Capítulo 11

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Cuando todos estuvieron presentes Shú-zhu los observó y cuando vio a Samuel se puso muy feliz.

- ¡Samuel! - exclamó con gran contento Shú-zhu bajando de la estantería donde se encontraba para abrazar a Samuel. Era un señor de tal vez sesenta y tantos años, con cabello peinado hacia atrás, alto, casi tanto como Roca y de piel morena - pensé que jamás te volvería a ver.

- Shú-zhu -trataba de hablar Samuel con esfuerzo - no puedo respirar.

- ¡Oh! Sí, lo siento - dijo soltándolo - y ellos, supongo que son tus amigos - dijo viendo a los demás.

- Sí - empezó Samuel mientras se sobaba el cuello - ella es Sofía - dijo presentando a la capitana - él es Esteban, él es Luis alias Roca, y él es Edward.

- Un gusto conocerlos muchachos, ¿a qué han venido? Porque supongo que no vinieron sólo a contemplarme ordenar libros.

- No - habló el capitán - la vida de la reina de Manróquia está en peligro, debemos encontrar la flor imperial de Rashmil.

- ¿Qué relación tienen ustedes con ella? - preguntó curioso Shú-zhu.

- Pronto voy a casarme con su hija - habló Esteban.

- ¿Con mi hija? - preguntó Shú-zhu con humor - ay no, ¿no hay algo mejorcito? - dijo haciendo que todos rieran - no - dijo entre risas - es mentira Esteban, se ve que eres buen partido, además no tengo hija, ahora sí, poniéndonos serios, ¿para qué quieren la flor?

- Es la única cosa que puede curar a la reina - esta vez habló Sofía - tenemos el mapa de la isla donde va a aparecer, pero no tenemos nada más.

- ¿Mapa de la isla donde aparecerá? - preguntó Shú-zhu muy extrañado.

- Sí - respondió la capitana.

- Lo que ustedes tienen es todo, menos un mapa de ese lugar - prosiguió el maestro, no sin antes hacer una pregunta más - ¿alguien se quedó en el laberinto de niebla?

- No Shú-zhu - respondió Samuel - todos estamos aquí.

- Perfecto, entonces continuemos, síganme - dijo comenzando a caminar.

- ¿Qué hubiera pasado si alguien se hubiese quedado atrapado? - preguntó Roca.

- Nada en absoluto, igual les hubiera contado a los que estuvieran aquí - llegaron a una sala con un mapa de todos los continentes que se habían descubierto.

- ¿Alguien puede decirme que es esto? - preguntó Shú-zhu señalando los dibujos en el piso mientras tomaba una especie de bastón hecho de madera, algo retorcido y grueso.

- Es el mundo - dijo Edward - un mapa del mundo - se corrigió.

- Exactamente - dijo el maestro de libros y golpeó ligeramente una esquina de aquel mapa que al instante comenzó a iluminarse y a flotar, pero no era un mapa plano, tenía los relieves de todo el mundo, los volcanes, montañas, mesetas, etc. Shú-zhu controlaba el mapa con aquel bastón - verán, la flor que buscan es única en su especie y es muy difícil de encontrar, no hay mapas conocidos que los lleven hacia ella, las islas donde se les puede hallar desaparecen después de un tiempo, el mapa que ustedes tienen es falso.

- ¿Entonces cómo la encontramos? - preguntó Roca.

- ¿Ustedes saben qué es lo que dice la leyenda?

- Para encontrarla deben buscar en el cielo lo que está oculto en la tierra - dijo Esteban asintiendo con la cabeza.

- Exacto- dijo moviendo un poco el mapa con el bastón - pero esa es sólo la primer parte.

Esteban y Sofía. La flor imperial de Rashmil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora