Capítulo 26

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Mientras Borja y Remena se dirigen al bosque sintiendo el constante acercamiento de la calamidad y Vesta permanece peligrosamente inconsciente dentro de la cueva, los tres demonios menores se encuentran a pocos kilometros del bosque de los demonios.

—El camino es más corto cuando sabes hacia dónde debes ir —Comenta Lonch. 

—¿Vesta habrá llegado al bosque ya? —Pregunta Lanch.

—Lo mejor es creer que sí —Dice Gob —Aunque hay solo una forma de averiguarlo ¿Saben? —Ambos demonios lo miran con una sonrisa.

—¡A que yo llego primero! —Dice Lonch, para luego transformarse en sombra y tomar la delantera.

...

En una dirección contraria, Mika lleva a las brujas a lo que parece un pueblo fantasma. El lugar es tan silencioso y tenebroso, que hace que Raksha y Ryuka se pongan en alerta a todo.

—Aquí fue donde Stolas y yo estuvimos todo este tiempo...

—¿Por qué un pueblo abandonado?

—Aquí me encontró —Se detiene —Ataqué este sitio un día cualquiera y él apareció. Me ofreció poder y destrucción, sin mencionar la cantidad de muertes que podría ocasionar. Y yo acepté.

—Eres un demonio ambicioso.

—En cuanto acepté, Stolas hizo lo mismo que con ese demonio. Dijo que eso haría más fácil el trabajo y aumentaría mi ferocidad.

—¿Lo hizo? —Pregunta Ryuka.

—Bastante. Al separarme, mi otra mitad comenzó a atacar todo a su paso. Incluso a Stolas; pero este la engañó y puso un conjuro sobre él. Y decidió quedarse conmigo para intentar mejorar en ese conjuro.

—¿Cuál conjuro?

—Posesión inversa.

Ambas brujas miran atónitas a Mika por sus palabras para luego mirarse entre ellas. Con lo que el demonio les acaba de decir, está más que claro que deben detener a Stolas.

—Stolas quiere... ¿Poseer a un demonio? —Dice Ryuka, sin dejar de parecer confundida.

—La fuerza y poder de un demonio mezclado con la magia y la inteligencia de Stolas podría resultar en el fin de todo. Sí el brujo posee a Borkoff, estamos perdidas. Ni siquiera Vesta será capaz de detenerlo.

...

Del otro lado del muro que rodea al Bosque de los demonios, los tres demonios observan el lugar hacia adentro.

—Bueno, aquí estamos —Dice Gob.

—¿De verdad tenemos que entrar a esta jaula? —Pregunta Lonch.

—Solo si quieres evitar que algo le suceda a Vesta —Dice Lanch, adentrándose al bosque sin dudar —¿Qué esperan?

—A veces me pregunto qué tiene esa niña como para hacernos hacer esta clase de cosas —Comenta Lonch atravesando el muro.

—Hogar dulce hogar —Dice Gob con sarcasmo. —Fue bueno mientras duró.

Lanch guía a los demás demonios hasta la ubicación del árbol. Sentir el lugar tan desierto es algo extraño; pero todos recuerdan que los demonios se encuentran dormidos cerca de la grieta, o al menos la mayoría.

—El aire aún se siente más fresco aquí adentro. —Comenta Lonch

—Debe ser porque la magia de Vesta sigue muy débil. Eso también debilita al muro. —Responde Lanch.

—Miren.

Los tres ven a la chica cerca del árbol arrancando las flores restantes para simplemente dejarlas caer sobre la nieve.

—Que bueno que regresan —Dice Vesta con una sonrisa mientras baja hábilmente de lo alto —Necesito recolectar todas estas flores.

Lonch y Gob obedecen de inmediato a la chica y comienzan a desprender las flores de cada rama. Mientras, Lanch observa a Vesta.

—¿Pasa algo?

—Nada, solo me preguntaba desde cuando Vesta puede subir y bajar de un árbol con tanta facilidad —La chica la mira algo asombrada —No me engañaste la primera vez, tesoro. No lo vas a hacer ahora. ¿Qué hiciste con Vesta?

—Bastante lista para ser un demonio. Realmente me impresionas. Esa estúpida se está congelando por habernos dado la espalda ¿A ustedes no les molesta que luego de prometerles libertad se las negara?

—Confiamos en ella. Aceptamos lo que ella crea correcto —El demonio rió.

—¿Qué sabe un demonio sobre qué es correcto y qué no?

—No más que tú, querida —Lanch sujeta el cuello del demonio con aspecto de Vesta —Ahora dime dónde está.

—En su "casa". Pero dudo que siga con vida a estas alturas. O mejor dicho, con esta temperatura —Estalla en risas.

—Demonio asqueroso...

Lanch suelta al demonio para dirigirse a la cueva que se encuentra rodeada de otros cientos de demonios en la entrada.

—¡Vesta! —Intenta llamarla —¡Responde!

—¡Lanch! —Aparece Lonch. —Gob está reteniendo a ese demonio molesto. Solo un humano puede crear algo tan desastroso como eso.

—Vesta está ahí adentro. No podremos atravesar a tantos demonios.

Un aullido llama la atención de todos los demonios presentes, al mismo tiempo que un extraño temblor mueve la tierra.

El supuesto tiempo que tenían se ha acabado. La calamidad se ha internado en el bosque junto al brujo. El estado de Vesta permanece como una interrogante. Y Borja aún no logra llegar.


El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora