Capítulo 7

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Ella estaba recostada en la mesa, esforzándose para mantenerse despierta, pues quería escuchar y entender lo que estaba pasando, no sentirse tan perdida, pero estaba siendo todo un reto.

Padre veía esto y le parecía divertido, por lo que cada cierto tiempo le daba una punzada en el costado, para mantenerla despierta y reírse de sus reacciones.

Ya tenían varias horas discutiendo cálculos, número de bajas, tácticas y otros temas que ella entendía poco, ya fuera porque nunca los había escuchado o porque eran palabras que no conocía. Padre había sido su maestro desde que la acogió y para ser honesta, no era muy bueno en ello.

—¡Bien, bien! —Interrumpió él. Despertando a la somnolienta joven y sorprendiendo a todos los demás en la mesa, pues no había dicho nada más hasta ese momento— Están dando mucha hablada, creí haber dicho que venía a discutir *solo* lo importante— Se quejó serio.

Esto molestó a algunos, más nadie objetó nada.

—Él está en lo cierto— dijo una pelirroja de cabello corto— No deberíamos desperdiciar su tiempo ni el esfuerzo de Yoko por traerlo aquí— Cuando se puso de pie, inmediatamente noto lo alta que era, más que Yoko, incluso podría decir que era de una altura similar a la de Padre— Vamos a lo importante— Con un lápiz, señalo en el mapa de la pizarra, una punto negro en el medio del océano— La criatura por ahora simplemente denominada como la Entidad avanza por el océano Indico con rumbo a la costa de la playa Tofo. Su velocidad no es la gran cosa, pero hay teorías de que podría acelerar el paso una vez toque tierra; Sin embargo — Tomó unos escáneres de la mesa y los pego en la pizarra— La imágenes satelitales muestran que el no es nuestro principal problema, al menos por ahora, si no la horda de Devoradores que lo acompaña y escolta.

—Se estima que los números podrían llegar a las seis cifras o más — Dijo un moreno de cabello oscuro, con una edad de entre los cuarenta, de gran tamaño y con varias cicatrices en el rostro— Esos no son buenos números, pues superan por mucho a las mayores hordas que hemos registrado hasta el momento.

—Sí eso lo leí en el papel — Dijo Padre— Pero sé que pueden lidiar con eso — Estaba serio y con sus ojos cerrados — ¿Por qué estoy aquí?

Bueno — Dijo la pelirroja acomodándose los anteojos— Como dices, a pesar de no ser un número pequeño, podemos lidiar con ello, por lo que enviamos al equipo especial a lidiar con ellos, bajar un poco el volumen del grupo, pero — Dio una pequeña pausa— Se toparon con algo más, algo con lo que no habíamos lidiado antes.

Padre abrió los ojos, su mirada, su mirada era tan fría y sin sentimiento alguno, que estaba segura de que la temperatura del lugar había bajado un poco.

—Se toparon con Demonios— Dijo el moreno — De los de verdad, no simples bestias sin cerebro, sino monstruos inteligentes, tácticos y fuertes. Ellos — Se detuvo, tenía un nudo en la garganta.

—Ellos los mataron a todos — Terminó diciendo Yoko. Sus ojos estaban húmedos — ninguno regresó.

—¿Entonces como saben de los Demonios? — preguntó ella sin pensar.

— Pues — Respondió el General— Se podría decir que nos mandaron un mensaje señorita.

El ambiente pesado y triste la hizo arrepentirse de preguntar. Decidió que era mejor si se quedaba callada por el resto de la reunión.

Yoko tuvo que salir a tomar aire, la acompañó una morena, de un tamaño similar a ella, que vestía una camiseta sin mangas que mostraba que tenía muchas cicatrices, similares a las de Yoko y el moreno.

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