Capítulo 23

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La chica y el demonio permanecen inmóviles sintiendo la compañía del otro después de tanto tiempo.

En su interior, el infierno de Borja parece haberse congelado. La tormenta se calmó en cuanto Vesta volvió a estar junto a él. Pero aún hay cosas por hacer para que nadie vuelva a apartarla de su lado.

—Debemos volver a casa —Dice Vesta, sacando a Borja de sus pensamientos.

—No la acapares para ti solo, nosotros también la extrañamos —Aparece Lanch.

—Nos la pasamos días enteros buscándola ¿sabes? —Continúa Lonch.

—También es lindo volver a verlos —La sonrisa de Vesta se vuelve algo forzada —Caí en la trampa de Stolas muy fácil ¿Por qué solo me olvidé de Borja?

Porque quería hacerlo creer que estaba solo para desestabilizarlo —Responde Rynna — Así sería más fácil acercarse al demonio con libre albedrío.

—Vesta —Llaman las brujas —Estamos listas para enviarte al bosque.

—¿Enviarme?

—No tienes suficiente magia como para transportarte al bosque con nosotras —Dice Remena.

—Pero no podremos transportar al demonio —Finaliza Raksha.

—No —Interviene Borja, transformándose en licántropo —No dejaré que...

—Oye... —Dice Vesta mientras sujeta el brazo del demonio —Estaré bien.

—Pero...

—Sabes en dónde encontrarme. Solo debes volver a casa y yo te esperaré.

Rynna sonríe ante aquel momento. Está completamente segura de que conseguirán lo que sea si trabajan juntos. Está completamente segura de que ya puede dejarlos.

Ya es hora —Dice, provocando que tanto brujas como demonios la miren con confusión. —Es tiempo de irme.

—¿Qué? Pero...

El conjuro tenía un límite de tiempo que comenzó a correr cuando abandoné el interior de Borja. Ahora todo queda en sus manos —Coloca una mano en el hombro de Vesta y Borja. Luego fija la vista en el demonio —Ahora nos despedimos como se debe, amigo.

—Rynna... —La mujer vio el brillo en los ojos del demonio. Aquello la hizo sentir un poco de culpa por no poder quedarse a ayudarlo o a consolarlo. Pero ya no la necesitaba. Ahora tenía a alguien más para apoyarlo alguien que lo necesitaba y que a la vez él necesitaba.

Todo estará bien, mi lobo. —Dice acunando el rostro lobuno del demonio —Tienes a alguien que te quiere igual o incluso más que yo —Mira a Vesta.

—Me habría gustado estar más tiempo contigo... —Murmura la joven.

Nos veremos cuando llegue tu momento, hija mía. Hasta entonces, los esperaré a ti y a Valko del otro lado —Mira a sus hermanas —Gracias por todo, hermanas.

—No tienes que agradecer... —Dice Raksha al borde del llanto.

—Fue lindo volver a verte hermanita —Dice Remena entre lágrimas.

—Te amamos, Rynna —Dice Ryuka.

También las amos —Vuelve a abrazar a Vesta y al demonio —Y a ustedes dos más que a nada en este mundo.

—Mamá...

—Rynna...

Creo en ustedes.

Luego de decir aquellas palabras, la mujer simplemente se desvanece en el aire, dejando a la chica y al demonio algo desconcertados. Entienden lo que acaba de pasar; pero les cuesta trabajo aceptarlo. Les cuesta aceptar, que su amada Rynna se fue para siempre.

Todos permanecen en silencio hasta que éste es roto por los apenas audibles gemidos de Borja. Vesta voltea a verlo algo asombrada; pero al igual que Rynna, su vista se clava en los ojos del demonio. Entonces solo se pone de pie y rodea su cabeza con sus brazos.

—Tranquilo —Murmura —Estoy contigo.

—No entiendo que es esto...

—Estás triste —Borja la mira sin comprender bien lo que dice —Querías mucho a mamá; y te da tristeza que se haya ido.

—Es... Lo mismo que cuando destruía los pueblos y no estabas ahí.

—Vesta —Interrumpe Raksha. —Debemos hacerlo ahora.

—Claro. —Mira a los demonio —Vuelvan al bosque de los demonios —Mira a Mika —Todos. Vayan a casa. Los esperaré mientras recupero lo que Stolas no se llevó. —Todos asienten en silencio.

—Y pensar que no hace mucho solo eras una humana cobarde y llorona —Comenta Lanch, haciendo que Vesta suelte una suave risa. —Andando, nuestra humana demonio requiere de nosotros.

Los tres demonios se vuelven sombra para ir de regreso al bosque del cual habían pasado décadas queriendo huir.

—Déjame llevarte —Dice Borja.

—Con la magia de mis tías llegaré de inmediato —Borja no demuestra estar muy convencido —Estaré ahí. Lo prometo. Nos vemos en casa.

—Vesta... —Raksha la señala un lugar en específico para que se ponga de pie —Debes tener la mente centrada sobre dónde quieres ir —Dice con seriedad —Solo piensa en ese lugar y estarás allá.

Luego de ponerse de pie en medio de un círculo de plantas y flores, Vesta fija la mira en Borja y Mika, quienes no parecen tener intenciones de marcharse aún, lo que la hace sonreír.

—Quiero ir a mi hogar —Dice cerrando los ojos —Llévenme al bosque de los demonios.

El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora