Capítulo 28

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Los demonios mellizos se internan en la cueva para socorrer a Vesta. La chica está muy fría, y su corazón late demasiado débil.

—Vamos, despierta o esa cosa nos encontrará... —Dice Lonch, intentando hacer que despierte mientras la mueve un poco —Vesta.

—Ya basta, no funciona. —Dice Lanch —Tiene que haber una forma de...

—¿Qué tal esto? —Ambos demonios ven a Gob —Lo hizo con el pétalo. Quizás sirva mejor con una flor fresca.

—Ay que ver —Comenta Lanch, antes obligar a Gob a acercarse. —Hagámoslo.

Gob se acerca a Vesta con las flores blancas y rojas que logró arrancar antes de huir y las coloca sobre ella. Pero un rugido que hacer temblar la cueva hace que todos se sobresalten.

—Bor... Ja... —El balbuceo de Vesta llama la atención de los demonios —Tengo que...

Los demonios ven algo asombrados cómo las flores se fusionan con la Chica.

—Funciona —Dice Lanch, para luego mirar a Gob —¿Dónde está ese demonio?

—En el árbol. Está empeñada en que el brujo la ayudará con su cometido.

—Tenemos que esconderla —Los tres miran a Vesta, quien lentamente comienza a recuperar su tono de piel original.

...

En el camino, la bruja comienza a impacientarse al ver que Borja no reacciona. El demonio no hace más que solo repetir el mismo balbuceo.

—Ves... Ta...

¡Remena!

—¡¿Raksha?!

La encontramos.

—¡Dense prisa! ¡Borkoff debió haber llegado al bosque y Borja está inconsciente!

—¡¿Cómo es que...?!

—Stolas le puso un conjuro al demonio para debilitar a quien ataque.

Ese conjuro solo debilita enormemente a demonios como Borja. Si ataca a demonios menores, los hará desaparecer. Solo Stolas sería capaz de desarrollar un conjuro que hiciera tal cosa.

—Aun no despierta y solo repite el nombre de Vesta.

Como todo conjuro, tiene una debilidad. El demonio debe estar esperando a que Vesta lo ayude. —Remena mira a Borja —Remena, tienes que hacer que ese demonio se de cuenta de que Vesta lo necesita a él.

—Valko...

—Exacto. Date prisa, hermana. Nosotras iremos en cuanto unamos a los demonios...

En cuanto se corta la conexión, Remena se apresura en hacer lo que Raksha propuso.

—Escucha. No nos conocemos; pero sé quién eres —Le dice al demonio inconsciente —Eres quien enamoró a mi hermana menor con tu simpleza, eres el causante de la existencia de esa joven que se encuentra en problemas, le transmitiste ese amor paternal a un demonio que solo conocía la sed de venganza y el odio —No obtiene respuesta —Por favor, solo tú puedes hacer algo al respecto. Tú puedes ayudarla. Te necesita —Comienza a sentir la desesperación —¡Vesta necesita a su padre!

Al oírla, en lo más profundo del ser del demonio, el único componente que no está corrompido por la oscuridad comienza a asomar.

Ves... Ta... —El demonio abre los ojos dejando ver a la bruja su tono pardo.

—Valko.

Estoy... —Mira sus garras con asombro, al igual que todo su cuerpo —Soy...

—Ya habrá tiempo de entender lo que pasa —Dice Raksha, ayudándolo a concentrarse en la situación —Pero ahora debemos llegar al bosque. Vesta...

Está en peligro...

...

En el pueblo, Raksha se prepara para abrir aquel jarrón sellado que supuestamente posee al demonio dentro.

—Está ahí —Asegura Mika —Puedo sentirla.

—¿Estás segura?

—Sí. Pronto, ábrela.

Al romper el sello, una niebla negra comienza a salir del jarrón, rodeando a las brujas y a Mika. Ryuka intenta usar su magia para controlarla; pero no parece ser de mucha ayuda.

La neblina comienza a concentrarse a pocos metros de Raksha hasta que se dejan ver un par de luces rojas.

—Recuerda la naturaleza de este demonio, bruja —Dice Mika, antes de que el otro demonio comience a gruñir como un feroz felino.

—¿Dónde está...? —Pregunta con voz profunda y sombría —El brujo del engaño... —Los gruñidos son cada vez más furiosos —¡¿Dónde está Stolas?!

Las brujas vieron con asombro al demonio que comenzaba a tomar la forma de una enorme pantera negra de ojos rojos llenos de ira.

Raksha se ve obligada a tragarse el miedo que el demonio frente a ella le hace sentir y procede a dar unos pasos hacia adelante.

—Mi nombre es Raksha, demonio. —Intenta sonar autoritaria —Y tengo un trato para ti.

El demonio se ve interesado en cuando escucha la palabra "trato"; pero el recuerdo de lo ocurrido con el brujo siglos atrás la hace desconfiar.

—Ayúdanos a llegar al bosque de los demonios y a proteger a una joven bruja de otro demonio y...

—¿Qué obtendría a cambio?

—A cambio tendrás al brujo que te engañó —Tiene toda la atención del demonio —Ayúdanos, y Stolas es tuyo.

Luego de unos breves minutos de pensarlo, el demonio está listo para dar su respuesta.

—Si intentas engañarme, juro que te mataré.

—No hay engaño en este trato, demonio. Te doy mi palabra. —El demonio estalla en risas.

—¿Cuánto vale la palabra de una bruja?

—Lo suficiente como para que confíes en nosotras —Responde Raksha. —¿Y bien?

—Acepto tu trato, bruja —Dice mientras se acerca a Raksha —Quiero a ese brujo mal nacido...

El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora