-¿Hola?-
-¡Hola, Grace!- era respuesta salió muy rápido de su boca, más de lo que ella quisiera. Estaba parada en el living de su casa, junto a su abuela, y con el teléfono en su oreja. Sus padres seguían hablando tímidamente en la cocina, sin saber que ella estaba haciendo esta llamada. Volvió a tomar aire y continuó. Su mano jugando con el doblez de su ropa. -Le pedí a tu mamá que me pasara contigo porque necesito hablarte. Tal vez no quieras en este momento, y lo entiendo, pero por favor...-
-Si, dime de qué quieres hablar.- se escuchó firmemente, desde el otro lado del teléfono. Esa oración, casi escupida hacia ella, quería desanimarla. Pero ella no dejaría que lo hiciera.
-No ahora. Ven a casa mañana, es importante.- Y pensó seriamente para decir lo siguiente -Te necesito- y a pesar de no quería que su determinación se hundiera, su voz se quebró.
-Shina, por favor no...- pareció como... ¿una súplica? Parecía ser más difícil para ella de lo que su amiga creía. Pero ésta no iba a rendirse, que le diera una oportunidad, después de todo; seguían siendo amigas.
-Por favor.- Susana observaba el rostro de su nieta; cómo su semblante era más profundo que el de otras personas, incluso de la mayoría de los adultos. La niña escuchó a Grace suspirar desde el otro lado.
-Está bien; mañana- dijo al fin. Shina casi salta de la felicidad, y su abuela pudo notar por su sonrisa que el plan había salido bien.
-Bien, después del almuerzo. Adiós.- luego de que su amiga también se despidiera, ella colgó. Susana se incorporó, ya que había estado apoyada en la pared.
-Genial, ¿Ya sabes lo que le dirás?- preguntó sonriendo.
-Como me dijiste, lo que siento- soltó decidida -. Estoy cansada de problemas y esperar a que se resuelvan, como magia. Quiero resolverlos por mí cuenta, no bajaré los brazos. Es mi mejor amiga, es muy importante, y nos hacemos bien la una a la otra-.
-Me parece perfecto ese plan.- afirmó Susana, feliz por la felicidad de la niña, y porque había seguido su consejo.
-Es lo conveniente, tendrá mejoras y podremos salvarla- firmemente, Marco trataba de no levantar la voz, mientras discutía con Carla en la cocina. No quería que la pequeña escuchara algo por accidente.
-No me parece lo correcto. ¡No es una buena idea!- la mujer hablaba en su mismo tono, manteniendo los dientes apretados y los hombros tensos, mientras caminaba angustiada por la pequeña cocina.
-Allá hay mejores doctores, mejores hospitales. Trasladarse para allá ES lo correcto.-
-Qué puedes saber de lo que es lo correcto para mí hija- soltó con furia, sin medir sus palabras. El hombre abrió su boca en sorpresa, y pronto su expresión se transformó en una de disgusto. Ella se impactó de su propia oración, no podía ser que en serio haya dicho eso. –Lo siento, eso no...-
-Sabes muy bien que eso no es mi culpa.- el enojo en su voz desbordaba, su mandíbula más marcada de lo usual. La joven quiso acercarse, disculparse. Pero él retrocedió unos pasos, demostrando que no quería que ella hiciera eso. El solo se colaba por la ventana, alumbraba la habitación, y la tensión la llenaba.
-Si, tienes razón. No estuvo bien lo que dije, lo siento- Carla ya se había disculpado sobre esta situación varias veces, pero cada vez sorprendía más a Marco. Ella no era de admitir que estaba equivocada, y muy pocas veces se disculpaba. Pero eso demostraba que de verdad lo lamentaba, y con razón; seguía pidiendo perdón porque no podía perdonarse a sí misma. –Pero...- suspiró, tratando de encontrar las palabras, sin meter la pata de nuevo. –Es demasiado grande, complicado... Mudarnos al exterior...- extendió la mano en el aire al decir "exterior" y la bajó con desilusión. –Es demasiado costoso, complicado, irnos a un país donde no conocemos a nada ni nadie... Preferiría que no, además de que Shina está débil ahora...-
ESTÁS LEYENDO
Entre la Vida y la Muerte
JugendliteraturLa muerte es algo por lo que todos pasamos. Temprana o no nos parece horrible. Imagina ser una niña y descubrir que morirás en un año. Esperarla tranquila es muy complicado y estar muy alarmada no sirve de nada. Su familia estará allí para apoyarla...