Capítulo 4

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La cuerda se tensó y todos rápidamente comenzaron a jalar. Sofía y Esteban se sujetaron de la cuerda y llevaban cargando a el ahora ex-guardia que había ayudado a Sofi.

Una vez a bordo ella le desató el cinturón y lo recostó de lado. A los pocos instantes el guardia comenzó a toser y expulsar agua de su boca a lo que Sofía dio un suspiro de alivio.

- ¿Estoy muerto?- preguntó el ex-guardia observando a todos.

- No- dijo Sofía- pero casi lo logras.

- ¿Ustedes quienes son?

- Tus salvadores- dijo Esteban.

- En realidad me refería al nombre de su tripulación - dijo el guardia mientras era ayudado por Sofi para ponerse de pié - ¿Por qué no me dejaron morir?

- Estuvimos a punto de hacerlo - dijo Roca - pero está señorita - señaló a Sofia con la mano extendida - se negó por las malas a hacerlo.

- Sí te recuerdo- dijo el guardia.

- No creo que nos olvidemos tan fácilmente el uno del otro. Tú me salvaste primero, no podía dejarte abandonado - dijo Sofi con una sonrisa de lado - me llamo Sofía - dijo y extendió la mano.

- Soy Edward - dijo y estrechó su mano.

- Bienvenido a bordo, ellos son la tripulación, y al parecer hay nuevas caras - continúo la castaña mirando a los nuevos integrantes.

- Sí- dijo Esteban - resulta que no fuimos los únicos que estaban pasando por desgracias.

- Les agradecemos por aceptarnos en su barco - dijo uno de los nuevos marineros.

- Sí, si no nos hubieran llamado probablemente estaríamos aún sin rumbo - comentó otro.

- Es increíble la cantidad de personas que te puedes encontrar abandonadas - mencionó Samuel.

- Bueno, él es Esteban - empezó a presentar Roca a la tripulación, tanto para Sofía como para el ex-guardia - el de cabello de resorte se llama Samuel, el bicolor de ahí- dijo señalando a un muchacho moreno con manchas blancas en la piel y algo de barba- es John, el enano - dijo dirigiéndose a un joven de unos treinta y seis años y bajo- es Winston...

Y así fue presentando a los demás que se habían sumado a la tripulación ahora formada por nueve personas incluyendo a Sofía y Esteban.

- Bien, mi nombre es Edward, y ahora soy un ex-guardia de la duquesa Bianca - se presentó el recién llegado.

- A partir de hoy - dijo Esteban con voz firme - no serás más un traidor, tus nuevos compañeros somos nosotros y tú serás parte de esta nueva tripulación, bienvenido a bordo Edward.

- Gracias capitán.

- Por cierto, yo no soy el único capitán - dijo Esteban y tomó la mano de Sofia para levantarla con la de él- ¡ella también es su capitana!- dijo y todos empezaron a aplaudir y gritar, esa noche todos cenaron en la cubierta para festejar el rescate de Sofia, la llegada de un nuevo compañero y el surgimiento de los nuevos capitanes del barco.

Sofía fue a cambiarse y al salir del camarote y dirigirse a la pequeña multitud que había en cubierta se cruzó con Esteban.

- ¿Qué tan fría está el agua Sofi? - preguntó burlón.

- No lo sé, deberías ir, probarla tú mismo y decirme tu opinión - contestó la chica haciendo que Esteban sonriera un poco - ¿Por qué me nombraste capitana?

- En el poco tiempo que llevo de conocerte me has demostrado que eres digna de portar ese título. Eres muy valiosa Sofi.

Estas palabras hicieron que Sofía enrojeciera ligeramente y que tanto ella como Esteban sonrieran.

Esteban y Sofía. La flor imperial de Rashmil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora