Capítulo 21

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De la nada, uno de los complices de Bianca había chocado con ella. Minerva se había liberado de los brazos del oponente rápidamente y lo había empujado en dirección a la duquesa creando un momento de distracción en los enemigos, haciendo que los amigos de Minerva pudieran escapar, llevando la flor con ellos.

Minerva observó que Bianca empezaba a prepararse para su ataque, la tierra comenzó a temblar y algo viscoso y rojo subió por los pies de Bianca hasta sus manos y otra buena parte a su collar. Era lava.

En el mismo instante en qué Bianca la lanzó, Minerva creó un escudo protector al rededor de ella y los demás con agua para que no les afectara. Mientras esto ocurría, Minerva les contaba lo que harían. La lava al chocar contra el escudo, era endurecida, creando grandes cantidades de rocas.

Cuando Bianca dejó de disparar, Minerva quitó el escudo y lanzó las rocas hacía los ayudantes de Bianca, dandoles la oportunidad a nuestros protagonistas de comenzar a correr, todos excepto ella y Ed.

- Ay, que tiernos, los novios van a quedarse - dijo Bianca.

- No somos novios - dijo Ed.

- Cuanto dolor tuvo que costarte decir esas palabras - dijo Bianca - pero no te preocupes, cuando yo sea la reina podrás casarte con ella y vivir una buena vida, nos lo merecemos, después de todo, nuestras vidas no han sido nada fáciles.

- ¿Nos merecemos? No creo que tú lo merezcas - dijo Minerva.

- Todos merecen vivir en paz - continuó la duquesa - pero todos tienen un vacío que quieren llenar y eso les impide vivir plenamente.

Sin más, Bianca lanzó más chorros de lava, Minerva creaba escudos para que no pudieran salir dañados. Cuando tuvo oportunidad, Edward apuntó al cristal que llevaba la mujer en el pecho, y con el mismo objeto que habían derrotado a Ijab y su tripulación disparó. Desafortunadamente, no dio en el blanco ya que Bianca tomó la bola de metal y tiró de ella, provocando que la tela unida a esta, y entrelazada en el brazo de Ed, lo obligara por medio de traspiés a llegar hasta Bianca quien estaba dispuesta a golpearlo, y momentos antes de lograrlo, Bianca comenzó a defenderlo.

- Si de verdad no te importa ¿Por qué lo defiendes? - preguntó la duquesa.

- ¿Será porque es uno de los tres hermanos herederos al trono y debo llevarlo a salvo para que Manróquia prospere?

Bianca continuaba atacando y peleando sin parar mientras que Minerva se defendía y trataba de acercarse a la duquesa sin agredirla.

- ¿Cómo va a prosperar si no toman las decisiones correctas? Si de verdad quieren hacerlo entonces deberían ser todos iguales. Mientras existan diferencias de todo tipo entre ustedes, la prosperidad no va a llegar.

- ¿Y tú cómo planeas hacernos prosperar?

- Habrá un control, donde todos estén de acuerdo, donde todos sean iguales y piensen de la misma manera, sin competiciones, sin enemistades, no habrá países, solo hablarán una misma lengua, una sola cultura.

- ¿Qué pasará con las personas que se opongan a lo que quieres?

- Su destino está firmado con sangre. Son un obstáculo para los demás.

- Todo eso suena tentador, ¿Pero qué pasaría con la diversidad?

- La diversidad es lo que no los deja avanzar como raza.

- La diversidad es lo que nos define, por eso cada uno es único e irrepetible, es lo que nos da identidad,  nos complementa unos a otros, nos hace darnos cuenta que somos más fuertes unidos, y aunque exista la igualdad, siempre van a haber diferencias. Jamás existirá un tiempo en el que todos pensemos completamente igual. Así fuimos creados y es lo que conforma nuestra humanidad.

Esteban y Sofía. La flor imperial de Rashmil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora