Capítulo 31

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No muy lejos del bosque, Raksha y Ryuka se acercan rápidamente gracias a la contraparte de Mika, Kimia.

—¿Crees que llegaremos a tiempo? —Pregunta Ryuka.

—Tenemos que hacerlo. No podemos fallarle a Rynna. No podemos fallarle a Vesta.

—Lo huelo... —Dice el demonio —Está cerca.

El demonio se llena de furia lentamente al sentir el inconfundible olor del brujo del engaño. Entonces decide apresurar el paso luego de dejar salir un fuerte rugido.

—Ten cuidado, demonio —Dice Raksha —En cuanto entres al bosque, no podrás salir.

—Quiero a ese brujo... —Gruñe.

—Descuida, lo tendrás.

—Mira, ahí —Advierte Ryuka.

...

Al separarse, Remena recorre el bosque en busca del demonio o de Vesta; pero es inútil, no conoce el lugar lo suficiente como para desplazarse libremente.

—¿Dónde están...? —Pregunta mirando en todas direcciones.

—Oye, bruja —Remena se detiene al oír una voz femenina.

—Tú eres Lanch ¿No?

Remena ve a los tres demonios sobre uno de los árboles, parecen estar ocultándose.

—¿Dónde está Vesta?

—Borja se la llevó. —Dice Lonch.

—Borkoff los persigue —Dice Gob.

—¡¿Y ustedes qué hacen aquí?! —Reclama la bruja.

—El brujo tiene un cierto poder sobre nosotros —Dice Lanch —No es que le obedezcamos; pero nos hace sentir en "peligro"...

—Así que cuando nos quedamos a solas con el brujo, solo desaparecimos de inmediato.

—Necesito que me guíen por el bosque. Si Stolas encuentra a Vesta, hará de todo para arrebatarle su poder.

...

Fuera del bosque, del otro lado del muro, Stolas se prepara para arrebatar aquello que tanto quiere.

—¡Suéltame! —Grita Vesta en cuanto Stolas la sujeta de la ropa para levantarla del suelo.

—Impresionante demonio el que creaste, niña. Pero no me sorprende, ya que eres hija de Rynna y de un asqueroso humano.

—¿Por qué quieres lo que ella me dio? —Pregunta intentando soltarse.

—Porque ese siempre fue mi plan, tesoro mío. Pero Rynna tenía algo más que yo no noté hasta que fue tarde —La mirada de Stolas parece desviarse a la nada —Era encantadora...

Una risa comienza a oírse entre los árboles. Entonces, la figura de una bella mujer aparece moviéndose como si jugara alegremente hasta llegar junto al brujo.

Vesta nota la expresión de Stolas mientras la mujer lo abraza. Ver el rostro de su madre nuevamente, le provoca tristeza y escalofríos. Esa no es su madre. Aquella mujer sonriente y sumisa junto al brujo, no es la mujer que le dio la vida; y eso la hace enfadar.

—Mi plan era quitarle todo —Dice el brujo —Pero ella me hechizó con su encanto y luego se fue de mi lado.

—Estás loco —Stola fija la mira en Vesta y hace desaparecer a la mujer.

—¿Tu crees? —Deja salir una suave risa. —¿Sabes lo que se siente el que pongan más cosas antes que a ti? —Su rostro demuestra ira —Rynna puso a ese estúpido demonio antes que a mí. Creó el bosque sin pensar en lo que pasaría con ella ¡Por eso no quise ayudarla! ¡Porque sabía que eso le costaría la vida! —Sorpresivamente deja caer a Vesta —No iba a hacer algo que la dañara... No iba a dejar que muriera antes de quitarle su don y su magia...

—¡Vesta!

Vesta se levanta lo más rápido que puede y salta al interior del bosque para evitar que el demonio que se avecina la alcance.

—¿Estás bien?

—Mika —Voltea rápido y ve al brujo siendo inmovilizado por otro demonio más grande —Pero...

—Hemos estado siglos separadas. Ya no podemos volver a estar juntas. —mira al brujo —Ya no somos el mismo demonio.

—Eso significa que Borja y Borkoff.

—¡¿Crees que lo separé con la intención de volver a unirlos?! —Exclama el brujo —¡No importa si pasaron separados un día, un año, un siglo! ¡Ahora tienes dos problemas, Rynna!

El demonio está a punto de asesinar al brujo por todo lo que le hizo; pero justo antes de que le clave los colmillos, Vesta se acerca y la detiene haciendo que todos los presentes la miren confundidos.

—No lo mates...

—¿Qué haces...? —Pregunta Raksha.

—Este ser no merece vivir —Interrumpe el demonio —La bruja me prometió al brujo y ahora cobraré el pago por traerlas hasta aquí.

—¡No!

El demonio acaba por ignorar a Vesta y cobra su recompensa, la vida del brujo que la separó y encerró en un jarrón como si fuera una antigüedad.

—No, no, no, no... —Vesta se acerca e intenta moverlo; pero es inútil. Stolas ha muerto a manos del demonio víctima de sus engaños.

Vesta voltea a ver a Raksha, quien luego de un par de minutos, se da cuenta de la situación.

Defender a Vesta resultó ser un arma de doble filo. Habían salvado a Vesta de que Stolas se llevara su don y lo que quedaba de su magia, sí; pero al asesinar al brujo sin haber recuperado su magia, fue un error con un valor bastante alto.

—Stolas murió teniendo mi magia... —Balbucea Vesta antes de mirar a Raksha con una expresión de pánico —La magia que poseo se acabará en cualquier momento y...

Un temblor hace que el bosque se mueva cada vez con más violencia. Las tres brujas y los demonios observan desde fuera la aterradora situación.

—El bosque... —Dice Ryuka, dando unos cuantos pasos hacia atrás.

—El muro... —Dice Vesta mientras siente que su corazón se rompe al ver que su hogar comienza a caer, árbol tras árbol. —Borja...

—Remena sigue dentro —Dice Raksha. —¡Vesta!

Vesta no lo piensa dos veces y se interna en el bosque para ir por Remena y por su familia, aun sabiendo que es ella quien corre más peligro.

—Tengo que encontrar a Remena. Tengo que encontrar a los demás... —Corre mientras ve los árboles caer a su alrededor —¡Remena! —Grita al ver a la bruja.

—¡Vesta! —Voltea a verla completamente asustada —¡Cuidado arriba! —Vesta tropieza cayendo justo en el camino de uno de los árboles que cae, cada vez, con más velocidad. —¡Vesta!

El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora