11. Disculpas.

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Capítulo 11


No quería saber la relación que ambos tenían, aunque debo y tengo que saberlo si no quiero entrometerme en una relación. Fuimos hasta una cafetería para hablar tranquilamente. Notaba como Jungkook quería hablar, aunque no sabía que es lo que debía decir, supongo. Nos sentamos en el lugar más alejado y, luego de algunos incomodos segundos, él habló.

-Lo siento, no quería que nos conociéramos bajo esa circunstancia. Ella no es nada mío, es una de nuestras estilistas. Quería hablar conmigo afuera sin que todos que estaban dentro de la agencia nos interrumpieran. Se confesó y luego me besó. No quería...-Estaba hablando muy rápido, así que lo interrumpí.

-No tienes que explicarme nada, galleta. -Le brindo una sonrisa sin ganas. -No somos nada, así que no veo que debas de darme alguna explicación. Yo...fui muy tonta por correr de esa manera, ¿sabes? -Me reí, aunque fue una risa demasiado floja para mi gusto. -Solo debí saludarte y presentarme como tu amiga, porque es lo que soy. Creo que fue una reacción estúpida de mi parte. -Y formo una sonrisa a medias. Su semblante esta serio, y su cabeza estaba hacia abajo.

-No. -Dice de repente. -Tengo que explicártelo, porque ya lo dije antes. Me...me gustas y siento que debo darte una explicación por lo que ocurrió hace un rato. -Levanta su cabeza y me observa. -Cuando te vi, solo quería correr hacia ti y abrazarte. Pero tú te alejaste mientras llorabas y eso...rompió mi corazón. Verte de esa manera me hizo sentir culpable y un gran idiota. -Sus mejillas estaban ligeramente rojas, aunque sus orejas estaban de un color rojo intenso.

-No hablemos más de eso ¿bueno? -Trato de darle mi mejor sonrisa. -Ya me explicaste lo que ocurrió, así que solo dejemos de lado ese tema. -Río, aunque no podía dejar de pensar en esa escena.

-De acuerdo. -Suspira y luego sonríe. -¿Y por qué estás aquí? ¿Por qué no me dijiste? -Frunce el ceño.

-Fue un regalo de cumpleaños adelantado. -Sonrío y él mira hacia otro lado con una sonrisa nerviosa.

-Yo no he comprado nada para ti, aún. -Dice mientras sus mejillas se vuelven rojas.

-Descuida, es mañana así que aún tienes algo de tiempo. -Río y él sonríe.

-¿Y...cuando te vas? -Pregunta observándome.

-Mañana así que debes apurarte. -Digo tratando de aligerar el ambiente luego de mi respuesta.

-Entonces tengo poco tiempo. -Dice con una media sonrisa.

Salimos de la cafetería y me llevó a un local de comida rápida. Grandes lugares para llevar a alguien por Jeon Jungkook. Aunque, a pesar de eso, nos divertimos mucho comiendo. Luego de haber estado compartiendo, nos tuvimos que despedir. Me dejó cerca del hostal, puesto que tenía que volver a la empresa por sus cosas.

Las calles estaban silenciosas, y el silencio y el vacío de los lugares a veces me aterran. Escuche unos pasos detrás de mí y luego sentí algo frio caer desde mi cabeza pasando por mi espalda hasta terminar en el suelo. Me doy la vuelta y ,con una gran sonrisa, se encontraba la estilista junto con dos chicas más a su lado. Comenzó a gritarme cosas en coreano y por su tono de voz, supe que estaba enojada.

-No te entiendo, adiós. -Me di la vuelta para seguir con mi camino, pero ella me topa del brazo y me tira bruscamente provocando que me dé la vuelta.

-No te metas con Jungkook, querida. -Sabe hablar inglés, que increíble. -Serás como una piedra en mi zapato pero serás una muy fácil de quitar. -Sinceramente, no sé qué es lo que logra intentar.

-Si vas a insultarme o algo parecido, no tengo tiempo, así que adiós. -Me voy a voltear pero sus palabras me detienen.

-La agencia no lo dejará tener novia a menos que ellos lo deseen. Y créeme que no dejarán que una niña como tú esté con él, así que mejor ríndete. Yo lo haré mejor y él me querrá a mí.-Dice con una sonrisa.

-Yo no estoy intentando nada, amiga. Sigue intentándolo aunque no creo que te haga mucho caso. -Le sonrío y me alejo de allí.

Y allí no volvió a molestar. Estúpida chica, más linda que yo y también puede ser aceptada por la agencia y todos porque es coreana. Bufé mientras pensaba en aquello. Sigo caminando hasta llegar al hotel. Estoy a punto de abrir la puerta cuando escucho mi nombre.

-¡Alen!-El tailandés estaba frente a mí y confundida lo mire.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué estas...?-Con su mano me hizo callar.

-¿Que te ocurrió a ti?-Toma una de las puntas de mi cabello para notar que están mojadas.

-Una chica loca muy idiota.-Respondo simplemente y él rie. Luego saca un pañuelo su bolsillo y trata de limpiar mi cabello con una sonrisa.-Descuida, luego me bañaré.-Lo detengo. No era necesario. Luego su rostro se vuelve serio.

-Se te calló esto-De su bolsillo saca una pulsera que mi tía me regalo hace algunos años-, cuando fuiste a comprar al negocio. -Sus mejillas se habían encendido en un rojo intenso, aunque por su color de piel no era muy notable.

-Gracias, Kunpi. -Tomo la pulsera de sus manos y trato de colocármela, pero no puedo.

-Te... ayudo. -Toma los extremos de la pulsera entre sus manos y me la coloca. Termina de amarrar los extremos y suelta mi mano.-Ya está...

-Gracias, pero... -Me rio-pudiste haber esperado hasta mañana para entregármela, ya es tarde, son las diez de la noche y deberías estar en casa a esta hora.-Lo reto mientras lo apunto con mi dedo índice y frunzo el ceño.

-Más que dar miedo, das ternura.-Dice riendo. Bufé, no soy tierna.-Y no, está bien, según escuche, mañana te vas-Sus manos se dirigen a los bolsillos de su pantalón y se balancea con sus pies.

-Entonces te la hubieras quedado como recuerdo, de parte de la chica que cree que tienes un nombre raro.-Me encojo de hombros y él ríe. -Bien, vete a casa. Adiós. -Me despido de él con un beso en la mejilla y él para su risa automáticamente. Luego recuerdo que no tenemos las mismas costumbres y abro mis ojos.-Yo... Lo siento, es solo que.... Bueno... En mi país así nos.... despedimos... Lo siento.-Me excuso rápidamente y él parece despertar de su trance.

-No, no... Eh, esto... Descuida, no es... No es nada.-Sonríe.-Adiós Alen.-Agita su mano de un lado a otro mientras se aleja hasta que sale por la puerta.

Miro la pulsera que me trajo en mi muñeca y sonrío. Era un chico agradable.

Subo al ascensor y espero hasta que llegue al piso 9, que es en donde nos estamos quedando. Abro la puerta de la habitación con la llave y adentro me espera mi madre con una sonrisa que poco a poco se borra después de verme.

-¿Que te ocurrió?-Pregunta después de que cierro la puerta y se acerca rápidamente a mí. Toma mi cabeza entra sus manos y huele mi cabello.-Es bebida. Ve a bañarte o se te subirán las hormigas.

Le hago caso y luego de tomar dos toallas, voy al baño. Luego de algunos minutos, estoy con mi pijama sentada en mi cama mientras mi madre está en la cama de al frente observándome con una sonrisa.

-¿Ese chico que acaba de salir es Jungkook?-Me pregunta luego de observarme por cinco largos minutos. Estaba hablando de Bambam.

-Eh... No...-Iba a seguir a hablando pero me interrumpe.

-¡Oh! ¿Y quién es? ¿cómo se llama? Ay, mi hija tiene varios pretendientes.-Hace las preguntas mientras sonríe para finalizar con una sonrisa pícara. Esta mujer, por dios...

Y sin más remedio, le conté lo ocurrido. A excepción del beso de Jungkook. Si le contaba se volvería loca y lo insultaría hasta quedarse sin aire. Y fue de esperar sus reacciones típicas de una adolescente.

Y me sentí bien al soltar lo que sentía. Me sentí bien al contárselo a la persona en la que más confío.

"A" » Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora