El bosque de los demonios (2): Fuera Del Bosque

Capítulo 8

Tanto Raksha como Remena enmudecen al oír las palabras del demonio. ¿Por qué mencionaba a Rynna?

— Tenemos que encontrar a Vesta cuanto antes — Raksha parece desesperarse.

— ¿Raksha? ¿Qué te pasa?

— Está pasando de nuevo... — intenta inútilmente usar su magia para rastrear al hombre — ¡¿Dónde rayos se metió con Vesta?!

— ¡Raksha!

— Cuando Rynna dejó al demonio dentro del bosque hace ya varios siglos atrás, me quedé para vigilarlo unos días. — apunta a la imagen de Borja — Ese demonio lo está haciendo de nuevo. Busca a Vesta como buscó a Rynna esa vez.

— ¿Qué pasó esa vez?

— Primero pasa eso. Está deprimido, confundido, porque la persona que lo hizo disminuir su deseo de venganza había desaparecido sin explicación. Luego, estalla en ira incontrolable. — Remena guarda silencio — La primera vez no tuvo mayor importancia debido a que se encontraba encerrado...

— Ahora tiene un mundo para destruir.

...

Al llegar la mañana, Vesta despierta en lo que parece una cama junto a Mika.

Mira hacia todos lados buscando al hombre; pero al no encontrarlo, decide levantarse e ir a inspeccionar.

— Ya despertaste, mi bello tesoro — Stolas la saluda con una gran sonrisa. — ¿Dormiste bien, cariño?

— Yo... Sí, dormí bien — continúa mirando a su alrededor — ¿Dónde estamos?

Estar rodeada de grandes y gruesos árboles la llena de una extraña e inesperada nostalgia.

— Yo... No comprendo — mira a su padre — Siento que conozco este lugar. Pero, también lo siento... ajeno.

— Estuviste perdida mucho tiempo, mi querida Vesta. Es normal que te sientas de esa forma — acaricia su cabello con suavidad — Pero tranquila, ya pronto comenzarás a ver este lugar como tu hogar. Ya lo verás.

...

Siguiendo la ruta del par de demonios desquiciados que no hacen más que causar estragos en cada poblado al que van, ambos se detienen en medio del camino que los dirige a un nuevo poblado para espantar humanos.

— Mira esto — dice Lanch, al escontrar una especie de pétalo rojo en medio de la tierra — ¿Qué dices, Lonch?

— Digo... Que espantemos a todos y a cada uno de los habitantes hasta dar con nuestra Vesta.

Ambos demonios se convierten en sombra para adentrarse en el pueblo. Pueden sentir el ligero aroma de su querida humana.

— Aquí — anuncia Lonch, deteniéndose fuera de una casa.

— Oye, bruja — Canturrea Lanch — adivina a quién encontramos...

— ¡¿De verdad?! — se escucha la voz de Raksha — ¡¿Dónde está?!

— Detrás de esta puerta — dice Lonch — Solo tenemos que...

A todos les llama la atención el que la puerta se abra sin necesidad de forzarla. Ambos demonio entran sin dudarlo para echar un vistazo al lugar; pero se detienen al ver el desastre. Ciertamente, un desastre digno de un demonio.

— Creo que alguien llegó antes que nosotros — dice Lanch.

— Y por lo visto, se llevó toda la diversión — dice Lonch, al descubrir el cadáver del humano en una de las habitaciones.

— ¡¿Y Vesta?!

— Supongo que cantamos victoria antes de tiempo — comenta Lonch mientras examina el cadáver del humano que yace junto a la cama. — Parece que se llevó un buen susto antes de morir.

— ¿Qué tenemos aquí? — Lanch se detiene al ver un rastro de huellas con la sangre del humano. — Parece que hay un gatito muy malo por aquí.

— Es Mika.

— ¿Qué es una Mika? — pregunta Lonch.

— Mika es el demonio de Stolas. Él la tiene.

— ¿Ahora qué hacemos? — pregunta Lonch.

— Busquen a ese demonio y encontrarán a Stolas.

— Rastrear a un demonio es mucho más facil que buscar a un humano — dice Lanch — Todos los humanos son iguales entre ellos, sin mencionar el hecho de que son una plaga. Pero por otro lado, cada demonio es diferente el uno del otro... — se acerca a las huellas para verlas mejor — Y lo que diferencia a este demonio es... — sonríe de forma perturbadora al captar su escencia — ...Miedo.

— ¿Miedo en un demonio? — ríe Lonch — Eso quiero verlo.

— Ya quiero ver quién es ese tal "Stolas" y cómo le hace para hacer sentir miedo a un demonio. — sonríe Lanch — Bueno, el demonio parece ir hacia el norte y...

— ¡Borja! — La voz de Gob interrumpe a Lanch. — Oye, bruja. Tenemos un problema...