno pareció recordar que no estaban solos y su cara también se puso roja.

Al terminar el almuerzo, la señora Lee convenció a su hijo de ir al baño para poder hablarle a Jeno a solas. Al chico se le enfrió el cuerpo de golpe al ver seriedad en el rostro que, hasta hace segundos, había mostrado una expresión alegre.

—Pareces un niño muy respetuoso, —comenzó— y quiero creer que el cariño que mostraste por mi hijo hoy es real. Me hace feliz que Donghyuck esté viviendo un amor tan lindo, por favor no lo arruines, porque no voy a ayudarte a recuperarlo si lo pierdes.

Jeno asintió y realizó una profunda venia dándole las gracias. Quería prometerle que nunca lastimaría a Donghyuck, sin embargo, la voz en su cabeza le recordó que, aunque no tuviera la intención, aún era joven, torpe e inexperto, sabía que iba a cometer muchos errores, esperaba manejar esas situaciones lo mejor posible para no causar daño irreparable en su relación.

No muchos días después de solucionar con éxito la primera pelea, Donghyuck volvió a reclamar sobre un asunto que Jeno pensó que podía evitar un poco más.

—Conociste a mi mamá, quiero conocer a tu mamá también —exigió.

—No recuerdo que pactáramos eso —murmuró.

—No me vengas con tonteras. ¿Qué voy a hacer cuando nos casemos? Tengo que conocer a mi suegra antes de que eso pase —se exasperó—. Estás complicando todo, otra vez.

Jeno no pudo evitar elevar las comisuras de sus labios.

—¿Te quieres casar conmigo? —Cuestionó con un hilo de voz.

Donghyuck se lamió los labios mirando hacia el lado, rodando los ojos. Sus orejas repentinamente se habían encendido.

—Eso- ese no es el punto, Jen —se le trabó la lengua—. Estamos hablando de otra cosa. No cambies de tema.

Ver a Hyuck avergonzado aún se le hacía extraño, ante otros se mostraba confiado, pero desde el inicio de su relación se dio cuenta de que muchas expresiones se le habían pasado por alto, como la forma en la miraba hacia el lado, o la punta de las orejas coloreándose, eso solo había hecho que el moreno fuera más precioso en sus ojos. Además, lo hacía sentirse menos tonto por ser tan tímido cuando estaban juntos.

—De verdad eres demasiado bonito —lo halagó, regándole tres besitos, uno en cada mejilla y el último en la frente.

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Si no separaba esto aquí iba a ser demasiado largo y estéticamente no se veía bien 😭

Subiré el siguiente capítulo en un ratito como disculpa por desaparecer repentinamente 💚💚

Haechan | NohyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora