"A" » Jeon JungKook

9.Una bienvenida no muy agradable

Capítulo 9

Habíamos llegado a Corea hace 30 minutos, pero no podíamos salir ya que una de las dos maletas de mi madre no salía de la gran máquina. Después de un rato salió y salimos del aeropuerto. La gente iba de aquí para allá con maletas, otros pasando por fuera del recinto y vendedores con sus carritos de comida. Eran las 9:36 de la noche aquí y con mi madre decidimos pasar al hotel y luego conocer Seúl.

Mi madre había rentado una habitación en un hotel, lo que significa que estaremos sábado y domingo -y domingo y lunes en hora coreana-. Habíamos desempacado lo poco que habíamos traído y salimos de la pequeña habitación de hotel para salir a conocer Seúl.

En la calle transitaba un montón de gente y esta demás decir que había muchos carritos de comida por allí, además de que la comida estaba deliciosa, era un lugar increíble, maravilloso. Pasamos por algunas librerías y aproveché de comprar algunos lápices y cuadernillos para reforzar mi coreano -desde que hablé con Jungkook, he estado estudiando coreano por mi cuenta-. Luego de comer y conocer un poco las calles de Seúl, decidimos volver a casa, pues ya era tarde, eran las 11 de la noche.

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La noche había pasado rápidamente y ya era de día. Hoy iría a ver a Jungkook, así que luego de estar vestida, le pedí permiso a mi madre para poder ir.

-¿Y sabes en donde es?-Pregunta ella preocupada y yo asiento, aunque no supiera con exactitud el lugar.-Te acompañaré, no puedes ir sola.-Dice con el ceño fruncido y yo niego con la cabeza.

-No, es...algo que quiero hacer yo sola.-Digo con media sonrisa y ella relaja su expresión para suspirar.-Tu ya te mandabas sola cuando tenías 6 años mamá. Déjame ir sola, no ocurrirá nada malo. Te lo prometo.-Le digo con una sonrisa mientras pongo mi mano en mi corazón y de la otra, extiendo mi dedo meñique. Ella asiente y me revuelve el cabello.

-De acuerdo, pero no tardes mucho. Cualquier cosa me llamas, para eso tienes tu teléfono.-Me mira seriamente.

-Gracias. No tardaré demasiado.-La abrazo y me despido de ella con una sonrisa para luego salir de la pequeña habitación.

"Jungkook!! Buenos días! Como estas? Que haces? :)

xxA"

Le envié un mensaje a Jungkook. Necesitaba verificar que estaba en la empresa, pues si voy y no está, sería una pérdida de tiempo. Me apoye en una de las paredes del ascensor mientras esperaba su respuesta.

"Pequeña! Buenas noches para ti! Estoy bien, tú no puedes dormir? Y pues, ahora mismo tengo un descanso de 5 minutos, estamos ensayando para el próximo show ;)

xxChicoGalleta"

Reí. Una vez, mientras hablábamos, se me había olvidado la palabra galleta en inglés-Cookie-, así que lo llame chico galleta en español y él decidió quedarse con ese sobrenombre.

"No, no puedo dormir u.u vi una película de terror xc

xxA"

Soy una malvada. Bueno, no. Había visto en la página oficial de la empresa la dirección, pero no tenía la menor idea de cómo llegar. Un chico con gafas oscuras, gorro gris y chaqueta negra paso por mi lado. Me dio algo de miedo, era algo misterioso, pero necesitaba saber la dirección y no había mucha gente transitando por esta calle.

-Mm... Disculpa -Toqué su hombro levemente y él se exalto. Se dio la vuelta y abrio ligeramente la boca.-Mm... Disculpa, ¿sabes cómo... llegar a esta dirección?-Le pregunte mientras apuntaba el papel en mi mano. El lucía sorprendido pero asintió levemente con la cabeza.-Emm... ¿me puedes decir a donde debo ir?

-Eh... -Algo en su voz me decía que quería decirme, pero no. Es raro.-Te llevo.-Dice después de 10 segundos de dudar.

-Gracias.-Sonrío y él empieza a caminar, dándome la espalda. Lo comienzo a seguir en silencio.-Y... ¿Cómo te llamas?-Pregunto.

-¿No me conoces?-Se voltea un poco y baja sus lentes, dejando ver unos ojos color castaño acompañado por una mecha de cabello, que sobresalía de su gorro, de color negro que contrastaba con su piel morena. Era alto, muy alto para mí, debía de medir más de un metro setenta tal vez.

-¿Debería?-Pregunte confundida. Lo observe mejor pero no se me hacía conocido.-En serio, no te me haces familiar.

-Bueno, te ayudaré. Soy tailandés.-Me mira sonriendo mientras camina. Arqueo una de mis cejas.

-¿Y?

-De verdad no me conoces.-Lo dice más para sí mismo que para mí. Niego con la cabeza mientras doblamos en una esquina.

-No, y no te hagas el importante, solo dime tu nombre.-Le doy un golpe en su brazo izquierdo, que es en donde yo estaba, mientras lo observo. Él mira hacia abajo.

-Golpeas como un peluche.-Se ríe. Bufé enojada, no es necesario que me lo recuerden. -Ya llegamos, ¿por qué tienes que venir?-Pregunta. Le había dado la espalda a la empresa para quedar enfrente de él.

-Quiero sorprender a alguien.-Sonrío.-Y dime tu nombre rápido.

-¿Y quién es?-Evita la pregunta.

-Alguien, ahora dime tu nombre.

-No te lo diré.-Niega con la cabeza.

-Bien, adiós y gracias, importante chico tailandés.-Uso el sarcasmo en las últimas palabras. Camino de espaldas mientras me despido de él con la mano, y luego me volteo con una sonrisa.

Y tan rápido como mi sonrisa llegó, se fue. Mis ojos parecían no querer despegarse de la escena que ocurría frente a mis ojos, como si me estuviesen obligando a ver aquello. Una sonrisa ladina, y llena de decepción, se monta en mi rostro para luego desviar la mirada hacia otro lado, obligándome a no mirar.

Mi cabeza va hacia abajo mientras me volteo lentamente hacia el chico de nombre desconocido. Muerdo mi labio para evitar llorar, aunque no puedo detener mis ojos cristalizados. Levanto la mirada y lo miro con una falsa sonrisa.

-No hay nadie a quien sorprender a ahora.-Me sorprende que mi voz pueda salir gracias a aquel nudo que se instaló en mi garganta. A pasos rápidos camino por el lado del tailandés, dejando atrás la imagen de Jungkook y una chica más hermosa que yo, besándose.

Ahora mismo, me sentía una de las personas más estúpidas del mundo. Más que la chica de mi clase que no sabe contar con los dedos. Mi imaginación jugó en mi contra, haciéndome pensar que podría ser alguien verdaderamente especial para Jungkook, poder ser más cercanos.

Pero me equivoqué... Y mucho.