11. Histeria Grupal

14 5 3
                                    

¡Ay, no, Dioses! Está historia está medio fuerte.

Resulta que cuando yo iba en cuarto grado de primaria, en el festival/convivio de Navidad, yo hice que muchos niños de los "populares y valientes" se pusieran a llorar, ¿cómo?

La historia es que unos cuantos días antes del festival, una amiga llevo un muñeco de esos que tienen botones como ojos y están muy cabezones. Los lalaloopsy, algo así.

(Era este)

Entonces empezaron a inventarse que el muñeco según se movía sólo, ya saben, cuentos de terror hechos por niños de 9 años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entonces empezaron a inventarse que el muñeco según se movía sólo, ya saben, cuentos de terror hechos por niños de 9 años. Además, la cosa se puso más interesante cuando subieron al tercer piso del edificio "D", el cual estaba abandonado y nadie subía por temor a ser "tomados por la niña Luz" cosa que a mi, como niña inteligente y escéptica me daba risa.

Empezaron a pedir que el muñeco dejara de ser poseído por algún espíritu, y así se inventaron toda una novela de terror.  Al inicio esos mismo niños "valientes" empezaron a hacer bromas y burlas a mis compañeras, molestandome demasiado.

El día del festival estábamos en nuestra comida —había sido pizza— y mi compañera sacó a la luz otra vez lo del muñeco, y, precisamente lo había llevado.

Los pongo en contexto de otra cosa.
Hay veces en las que si yo sueño algo, ese algo se vuelve realidad.
Por ejemplo: Un día soñé una iglesia en ruinas y soldados de esos franceses con su sombrero enorme y sus mallas, etc. A las dos semanas un atentado en Francia.
Otro día soñé que la tierra se abría, una semana después fue el terremoto del 19 de Septiembre del 2017.
Y así ha pasado muchas veces.

Les conté eso a mis compañeros.

—Nah, no te creo —me dijo Alfonso, si, el niño al que le pegue con mi lapicera. —Sólo quieres llamar la atención—. Era cierto, muy cierto.

Les conté mis sueños y siguieron sin creerme.

Enojada porque no me habían creído les dije que le preguntaran a mi mamá. Ella estaba como representante auxiliar en mi escuela, por lo cual en el festival estaba en la escuela.

Me fui a las jardineras del edificio "B", quedaban justo atrás de donde estaba mi grupo. Estaba hablando sola, cuando casi todo mi grupo llega y se ponen de rodillas mientras ponían sus manos como si rezaran.

—Perdonanos, Gisela, perdonanos. —Yo nada más los miraba como "¿y ahora a estos qué les pasa?"—. Tu mamá nos confirmo todo lo que nos dijiste.

Entonces les dije que los perdonaba —ah, re poderosa que me sentía 😎— y subimos al tercer piso del edificio "B" porque ahi hariamos el ritual para sacar al espiritu.

Todo bien hasta que... Abigail gritó.

—¡MIREN, HAY ALGO QUE SE MUEVE EN EL SALÓN! —todos se levantaron como borregos cuando un perro los corretea.

De repente empezaron a gritar como si les hubieran pegado con un cable en el trasero desnudo.

Bajaron corriendo, yo me asomé al salón y todo estaba precisamente en su lugar y más quiero que un cementerio. Que brutos...

Aclaró, no estoy diciendo que siga con esa idea de que los fantasmas, espíritus, entidades, no existen; no puedo decir eso después de... encuentros con ellos, esas son otras historias.

Baje tranquila, con el muñeco en mano como si llevara a alguien menor de la manita, sólo que colgaba. Yo estaba con una pequeña sonrisa burlona, mientras que los niños me veían super asustados.

La profesora se enteró y nos comenzó a interrogar en grupo, a todos. Y como yo no era la culpable al 100% le dije a Abigail que dijera la VERDAD.

Alzó la mano y ¡¿SABEN QUE DIJO?!

—Gisela nos asusto a todos...

Pero que hija de las mil put-
Respira, Gisela, respira. Esta cara no se puede arruinar con arrugas.
INHALAAAAAA

Entonces me decidí que era el momento de hablar.

—Isabel trajo ese muñeco, pero Abigail empezó a decir que estaba supuestamente tomado por algún tipo de demonio, entonces dijo que algo se movía en el salón 33.

La profesora me miro un rato y entonces América E. me apoyo... Los demás se hicieron de la vista gorda, además de que Gibran, Javier y Alfonso terminaron en la enfermería por el susto: les dolía la cabeza. Cosas de simples mortales :)

Jafet se enojó conmigo y en la hora de la salida nos quitó al muñeco y se fueron corriendo, pero como soy rápida, soy más que veloz, soy un rayo... lo alcance y lo tire jsjsjs además le quite el muñeco y me fui con mi "papá".


Moraleja: NUNCA asusten a sus compañeros porque son mariquitas que no aguantan una posesiondemoniaca en un tierno muñeco :(

〰️Gisela O.〰️

☕︎ 𝐺𝑖𝑠𝑒𝑙𝑎 𝑉𝑙𝑜𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora