Epílogo

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Las campanas de la iglesia sonaban alegres, todo el pueblo estaba reunido en la puerta de la gran construcción de piedra gritando: "¡Vivan los novios!" Mientras lanzaban granos de arroz a la mujer y al hombre que salían y pasaban entre la multitud tomados de las manos, después todos se dirigieron al palacio. Habría una gran fiesta en honor de la unión de esas dos personas ya que se trataba de la boda de Esteban y Angelic.

Después de haber salvado a la reina contaron lo que sucedió en el viaje. Hablaron acerca de los amigos que habían hecho y lo que se habían sacrificado por poder ayudar a cumplir la misión.

Hablaron de como terminaron con Bianca, del sacrificio de Samuel, de Dáshi, Shú-zhu, de Minerva quien ahora era parte de la tripulación que era hospedada en el pueblo, y en el castillo se encontraban los herederos y sus amigos. Pasaron los meses y Esteban volvió a pedir la mano de Angelic.

Le fue difícil que los reyes le dejarán desposar a su hija, pero al final lo consiguió, a todos se les comenzó a tratar como si fueran parte de la familia y en seis meses más se celebraba la boda de los futuros reyes.

Al llegar al castillo, el pueblo fue recibido en el gran salón de baile, a Esteban se le coronó como príncipe, también se celebro el regreso de los herederos perdidos y se les coronó a Edward y Sofía como lo que siempre habían sido. Príncipe y princesa.

Comenzó el banquete y la tripulación había sido colocada en una mesa especial para ellos. Todos disfrutaban de la comida, la música seguía sonando y algunos se paraban de sus asientos a bailar.

En un momento Esteban se dio cuenta de la ausencia de su mejor amiga en el salón y salió a buscarla preguntando a todos si la habían visto pasar por algún lugar.

Las indicaciones lo llevaron al muelle, ya al llegar, efectivamente, ahí estaba Sofía con un vestido hermoso y mirando al horizonte mientras sostenía el collar que le había dado Samuel que seguía en su cuello.

- Va a ser difícil acostumbrarse a su ausencia - dijo ella.

- Él hubiera querido que siguieras adelante y que conquistaras el mundo - respondió el futuro rey - él siempre supo que podrías hacer lo que quisieras.

- No pensé que algo como esto fuera a suceder. Solo pensar que yo puede haberlo salvado...

- Ya no te culpes por eso. Si quieres honrar su memoria vive, porque por eso lo hizo, para que tú vivieras y te puedo apostar que si estuviera aquí te diría lo mismo que yo - ambos se abrazaron -. Vamos, regresemos adentro.

- No creo quedarme aquí mucho más tiempo Esteban.

- ¿Qué?

- La tripulación y yo nos iremos de Manróquia está noche - Esteban la miró confundido -. No puedo quedarme aquí, tal vez mi familia esté y pertenezca qui, pero debo aprovechar que yo no seré la heredera.

- ¿A dónde irás?

- A todas partes, a detener a los malos.

- ¿Ahora serás justiciera?

- Sí. Y voy a vivir.

- ¿Por Sam? - preguntó Esteban.

- Por Sam.

Al regresar al castillo, Sofía habló con sus padres y les explicó lo que quería hacer, ellos accedieron y como despedida le regalaron un barco mucho mejor que el anterior. Le explicaron que había pertenecido a la realeza por generaciones y que se alegraban en dárselo a ella.

Y así, en medio de la madrugada, Sofía y la tripulación se embarcaron hacia un mundo totalmente inexplorado, dándonos así, la esperanza de algún día volverlos a ver.


FIN

Esteban y Sofía. La flor imperial de Rashmil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora