Epílogo

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El tiempo había pasado, para ser exactos, 5 años. Las conversaciones con Jungkook hace menos de dos años que se habían terminado. Mis estudios para entrar en una buena universidad y su trabajo impedían que pudiésemos hablar tranquilamente. Él tal vez no sabía nada de mi ni como estaba, pero yo sabía hasta que color era la ropa interior que él usaba. Bueno, no tan así. Las cuentas de Twitter, Instagram o demás, me mantenían al tanto de todo lo que estaban haciendo. Y lo agradecía.

Cuando mi relación con Jungkook había empezado, los medios estaban hasta explotar. Las noticias iban y venían. Recibí comentarios buenos y malos, pero a estos últimos no les prestaba atención. Todo iba bien, pero como ya dije, su trabajo y mis estudios se encargaron de cortar el poco contacto que teníamos. En esos tres años, hablábamos siempre que teníamos tiempo. A veces yo no dormía por estar hablando con él, lo que me llevó a la sala de detención más de 7 veces cada mes. Luego nuestra conexión se acorto hasta quedar en nada.

Con Bambam seguíamos en contacto, aunque también había disminuido un poco. Con Tom nuestra relación de amigos se redujo a quedar solamente en conocidos, este se había conseguido más de 3 novias estos últimos años. Mis padres seguían felices como siempre y Alice se había conseguido un novio hace dos meses, y se nota a kilómetros que están felices juntos.

Había entrado a la Universidad el año pasado. Había decidido estudiar Diseño Gráfico, era algo que me gustaba y desde hace tiempo me atraía, al igual que la fotografía. Debía estudiar el primer semestre aquí en USA y salir con todos los ramos aprobados para poder optar al intercambio. Por suerte, lo logré. Tenía suerte de que la Universidad tuviera un convenio con alguna universidad de Corea del Sur.

Luego de haber hecho todo el papeleo, por fin me encuentro en un avión directo a Corea del Sur. Durante este tiempo, me había esforzado por aprender el idioma y estoy conforme con mis resultados.  Pude aprender sus costumbres, a pesar de no estar allí. Corea del Sur era sin duda un país genial. Tenía lugares hermosos para poder visitar y mientras esté allí, me encargaré de recorrer cada rincón de aquel país, incluso la Isla Jeju.

La voz de la azafata hace que me quite los audífonos y le preste atención.

–Buenos días. ¿Podría apagar cualquier objeto tecnológico que tenga encendido?– Me mira a mí para luego ver a la señora que está sentada al lado mío.– También colóquense el cinturón, en 30 minutos aproximadamente aterrizaremos. Gracias.–Dice como si fuera un robot. Asiento y apago mi celular para luego guardarlo en mi mochila. Me abrocho el cinturón y miro por la ventana. Las nubes aún eran visibles, pero luego iban desapareciendo poco a poco para ver el paisaje de Incheon. Poco después, el avión aterriza y los pasajeros bajamos uno por uno del avión. Mis pies tocan el pavimento de Corea y sonrío.

Camino hasta llegar dentro del aeropuerto. Me extrañó ver a tantas chicas sentadas en distintos grupos en suelo mientras sonreían y conversaban entre ellas mismas. Espero por mis maletas hasta que las veo salir de esa gran máquina. Las recojo y luego un griterío se escucha por todo el aeropuerto, que hasta incluso podían dejar sorda a una persona. ¿Quién había llegado como para hacer tanto griterío?

Con mis maletas en mano, camino lenta y tímidamente hasta donde está todo el bullicio. A un lado había un grupo de fans, claro que no estaban usando nada que las pudiera reconocer como parte de un fandom.

–Disculpen.–Les hablo. Una de ellas voltea la cabeza hacia mi sonriendo y abre los ojos, sorprendida.

–¡¿Eres tú?!–Pregunta emocionada y sorprendida. Yo la miro confundida y ella voltea a ver a sus otras amigas, y luego 4 pares de ojos rasgados me están observando con emoción.

–¡Eres tu! ¡La novia de Jungkook!–Hace tiempo que dejaron de llamarme así. Sonrío con incomodidad.

–¡BTS! ¡BTS llegó!–Una de ellas me responde sonriendo. Una de ellas se acerca a mi y me pide tomarme una foto con ella. Nunca creí tomarme una foto con algún desconocido. Ella toma la foto y luego el resto se acerca igualmente. Luego voltean para seguir viendo a sus ídolos.

¿Jungkook está aquí? ¿Ahora mismo?

Creo que moriré aquí mismo.

Veo algunos sombreros desde donde estoy. A pesar de tener 19 años, todavía medía como un estúpido minion. Salto y veo el rostro de J-Hope sonriéndole a algunas fans. Me alejo de mi posición y vuelvo a saltar para ver a Jimin y Rapmon dar algunos autógrafos mientras sonríen. Sigo saltando desde mi posición pero no logro ver nada. Supongo que no es mi día de suerte.

Desearía tener poderes mágicos para apartar a todo el mundo y ver el rostro de Jungkook otra vez. Suspiro rendida mientras hecho la cabeza hacia atrás. Algunas fans que están detrás de todos, me miran y susurran entre ellas mientras yo trato de sonreír. Camino hasta una cafetería que está allí mismo. Entro y pido solamente un jugo con un sándwich. Luego debería tomar un bus y hay veces en las que me mareo.

Luego de tener el pedido en las manos, guardo el jugo en mi mochila y salgo de la cafetería mientras acerco el sándwich a mi boca para poder al fin comer. Voy con la mirada gacha hasta que siento como alguien choca contra mí, haciendo que la palta quedara esparcida en mi nariz y boca. Bufo y alejo el sándwich de mi cara.

–Deberías tener cuidado a la próxima.– Murmuro pasándolo de largo. Con mi mano izquierda limpio la palta de mi nariz. Siento como tiran de mi brazo y luego lo único que logro ver es el pecho de un hombre. Si ensucié al hombre, por favor que no me haga comprarle algo. Levanto la vista y me sorprendo al ver esos ojos castaños que hace mucho tiempo no había visto.

–Alen...–Murmura. Su voz había cambiado, ahora era un poco más gruesa pero aún tenía el toque del Jungkook de 18 años. Sus ojos analizaban cada parte de mi rostro mientras mis ojos hacían lo mismo con el suyo. No había cambiado demasiado, seguía igual a la última vez que lo había visto, la única diferencia era el estilo de su cabello.

Mis ojos se cristalizaron y simplemente lo abrasé. Cerré mis ojos mientras mis manos apretaban su gruesa chaqueta. Sus brazos rodearon mi cuerpo y yo no puedo expresar lo feliz que me siento este momento.

–No te vuelvas a ir...–Susurra mientras me aprieta más a él.

–No me volveré a ir. Te lo prometo.– Murmuro mientras mi rostro está enterrado en su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

Definitivamente, no me volvería a ir de su lado. Me quedaría por siempre junto a él.

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Ya lo terminé de corregir, en cualquier caso, lamento las fallas ortográficas que se me hayan pasado.

En fin, muchas gracias por todos sus votos y comentarios, de verdad los aprecio un montón. Gracias a todas las chicas que me habían apoyado durante el progreso de la historia y a las chicas que la leyeron cuando la estaba editando. Muchas gracias. Les agradezco desde lo más profundo de mi corazón :') Les envío muchos besos y abrazos desde Chilito! Nunca he sido buena dando las gracias y diciendo adiós, así que lamento que suene algo "fría".

Siempre quise hacer un "especial" pero nunca supe que escribir en él, dándoles las gracias por los más de 2.36K (06.06.15)de votos que la historia tiene. De verdad, se los agradezco un montón y no sé que hacer para agradecérselos.

Espero que les haya gustado leerla tanto como a mí me agradó escribirla. Sé que algunas veces debieron quedar como "¿qué?" o "esto está de más", pero es mi primera historia y aún sigo siendo una principiante xD En fin, ahora sí, muchas gracias por leerla hasta el final, y si leíste esto, también muchas gracias.

Peace out!

xxB_D

"A" » Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora