14. El viaje perdido

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Hace dos años, en vacaciones de Navidad, mi "papá", mi abuelito y mi abuelita dijeron que querían ir a Francia a ver a mi tía que vive allá. Supuestamente yo iría.

¿Por qué no fui? Porque tengo un miedo neurótico a los aviones.

Yo me quedé con mi mamá en esos días. Estuvo bien.

Me termine de ver "Diabolik Lovers" en una mañana. Las otras dos semanas estuve haciendo tareas del hogar, dibujando -algun día les mostré mis preciosas obras de arte-, escuchando nueva música, salí con amigas a plazas -aunque yo no soy mucho de salir-, me termine de leer "La ciudad de las bestias", "Los peces no cierran los ojos", "Un verano con fantasma" y "Ladrona de libros"; me ví toda la saga de Harry Potter con Ricardo -el ex del que les hable el fin de semana-. En fin, hice un montón de cosas. Creo que fue en esos días dónde surgió mi idea para "Eres raro, pareces un Alien" y empecé a escribirlo. Estuve en casa de mis abuelos y me ví un montón de películas románticas de esas que terminas abrazada a una almohada mientras lloras.

Hice demasiadas cosas. Al fin no había sido tan malo quedarme.

Pero cuando volvieron resulta ser que habían estado entre la nieve, que fueron a los Alpes Suizos y también fueron a Inglaterra, aunque mi abuelita se enojo porque dice que les inspeccionan casi hasta la-... La ropa interior en el aeropuerto. ¡QUE VIAJARON EN TREN! Ese ha sido uno de mis sueños; el único tren al que me he subido es a el del Museo del Ferrocarril en el Paseo Bravo.

De recuerdo me trajeron una sudadera de una universidad de allá, que justo ahora tengo puesta, por eso me acordé.

Sin embargo, aunque se la pasaron de pelos, agradezco no haber ido. ¿Por qué? Mi familia paterna siempre ha apreciado más a mi tia, de mi mismo nombre -Gisela-, porque se casó con un francés, vive en Francia y tiene a sus tres hijas francesitas, por lo cual, si yo hubiera ido, hubiera sido algún tipo de humillación porque, claro, ¿quién va a querer a la colombiana/mexicana teniendo francesas?, ¿no?

Viéndolo por el lado bueno, mi tía dice que allá en Francia siempre le han halagado su color moreno, así que si yo hubiera ido me hubiera conseguido un montón de pretendientes. No soy una morena morena :v... ¿Apiñonada? O sea, ni muy morena ni muy blanca, un color intermedio, un poco bronceado -ahora más porque recién fui a la playa y me quemé-, además, soy bonita -oila- y una perita en dulce. No es por presumir, pero además soy inteligente.
En fin, soy buen partido, tanto para un latinoamericano como para un europeo y un asiático, con el último voy más de acuerdo, ah.

Aquí les cuento que por culpa de mi miedo me prive de cumplir sueños que tengo desde niña, porque yo aún tengo el sindrome Pocahontas: Hombre alto, rubio, ojos de color.
Aclaro que eso no significa que si me llega un precioso latinoamericano de preciosos sentimientos le voy a decir que no, porque, hasta eso, no soy de gustos taaaan exigentes; es decir, he andado -la que solo ha tenido 3 novios- con tipos que mis amigas tacharon de "feos" y que para mí eran la cosa más hermosa del universo.

Moraleja ¹: Que tú miedo no evite que cumplas tus sueños, nunca sabes cuándo se pueda volver a presentar la oportunidad.

Moraleja ²: No le hagas caso a tus migas si te dicen que un chico no es para ti por su físico, porque no importa lo que digan, tú ves a esa persona como el centro del universo, como una de las 7 maravillas del mundo.

Moraleja ³: Que nadie te diga que el color cartón es feo. Es de los colores de piel más hermosos... So beatiful :3





〰️Gisela O.〰️

☕︎ 𝐺𝑖𝑠𝑒𝑙𝑎 𝑉𝑙𝑜𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora