7. La charla de Mamá

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Capítulo 7

Una semana. Una semana es la duración del tiempo en que no he hablado con Jungkook. Desde ese día, él no ha vuelto a conectarse a Skype. Me siento decepcionada porque, muy dentro de mí, deseaba que las conversaciones que tenía con él siguieran para siempre. Y también me sentía enojada conmigo misma por no saber lo que le ocurría.

Tampoco fue una buena semana para Tom. El pobre ha estado llorando casi toda la semana por Emma, la recuerdan ¿no? La chica del café. Bueno, ella lo había terminado oficialmente por un mensaje de texto, diciendo: "Terminamos. Tom, no estés triste, pero creo que nunca serías el tipo de nadie con tu actitud, debiste haberme defendido y no a esa mocosa. No lo siento. Emma."

He sido como su pañuelo de lágrimas, ya que su mejor amigo no estaba en la ciudad y a parte de él no tenía a nadie más. El día de ayer lo llevé a un parque de diversiones que hay en la ciudad y se pudo distraer un poco. De verdad la amaba, demasiado. Cuando le dijo el "terminamos" el día que nos conocimos, pensó que fue solo por el momento. Pero se equivocó.

Eran las 9 de la tarde cuando me conecto a Skype. Lo primero que hago es ver el icono de Jungkook, para ver si está conectado para poder hablar. Y por fin, veo que está conectado.

"Adelobapinguina13: Siento si hice algo que te molestó, pero de verdad quiero que volvamos a hablar como lo hemos hecho desde que nos conocimos. He estado demasiado triste porque, enserio, no sé qué es lo que hice para que dejes de hablarme. También sé que debes de tener un montón de trabajo y probablemente no te podías conectar para poder hablar, pero cuando lo estabas y yo estaba a punto de hablarte, te desconectabas. De verdad, lo siento si hice algo que te molestase, no era mi intención. Lo lamento"

Luego de escribir aquello, su icono seguía en estado conectado, pero no me respondía. Luego de estar cinco minutos más frente a la computadora, esperando su respuesta, me di por vencida. Iba a apagarla cuando una llamada por parte de él aparece en la pantalla. Conecto los audífonos y me los coloco. Acepto la llamada y espero a que la cámara termine de cargar.

Lo primero que veo es su rostro limpio de maquillaje. Sus ojos brillaban pero no estaba su sonrisa marcada en su rostro.

-Hola. -Sonríe a medias y yo lo saludo con la mano. Cierra los ojos y suspira para luego volver a abrirlos. -Lamento haberte hecho sentir de esa manera, de verdad no era mi intención. Yo... Es solo que...me di cuenta de que no podemos estar juntos. -Sus mejillas se tornan rojas al igual que las mías. -Me gustas, y lo único que quiero es tomar tu mano y caminar juntos. Cuando me voy a dormir, en lo único que pienso es en ti. Te quiero a mi lado. Quiero que estés a mi lado. Y cuando me hablaste sobre ese chico...-Sonríe incomodo mirando a otro lado. -Demonios, lucías feliz. Yo quería causar esa sonrisa. Quiero ser la razón por la que sonríes. Quiero ser todo lo que necesitas, porque me gustas. Tus estúpidos comentarios, tu hermosa sonrisa y tu forma de hacerme sentir feliz, son las cosas que me atraen de ti. -Es como si fuera un vomito verbal. Sus mejillas estaban extremadamente rojas que uno podría pensar que está enfermo. Sin contar las mías que están igual o peor.

-Yo... No sé qué...decir. -Me había tomado por sorpresa. Una muy linda sorpresa.

-Yo...Lo siento, no...-Se disculpa, pero yo rápidamente lo corto.

-No, yo...-Suspiro. -Lamento haberte hecho sentir aquello. Tampoco era aquella mi intención. Creo que ahora que me has dicho todo aquello, y pensándolo bien, creo que también me gustas. Si no lo hicieras, créeme que no me hubiera levantado a las 9 de la mañana para ver si estabas conectado. -Ambos reímos. -Sé que no podríamos vernos nunca realmente a los ojos, pero hay que mantener la esperanza y mantenernos positivos. Como J-Hope. -Digo y él ríe. -Algún día caminaremos juntos, tenlo por seguro. -Digo sonriendo y él también lo hace, sonrojado. -Te vez muy tierno cuando te sonrojas. -Le dijo tiernamente haciendo que él ría.

Luego de aquella confesión, seguimos hablando como normalmente lo hacíamos. Claro que yo estaba nerviosa. ¿Yo le gustaba a él? ¿Una chica no asiática en desarrollo le gustaba a un idol? ¡¿Yo?! Esto es una locura.

Luego de dos horas seguidas en la que hablamos de nada y al mismo tiempo de todo, nos despedimos. Él debía de ir a un ensayo para un concierto que tenían esa noche.

- "Te vez muy tierno cuando te sonrojas"- Una voz femenina me saca de mis búsqueda de comida. Doy un pequeño salto y me doy la vuelta. Me encuentro con mi mamá mirándome burlonamente con una sonrisa en sus labios. - Así que... ¿Quién es el chico? -Toma mi muñeca y me sienta en la silla del comedor, mientras ella se sienta a un lado.

- Na-nadie, mamá- Tartamudeo. Cierro los ojos y frunzo el ceño. Siempre que mentía tartamudeaba o me reía. Los abro y ella se ríe en silencio.

-Vamos, hija. A mí no me puedes mentir, soy tu madre. -Dice mientras me da un pequeño golpe con su puño en mi hombro. - ¿Él es Kookie? -Baja y sube sus cejas repetidamente. Me sonrojo a más no poder.

-Cállate...-Susurro. Cuando se trata de chicos, mi madre se vuelve una completa adolescente de 17 años.

- No me mientas. Bien, ahora que sé que se llama "Kookie", -Con sus dedos hace un entre comillas.-Dime, ¿qué te dijo? ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿Su nombre real? Responde-Dice rápidamente.

-Eh...nada, es un chico que conocí por... ahí. -Dije vacilando. - No, claro que no. Y no te lo diré.

- Vamos, responde. ¿De dónde lo conociste? -Me pregunta seriamente. Negué pero ella me miro con su mirada de muerte.

- Por internet. - Respondí rápidamente.

- Como es por internet, no estoy muy segura que sea de nuestro país. ¿De dónde es? -Pregunta.

- Co...Corea del sur... - Murmuro. Ella mira hacia otro lado.

- Así que te conseguiste a un chino... - Dice mirando a otro lado. La miro y le doy un pequeño golpe en su hombro.

- ¡Que no son chinos! ¡Son coreanos! - Digo un poco molesta. Ella me mira por el rabillo del ojo y después se pone a reír como loca. ¿Qué es lo divertido?

- Bien, bien. Son coreanos, no chinos. - Dice burlonamente. -Y bien, ¿te gusta? -Asiento sin darme cuenta y ella sonríe, pero luego me doy cuenta de lo que acabo de hacer.

-¡No! No, claro que no. -Miento mientras desvió la mirada hacia otro lugar. ¿Por qué a mí?

-Hija, no me mientas. Soy tu madre y lo acabas de aceptar. -Dice mientras acaricia mi brazo. Luego lo aleja y me observa. - ¿Y cómo se llama? ¿Shun Shin Pai?-Dice con una sonrisa burlona, provocando que ruede los ojos.

-Jungkook. -Digo pesadamente. O era decirle, o decirle. No tenía otra opción.

-No es un nombre tan feo. -Se encoje de hombros. -¿Y cómo es? ¿Es lindo? ¿Qué edad tiene? -Pregunta. Respondo a todo lo que me pregunta a excepción de la edad, así que esquivo esa pregunta. -Bien, viendo todo lo que me cuentas, veo que hay un muy gran problema. Y ese, es que viven en lugares completamente diferentes. -Asiento incomoda. -Si se quieren de verdad, la distancia no importará. Algún día podrán estar juntos sin verse a través de una pantalla. Podrás ir y conocerlo, solo que no sola. Tengo que ir a conocer a mi nuero. -Bromea y yo río con ella. -Ahora ve a dormir un rato, te has estado despertando muy temprano por aquel chico. Aún no creo como él puede lograr aquello en algunos meses y yo no podía despertarte para desayunar. -Bufa mientras roda los ojos, haciendo que yo ría. Ella besa mi frente y luego se dirige a su habitación.

La mayoría de las veces, amaba a mi madre más que nada.

"A" » Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora